5 factores por las que usted no produce la misma leche que su vecino

Conozca los 5 factores que demuestran que la producción de leche en ganaderías no depende de una única receta sino de las condiciones de cada finca. El rendimiento en volumen y calidad va más allá de la receta brindada por el asesor, a continuación los argumentos de un experto.

De acuerdo con Pedro Meléndez, PhD del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Missouri (EE. UU.), en su artículo escribió que “al productor lechero le gusta compararse con sus pares” y más aún cuando su nivel productivo es inferior, lo que a su juicio es erróneo.

El experto contó que muchos productores piden ayuda a sus vecinos para copiar su dieta sin tener en cuenta algunos factores diferentes a la alimentación que hacen que tengan mejores resultados. (Lea: Criterios para monitorear las vacas en el periodo posparto)

Días en leche del hato

Uno de los factores más determinantes de la producción de la finca es el promedio de los días en leche del hato. Este promedio se obtiene al sumar cada uno de los días en leche de cada vaca del rebaño dividido por el número de vacas en lactancia de la explotación.

“Un promedio de días en leche bajo significa que hay muchas vacas recién paridas y pocas vacas con lactancias extendidas. Por el contrario, un promedio de días en leche alto indica que no hay muchas vacas recién paridas y quizás muchas vacas con lactancias extendidas”, indicó.

En consecuencia, los días en leche están íntimamente relacionados al manejo reproductivo y la fertilidad de todo el hato. Cuando se presenta una fertilidad reducida, los días en leche pueden ser muy elevados. El promedio de días en leche ideal es entre 165 a 175 días.

Este factor afecta el promedio productivo, independiente de la dieta que se suministre. De hecho, el mismo rebaño en la misma época del año y con la misma dieta va a tener un promedio diferente, según los días en leche en que se encuentre el rebaño.

Pico de producción de leche

El pico de producción de leche está asociado a la producción total de la lactancia. Por cada 1 kg extra de leche en el pico, la vaca produce entre 300 a 500 kg más en toda la lactancia. Por ello, se debe llevar a las vacas a su máximo nivel para optimizar la producción de leche de todo el rebaño.

Medio ambiente y clima

La temperatura y la humedad son importantes factores que afectan el rendimiento de un animal. Por ejemplo, un exceso de humedad puede complicar la termorregulación de la vaca. (Lea: Si quiere mejorar productividad, eleve la eficiencia de sus procesos)

La vaca se puede ver sometida a estrés por calor tempranamente a inicios de la temporada seca y durante el invierno el barro también complica su manejo y funcionamiento. Según el experto en nutrición, también hay que analizar la información ambiental.

De hecho, muchas veces la producción de un mes se compara al mismo mes del año anterior y cuando es más baja se critica a la dieta y el manejo nutricional en forma inmediata y no se hace un análisis más profundo de los datos meteorológicos.

Incidencia de enfermedades

Las ganaderías con mayor incidencia de enfermedades sin duda tendrán un menor promedio productivo que el hato del vecino que presenta una menor incidencia, a pesar de tener la misma dieta. (Lea: Cómo organizar las vacas para el ordeño y ganar eficiencia)

Vacas con cojeras van a expresar mucho dolor, van a permanecer echadas y van a comer menos, aunque la dieta sea mejor. Si un rebaño maneja mejor el tema de cojeras, va a ahorrarse una serie de problemas asociados. Debe haber un monitoreo constante de la sanidad podal.

Otras enfermedades, tales como la fiebre de leche o cetosis, se asocian más al manejo alimentario y al estado corporal de las vacas. Los esfuerzos se deben enfocar en un adecuado manejo de dietas aniónicas preparto y dietas balanceadas para estimular el consumo postparto.

Calidad organoléptica de los forrajes

Quizás ambos productores de leche tienen un ensilaje de maíz con una similar calidad nutricional. Ambos presentan un buen contenido de almidón, un buen tamaño de partículas y un buen contenido de materia seca (35%).

Tal vez el productor con un mayor promedio de producción ha confeccionado su silo cerca de la lechería y lo ha manejado de mejor forma, evitando la proliferación de hongos y producción de micotoxinas en la parte superficial del silo (plásticos de doble lamina, antifúngicos, etc.).

Por su parte, el productor de menor producción tiene un silo más contaminado con hongos y un silo muy ancho que avanza lento, y por ende se forman focos calientes. Peor aún, el silo es confeccionado a kilómetros de distancia y se trae ensilaje día por medio.

La dieta es la misma y nutricionalmente quizás el ensilaje es el mismo, pero organolépticamente es diferente. El segundo tiene una mayor concentración de micotoxinas y está caliente. (Lea: Aspectos que ayudan a determinar la calidad del silo)

Como resultado de este mal manejo, las vacas del segundo predio van a comer menos materia seca, por culpa del manejo del ensilaje, y por ende van a reducir su producción de leche, a pesar de que en el papel la dieta y el ensilaje parecen lo mismo.

“Hay que entender que la producción de leche va más allá que comparar la dieta con la ración del vecino, y que debemos tener la capacidad de poder identificar otros factores que afectan en forma negativa la producción de leche” para hacer mejoras, remató Meléndez.

El experto sostuvo que si bien algunos de estos factores son de fácil solución, como limpiar los comederos en forma más eficiente, otros requieren de mucho más tiempo. Por ejemplo, la obesidad del hato, que requiere de meses para poder solucionarlo.