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Foto Carta Fedegan 100 CIPAV Mario García

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El písamo para alimentar el ganado y estabilizar los terrenos

Por - 10 de Noviembre 2017

Existe un árbol adecuado para los ambientes sujetos a inundaciones periódicas, que previene la erosión durante las crecientes porque estabiliza los terrenos sobre las márgenes de los ríos.


Existe un árbol adecuado para los ambientes sujetos a inundaciones periódicas, que previene la erosión durante las crecientes porque estabiliza los terrenos sobre las márgenes de los ríos.   Se trata de El písamo o Búcaro. Nos dice CIPAV que es un árbol corpulento (hasta de 25 metros de altura), de gran belleza, con espinas agudas sobre las ramas jóvenes y grandes aguijones en el tronco. Sus hojas son alternas y trifoliadas (formadas por tres foliolos), verdes por el haz y blanquecinas por el envés (Lea: El písamo o búcaro).   Tiene flores asimétricas de color naranja claro y el fruto es una legumbre hasta de 20 centímetros de longitud.   El písamo pertenece al género Erythrina, que tiene alrededor de 22 especies en Suramérica, entre ellas el cámbulo E. poeppigiana y el chocho E. rubrinervia.   Este árbol fijador de nitrógeno, se propaga a partir de semillas, estacas y estacones gruesos. Las semillas se pueden almacenar por largo tiempo si después de cosecharlas directamente del árbol, se secan al sol por tres días. Para acelerar la germinación, se remojan durante 24 horas antes de la siembra. Las plántulas se deben sembrar con abundante abono orgánico (1-2 Kg.), una vez alcanzan una altura entre 20 y 30 cm.   El písamo es un árbol pionero de los humedales y márgenes de ríos, donde suele formar bosquecillos homogéneos. Se cree que sus semillas flotantes logran sobrevivir algún tiempo en las corrientes oceánicas, lo cual explicaría su distribución en los trópicos americanos (Guatemala a Brasil) y en África y Asia.   En Colombia, el písamo se encuentra en los valles de los ríos Cauca y Magdalena, en la zona cafetera y en la costa Atlántica, donde forma rodales puros en las ciénagas.   Sus semillas son dispersadas por las aves y el ganado. Aunque en algunos países el písamo se considera un árbol caducifolio (que se queda sin hojas durante los períodos más secos), en Colombia nunca pierde las hojas por completo gracias, quizás, a nuestro benigno régimen de lluvias.   El písamo se adapta bien a los suelos ácidos, pesados y arcillosos, con elevaciones entre 0 y 2000 msnm y 1000 a más de 3000 mm de lluvia.   Tolera las sequías prolongadas y el ataque de las hormigas arrieras.   Usos   Este árbol es útil como especie ornamental, como sombrío en sistemas agroforestales y potreros, en cercos vivos y en bancos de forrajes.   Es adecuado para la reforestación de áreas con alto nivel freático.   Además, es un excelente abono verde y la lenta descomposición de las hojas garantiza un cubrimiento prolongado del suelo.   Las flores son comestibles y en Centroamérica se emplean como ingrediente de tortillas, sopas y ensaladas.   El písamo en sistemas silvopastoriles de corte y acarreo   Este árbol es muy útil para establecer sistemas silvopastoriles de alta densidad y calidad nutricional porque se asocia muy bien con las gramíneas, tolera las podas drásticas y suministra forraje a lo largo de todo el año.   En la reserva natural Pozo Verde, situada en Jamundí, Valle del Cauca, existen silvopastoriles de pasto estrella Cynodon nlemfuensis y písamo en densidades de 625 y 1111 árboles por hectárea (distancias de 4 x 4 m y 3 x 3 m, respectivamente). La cosecha de los árboles se hace cada tres meses mediante poda de las ramas por encima de 2 m de altura, con un rendimiento de 30 y 50 ton de forraje verde ha-1 año-1. En este sistema de corte y acarreo, la oferta diaria de forraje verde equivale a 3% del peso vivo de los animales.   Los sistemas con mayor y menor densidad de písamo permiten suplementar 8 y 13 bovinos ha-1 año-1, respectivamente.   El pasto tiene una producción adicional de biomasa de 84 ton ha-1 año-1.   Este sistema, con 18 años en producción continua, sin riego ni fertilización, sostiene una carga de 3,0 UA ha-1 (Cuellar et al. 1992).   En bancos de forrajes, el písamo se puede combinar con nacedero y morera, en franjas de písamo a 1,5 m entre árboles, alternadas con franjas de botón de oro y nacedero a 1 m.   El primer corte es un año después de la siembra. Para muchos ganaderos este árbol común es un recurso insospechado.   Vale la pena asociarlo a distintos espacios de las fincas para obtener los máximos beneficios productivos y ambientales.   Fuente: Carta Fedegán No 100. Este artículo ha sido preparado por la doctora Zoraida Calle Díaz, Investigadora Fundación CIPAV, Área de Restauración Ecológica y Agroecología [email protected]