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Foto: Instacrops

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Qué hacer ante la baja implementación de tecnología en el sector agrícola

Por - 07 de Febrero 2022

Apostarle a un agro sostenible, garantizar la seguridad alimentaria, procurar la conservación del medioambiente e innovar en los procesos, son algunos de los desafíos que pueden resolverse mediante la implementación adecuada de tecnologías en el sector.


Apostarle a un agro sostenible, garantizar la seguridad alimentaria, procurar la conservación del medioambiente e innovar en los procesos, son algunos de los desafíos que pueden resolverse mediante la implementación adecuada de tecnologías en el sector.

Si bien durante los últimos dos años el agro demostró su capacidad de resiliencia en medio de la crisis, este sector debe superar importantes retos para mantenerse como uno de los sectores que impulsará la economía nacional y como una opción atractiva para invertir en este 2022.

Son desafíos que, de acuerdo con expertos, pueden resolverse mediante la implementación adecuada de tecnologías para apostarle a un agro sostenible, garantizar la seguridad alimentaria, procurar la conservación del medioambiente e innovar en los procesos.

Es una tarea compleja pues el agro utiliza hoy según MinAgricultura, sólo el 15 % de tecnología de última generación, lo cual evidencia el rezago que vive el campo y que pone en jaque el desarrollo de uno de los sectores económicos más importantes de Colombia en este año.

Para los expertos la baja implementación de tecnología en el campo colombiano es preocupante, más si se tiene en cuenta que los demás sectores económicos –y el mundo en general– transitan rápidamente en el camino de la transformación digital.

Frente a este panorama, Hugo Arrubla, director Comercial de Instacrops en Colombia, afirma que existe una resistencia cultural de los productores agrícolas a la tecnología e innovación, lo cual implica cierta dificultad para abrirse a nuevas posibilidades que podrían con seguridad aportar en la construcción de un sector más competitivo.

Arrubla asegura, teniendo en consideración este panorama, que “la desventaja frente a esta resistencia es la pérdida de competitividad, una consecuencia crítica teniendo en cuenta que esto junto a una baja rentabilidad, son las principales razones por las que quiebran las iniciativas agrícolas”.

Esta renuencia encuentra explicación en experiencias anteriores que no fueron tan positivas para los agricultores. “Son muchos errores los que se cometen, pero uno de los que más nos encontramos es la toma de malas decisiones de compra. En varias ocasiones, terminan comprando tecnología obsoleta, de baja calidad y totalmente inservible, que no contribuye a alcanzar los resultados esperados y, por el contrario, hace que los usuarios se decepcionen de la tecnología”, dice Arrubla.

Inyectar tecnología en el agro es, por tanto, uno de los ‘pendientes’ que no da espera y es necesario hacerlo correctamente para evitar poner en riesgo los avances que se han logrado en los últimos años.

Para ello, “lo primero es buscar un aliado tecnológico idóneo que conjugue experiencia, respaldo y capacidad, que se vincule al proyecto, entienda sus necesidades y se establezca una relación de beneficio mutuo a largo plazo”, agrega el experto.

Compañías como Instacrops han logrado excelentes resultados. A este respecto Arrubla afirma que han logrado importantes aumentos de productividad.

“Tenemos estudios en los que hemos visto aumentos de la productividad hasta de un 33% en cultivos tradicionales como papa y café. Además, contamos con casos de éxito validados en Colombia, los cuales han arrojado aumentos en la rentabilidad hasta de un 20 % dependiendo del cultivo y la zona geográfica”.

Esta compañía cuenta con 7 años en el mercado y múltiples casos de éxito en diferentes países. Le apuestan al concepto de ‘AgTech’ o ‘AgroTech’, que busca modernizar y acercar a los productores del campo a la tecnología de forma acertada con el ánimo de incrementar la rentabilidad, eficiencia y productividad.

Arrubla firma que a través de la tecnología que ofrece esta empresa es posible maximizar el rendimiento de los cultivos. Agrega que esto se logra a través del desarrollo de soluciones que utilizan el internet de las cosas, inteligencia artificial y visión computacional, con el fin de entregar información previamente procesada y recomendaciones en tiempo real sobre parámetros claves de los campos y optimizando uso de recursos, como agua y energía, así como también los procesos de producción y administración de mano de obra.

La escasez hídrica

Otro de los retos que enfrenta el agro colombiano tiene que ver con la disponibilidad del agua.

El Banco Mundial señala que las pérdidas de los sectores que dependen de este recurso vital podrían llegar a estar entre 1,6 y 3,1 por ciento del PIB. (‘Cambiar el rumbo: mejorar la seguridad hídrica para propiciar la recuperación y el crecimiento sostenible de Colombia’, Banco Mundial 2021)

Frente a este pronóstico Arrubla indica que los cultivos bajo invernadero comportan un beneficio importante para la seguridad hídrica del país.

En cultivos frutales, donde las variables de riego son controladas, hemos obtenido ahorro hasta de un 35% en agua, sin poner en riesgo la productividad del cultivo, un beneficio importante para la seguridad hídrica del país”, destaca Arrubla.

¿Por qué implementar tecnología en el agro?

Implementar tecnología en proyectos agrícolas trae enormes ventajas para los productores, quienes pueden aprovechar las herramientas a su disposición para:

  1. Monitorear en campo las condiciones de nutrientes del suelo e identificar el mejor momento para aplicarlos.
  2. Asegurar el balance hídrico del cultivo y no tener exceso de humedad al realizar el riego.
  3. Contar con los pronósticos climatológicos exactos y tomar medidas al respecto para anticiparse a pérdidas económicas.
  4. Entender factores físicos como la temperatura, radiación o humedad que afectan el cultivo.
  5. Hacer aplicaciones de agroinsumos focalizados y de alto impacto.
  6. Tener la información en tiempo real del estado fitosanitario de su cultivo
  7. Minimizar lo más que se pueda los márgenes de error.

El mensaje claro: las herramientas tecnológicas desempeñan un rol clave en la rentabilidad y sostenibilidad del agro mediante el uso y la asesoría correcta. Con esto, de cara a los próximos años, se logra apuntalar la productividad y la competitividad del sector, así como la protección del medioambiente.