El candidato Enrique Gómez basa su propuesta económica para la Presidencia de la República en la implementación de las reformas laboral, pensional y tributaria.
Durante una charla del diario La República el candidato expuso algunos de los aspectos que contemplaría cada una de estas reformas, así como otros temas que en materia económica implementaría.
Sostuvo que hay que reducir los impuestos a las empresas y se tiene espacio para ampliar la base tributaria de las personas naturales. De esta manera también se contribuiría a la formalización empresarial. Así mismo, indicó que como parte de la tributaria se bajaría el 4 por mil a la mitad o se eliminaría.
En cuanto a la reforma laboral, planteó que se requiere flexibilidad en la jornada laboral, en la remuneración y ruptura del paradigma de estabilidad que se tiene hoy día.
Además, indicó que para rebajar la carga de las empresas y que se pueda generar más empleo se eliminaría el pago de los parafiscales como Sena e ICBF, los cuales serían asumidos directamente por el presupuesto de la Nación. Igualmente dijo que el pago a cajas de compensación sería voluntario. (Lea: ¿Quién es Enrique Gómez y qué le propone al campo del país?)
Precisamente sobre la formalización empresarial propone un Estado que intervenga menos, que regule solo lo que realmente puede controlar, “hay que acabar con una gran capa de regulaciones y escenarios de control que no le aportan a la economía”.
Se refirió a una ruta rápida para traer a los empresarios a la formalidad y es que con el diligenciamiento del RUT se tenga acceso a crédito de fomento ($10 millones a fondo perdido), bancarización de la página de la Dian, y acceso prioritario a capacitación en emprendimiento en el Sena. La matrícula mercantil ante las cámaras de comercio debe ser voluntaria.
A ello le suma tres años sin pago de renta, una declaración simplificada en el tercer año, si fracasa el emprendimiento no le debe nada al Estado y si logra salir adelante empieza a contribuir en renta con una tarifa reducida.
Si genera empleo en grupos de interés como jóvenes, personas con discapacidad y mayores de 60 años se le da un bono tributario y acceso reducido a la seguridad social.
Sobre la pensional, propuso subir la edad de pensión a 65 años para hombres y mujeres. Los regímenes especiales deben ser encaminados a ir mutando hacia la regla general. A su vez, hay que desmontar el subsidio a la clase media que está en el régimen de prima media. (Lea: Llegó la hora de una verdadera reforma laboral que diferencie al campo)
En el tema de la inflación aseguró que se han cometido todos los errores predecibles, se mantuvieron las tasas de interés muy bajas por mucho tiempo y a la vez el presupuesto para enfrentar la Covid aumentó sustancialmente los subsidios monetarios no condicionados.
“En paralelo a nivel internacional se presentó una crisis logística que nos cogió por sorpresa”, dijo.
Por eso manifestó que se debe volver a un conservadurismo fiscal, reducir la deuda pública, mejorar el perfil de los ingresos, concentrar cualquier subsidio no monetario y reactivar la actividad agropecuaria que es donde se concentra un pedazo grande de la inflación.
De otro lado señaló que no se puede romper la dependencia del petróleo. Hay que hacer la explotación de las arenas de esquisto de inmediato; hay que cambiar los criterios de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Se necesita, con urgencia, según Gómez, reactivar la producción petrolera y la exploración, y llegar al millón de barriles.
Se precisa crear soluciones frente al tema de costos sociales y ambientales; implementar un tribunal especializado para la revisión de tutelas para los temas de expropiación y consultas previas, para retomar el control de exploración petrolera. No volver a gastar la bonanza en auxilios monetarios sino reinvertir los excedentes en acciones productivas.