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Foto: Cortesía.

cronica

Toronto, un ejemplar que dejó huella en la raza Charolaise en Colombia

por: - 31 de Diciembre 1969


Aria Toronto 126, nació el 3 de enero de 2013, y fue el primer macho de la raza Charolaise que llegó al mundo en la Hacienda Aria por transferencia de embriones, de genética mixta francesa y americana.

Era considerado como el ejemplar que partió en dos la historia del Charolaise en Colombia. Lamentablemente, murió a causa de un accidente el pasado 28 de septiembre.

Toronto nació con otro hermano que se llama Gaspar y una hermana que se llama Anastasia. Desde pequeños, los tres hicieron carrera en pistas de juzgamiento, en conjunto se destacaban como la mejor descendencia de un mismo toro y de una misma vaca en diferentes ferias.

Daniel Bustamante Hoyos, zootecnista de la Univ. de La Salle y criador de Charolaise y Charbray Hacienda Aria, contó que desde muy joven a Toronto le fue muy bien en las pistas. Comenzó siendo campeón intermedio en la feria de Expomalocas en 2014, y después fue mejorando su perfil y obteniendo títulos como gran campeón nacional reservado, posteriormente gran campeón Nacional y repitió este último título en varias oportunidades.

En el año 2016 representó a Colombia y fue declarado campeón de sur américa en el concurso internacional la página “Charolais Breeder” por internet.

Su valiosa genética

De acuerdo con Bustamante, a los pocos meses de edad, Toronto expresó grandes atributos fenotípicos. Un ejemplar que desde muy pequeño mostró mucha masculinidad, muy buena musculatura y buena longitud en su tercio medio y tercio posterior.

Además indicó que este animal tenía muy buenas características funcionales: fortaleza de dorso, buenos aplomos y desplazamientos y excelente fertilidad.

Agregó que Toronto se destacó porque desde los 13 meses empezó a dar semen de alta calidad para congelación y desde ese momento empezaron a replicar su genética. (Lea: Ganadería francesa logra bovinos de 800 kilos en 15 meses)

"Comenzamos a trabajar su genética tanto en cruzamiento con ganado cebú, como en animales puros de la raza Charolaise", comentó.

Una vez se analizaron las crías de Toronto, se ratificó las expectativas que se tenían de su genética, y lo primero que notaron fue la facilidad de nacimiento, que es muy importante en la raza Charolaise.

"En esta raza es esencial que los terneros nazcan livianos de peso para que no se presenten problemas a la hora del parto. La genética de este animal nunca presentó problemas ni en cruzamientos, ni en ganado puro, en el momento que nacieron sus crías", sostuvo.

Asimismo afirmó que las crías de Toronto fueron heredando esas características que lo destacaban, la expresión de musculatura, las ganancias de peso, la longitud corporal, las amplitudes, los aplomos y sus hijas expresan destacada habilidad materna. (Lea: Consejos para hacer ganadería de carne en trópico alto)

Su reconocimiento

En la Hacienda Aria, consideran que Toronto “partió la historia del Charolaise en Colombia en dos” porque fue un toro insignia que al momento de participar en ferias donde compitiera la raza, las personas ya lo reconocían y lo preguntaban. Era considerado como un símbolo de la raza en estos eventos.

Una anécdota destacada de su historia, fue que por primera vez en Colombia hijos de un toro compitieron con su padre en una feria nacional, la primera vez fue en el año 2015. Toronto quedó campeón adulto y su primer hijo quedo Campeón ternero, posteriormente en la exposición nacional del 2016, uno de sus hijos quedó como campeón ternero reservado, otra de sus crías se llevó el título de campeón intermedio y otro como campeón joven, todo eso en un mismo evento. Un logro para destacar.

Bustamante expuso que gracias a las redes sociales y a la página web de la Hacienda Aria, Toronto era reconocido en países como México, Ecuador, Costa Rica, Estados Unidos e incluso Francia.

"Era tal su reconocimientos que criadores muy importantes de EE.UU., nos solicitaron exportar semen de Toronto a ese país, pero por razones sanitarias fue imposible, pero solo el hecho de que una ganadería de Charolaise tan notoria nos haya hecho esta solicitud, ya era motivo de orgullo", aseveró. (Lea: Charolaise, el bos taurus de mejor adaptabilidad al trópico colombiano)

A pesar de ser muy joven, pues murió a los 6 años y medio de edad, este ejemplar es el segundo toro con más número de crías registradas puras en Colombia de la raza Charolaise.

Daniel explicó que normalmente el semen que se colecta de los toros nacionales se utiliza sobre ganado comercial cebú para mejorar carne, pero Toronto tenía tantas cualidades que su genética no solo se utilizaba en la Hacienda Aria, sino que otras ganaderías a nivel nacional la utilizaron sobre sus vacas puras.

Su muerte

Como se mencionó al principio, Toronto tenía un hermano completo que se llama Gaspar, otro ejemplar con grandes aptitudes, que también se ha llevado mucho títulos. Los dos ejemplares se mantenían en la finca y durante 6 años y medio compartieron mucho tiempo juntos.

El pasado sábado 28 de septiembre Gaspar saltó su cerca, ingresó al potrero de Toronto y empezaron a pelear. En medio de este enfrentamiento Gaspar le fracturó la tibia a Toronto, y desafortunadamente se vieron forzados a sacrificar a esta magnifico ejemplar.

Bustamante decidió compartir esta triste anécdota para hacer un llamado a los ganaderos para que tengan en cuenta este tipo de sucesos o detalles que el día de menos pensado pueden ocurrir.

"Es importante tener muchas precauciones cuando se manejan varios reproductores en la finca para que no se presenten accidentes como este", anotó.

Independientemente de los costos que hubiera podido acarrear la recuperación de Toronto, no existe tecnología relacionada con este tipo de fracturas para bovinos, pues son animales de gran peso y tamaño, por esta razón, no pudieron salvar la vida del ejemplar. (Lea: Charolaise: una raza que viene dando pasos firmes en Colombia)

Aunque la pérdida es invaluable, queda la tranquilidad de poder conservar su semen congelado, otra invitación para que los ganaderos preserven la genética de sus reproductores mediante esta biotecnología.

Sin duda alguna la ganadería y la raza Charolaise pierden un ejemplar insignia, y muchos productores nacionales e internacionales lamentan la temprana partida de Toronto.