Yara Colombia lanza línea de fertilizantes de baja huella de carbono

El tema de sostenibilidad es cada día más importante en todas las actividades y las empresas, en particular las vinculadas al agro, buscan tener una producción amigable con el medio ambiente y con baja o nula huella de carbono.

En tal sentido, la multinacional Yara, en su sede de Colombia, inició un plan de descarbonización de fertilizantes único en el país. En su planta de producción ubicada en Cartagena, la compañía busca transformar la industria de los alimentos, desplegando una tecnología propia de abatimiento de gases efecto invernadero que eliminará emisiones de 500 mil toneladas de CO2 eq/año, permitiendo reducir fuertemente la huella de carbono de los fertilizantes fabricados en esta región del país.

El proyecto, que fue anunciado en 2023, junto con la expansión de la capacidad de la planta, tuvo una inversión de alrededor de 100 millones de dólares, y marca un antes y un después en la industria de la producción de fertilizantes, según el vicepresidente senior de Yara Latinoamérica, Pedro Parenti.

De acuerdo con lo expuesto por el directivo, “el proyecto de descarbonización de fertilizantes representa un logro técnico notable, y es un testimonio del compromiso de Yara con la sostenibilidad del futuro¨.

Además, dijo, “el hecho de que se produzcan en el país y no requieran transporte desde orígenes remotos, eliminando la huella de carbono de las emisiones de los barcos, es otro factor fundamental para ofrecerle a la agricultura colombiana una alternativa sustentable para nutrir los cultivos”. (Lea en CONtexto ganadero: Experto internacional explica la relación entre huella de carbono y ganadería)

Esta combinación de una tecnología más limpia y que la producción sea local, va a tener un impacto significativo en la reducción de la huella de carbono de los alimentos producidos en Colombia. Es por ejemplo una gran noticia para el café colombiano, que se vuelve más sustentable. Lo mismo para el aceite, las flores, el maíz, el arroz, el cacao, las frutas y hortalizas, la leche, y todo lo que se produce en el campo colombiano, para consumo nacional y exportación.

Futuro promisorio

Desde la innovación en la producción hasta el impacto en las comunidades agrícolas, cada aspecto de este proyecto refleja una visión audaz para un futuro mejor y el camino hacia una agricultura más amigable con el medio ambiente, más limpia y próspera para todos.

Destacando su compromiso con la innovación, Yara desarrolló y aplicó en Colombia una tecnología patentada en su casa matriz, reafirmando así su liderazgo en la búsqueda de soluciones sostenibles y convirtiéndose en pionero en procesos de producción de fertilizantes bajos en emisiones de carbono.

“La presencia de Yara como líder de cambio en el país contribuye a forjar un futuro en el que la agricultura y el medio ambiente convergen en un balance sustentable”, detalló Andrés Useche, director de Región Andina en Yara. Este desarrollo tecnológico y la producción local hacen por ejemplo que el Calcinit de bajo carbono producido en Cartagena, tenga 80 % menos huella de carbono que el nitrato de calcio importado”.

Expansión

Yara Colombia también anunció la ampliación de su planta de producción de fertilizantes en Cartagena, que actualmente produce alrededor de 300 mil toneladas de fertilizantes complejos NPK y 110 mil toneladas de Nitrato de Calcio al año, además de fertilizantes líquidos, y productos para la minería y otros usos industriales. (Lea en CONtexto ganadero: Yara invirtió USD 11,7 millones para mejorar planta de fertilizantes en Colombia)

Mirando hacia el futuro, la compañía expande su capacidad de producción, aportando 80 mil toneladas anuales más de complejos NPK para el año 2025. Este crecimiento consolida la posición de la compañía como líder del mercado y reafirma el compromiso con el sector agrícola en Colombia, sostuvo el directivo.

De esta manera, se busca abastecer al país con más soluciones para la nutrición de cultivos de alta tecnología, con la mejor calidad del mercado y sobre todo con baja huella de carbono. Esto contribuye a la seguridad alimentaria de Colombia y la región, y fortalece el desarrollo de la agricultura sustentable en el país, concluyó.