A la hora de seleccionar los bovinos para el hato se debe ir más allá de las características deseables de la ubre cuando la explotación es lechera o de músculo cuando es cárnica.
Así lo planteó el médico veterinario Vinicio Sánchez, quien manifestó que se debe escoger los animales de acuerdo con la calidad de sus aplomos y de la espina dorsal lo cual permitirá sacar provecho de una ganadería más consistente y sólida.
Sostuvo el profesional que la espina dorsal o la columna vertebral y las patas o aplomos son muy importantes porque es la estructura básica del animal. (Lea: Aplomos, una característica importante en los bovinos)
Las bases del animal son las pezuñas, las cuales tienen que estar muy bien conformadas, así mismo se debe tener en cuenta los brazos, antebrazos, los muslos y las piernas, y la espina dorsal sería el equivalente a las vigas en una construcción.
Como soporte, las pezuñas y la columna vertebral son determinantes en todos los procesos metabólicos del animal, especialmente en las vacas productoras de leche cuyo organismo tiene una mayor complejidad en sus procesos internos.
Son animales que necesitan bombear mucha sangre para producir leche, entre 400 y 500 litros de sangre se necesitan para producir un litro de leche por eso se requiere una capacidad torácica importante y una panza grande para poder almacenar el alimento que requiere esa producción, explicó el profesional en una entrevista al programa La Finca de Hoy.
Estructuralmente su misión es el soporte de una cantidad significativa de peso; en pruebas de juzgamiento la conformación de la columna vertebral y los aplomos constituyen un 20 % de la valoración total de la calidad del animal.
La línea dorsal debe ser lo más horizontal posible y las patas verticales con una ligera inclinación, no completamente recta porque se entraría a lo que se conoce como la pata de poste. Todo tiene una inclinación, desde el corvejón hacia la pezuña, no puede estar desviada hacia el centro, ni muy hacia adelante o hacia atrás porque la línea de sustentación del animal estaría viéndose afectada. (Lea: La trihibridación contribuye al mejoramiento de ubres y aplomos de bovinos)
A un animal considerado sobresaliente en condiciones de aplomos y espina dorsal se le atribuye productividad durante mayor cantidad de años que a cualquier otro bovino.
Una vaca especializada en leche se podría tener en un pico óptimo durante seis, siete y hasta ocho partos. En el caso de ganado de doble propósito se puede llegar a los 15 partos.
De manera natural, a medida que pasan los partos, las vacas destinadas específicamente para leche van perdiendo fuerza muscular y calidad ósea por desmineralización, razón por la cual al seleccionar becerras con estructura sobresaliente es importante garantizar el suministro frecuente de algunos minerales como mantenimiento de esa estructura.
Para medir el nivel de calcio, fósforo y magnesio, que son los minerales más importantes en la estructura del hueso existen diversos métodos, se puede hacer en laboratorio y acorde con ello realizar el suministro del faltante al ganado, no solo por vía de la ingesta sino por suplementación intravenosa o subcutánea.
El mayor cuidado está relacionado con la cantidad y calidad que se suministra de alimento pero no se debe confundir gordura con estado corporal. (Lea: 9 aspectos de importancia a la hora de juzgar ganado bovino)
Para producir leche no se necesita carne, es decir, las vacas lechera son animales descarnados, sin estructura muscular corpulenta o abundante. El ganado bovino nunca come de gula sino hasta que se llena y después descansa, se acuesta a rumiar.
Las dietas deben tener en cuenta el rendimiento productivo de cada animal, así una vaca que produce 8 litros de leche no tiene por qué comer la misma cantidad de forraje que la que produce 18 litros, concluyó.