CattleVR revoluciona la formación en manejo del ganado a través de la realidad virtual
PorCONtexto ganadero-07 de Noviembre 2024
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Por - 19 de Enero 2023
Asegurar la ganancia de peso sostenida en el tiempo no es algo que se consiga de manera fácil, por eso hay que buscar alternativas para que se reduzcan los tiempos y se acelere la salida de los animales. Aquí le contamos una opción.
Asegurar la ganancia de peso sostenida en el tiempo no es algo que se consiga de manera fácil, por eso hay que buscar alternativas para que se reduzcan los tiempos y se acelere la salida de los animales. Aquí le contamos una opción.
Marino Alende y Maria Laura Fontana explican en una investigación que un sistema de producción de cría eficiente no debe registrar ganancias de peso inferiores a 600 gramos/día. De 12 a 18 meses, desde el inicio de la terminación, es un tiempo de faena deseable para garantizar un producto de calidad procedente de animales jóvenes. (Lea: Las propiedades de la alfalfa como alimento bovino)
Naturalmente, las ganancias de peso y la duración del proceso total depende del tipo de animal, de las cadenas forrajeras utilizadas y de la mayor o menor utilización de suplementos. Por lo que opciones forrajeras altas en nutrientes, como la alfalfa son una opción para los bovinos.
Por su alta producción de forraje, su alta digestibilidad y su alto contenido de proteína bruta, la alfalfa es un forraje ideal para la producción de carne, en particular para las categorías en crecimiento y terminación, que son las que tienen mayores requerimientos nutricionales.
Los autores de la investigación aseguran que “manejadas con la carga adecuada, la alta receptividad de las pasturas de alfalfa, puras o combinadas junto con otras especies, suele generar excelentes resultados productivos y económicos”.
En la medida en que no existan limitaciones al consumo de materia seca, la alfalfa es capaz de satisfacer los requerimientos nutricionales para alcanzar el máximo nivel de productividad de novillos, vaquillonas y terneros.
La alfalfa, por su forma de crecimiento y fisiología, es una especie que tolera pastoreos intensos, pero no frecuentes. La intensidad está relacionada con la proporción de forraje remanente, mientras que por frecuencia se entiende al número de días transcurridos entre cortes o pastoreos sucesivos. (Lea: Diferentes métodos de utilización de alfalfa con vacas lecheras)
La alfalfa no tolera bien el pastoreo continuo, siendo preferible el pastoreo rotativo, pues la defoliación continua, sin periodos de descanso, puede conducir al agotamiento y muerte de la planta.
Existen dos factores que tienen gran incidencia sobre la productividad de carne en situaciones de pastoreo que son la carga animal y la asignación de forraje. Cuando se habla de la alfalfa en este último aspecto, hay que tener claro que en pastoreo como en el resto de los forrajes, la alfalfa tiene una producción individual que aumenta en la medida en que incrementa la disponibilidad de forraje.
La utilización de esta especie en mezcla con otras gramíneas posee algunas ventajas que justifican su consideración. Por un lado, se combinan la fijación biológica de nitrógeno que aporta la alfalfa como leguminosa con efectos positivos que tienen las gramíneas y mejora la estructura física del suelo por medio del sistema radicular y, por otro lado, reduce el riesgo de meteorismo espumoso que siempre está latente en pasturas de alfalfa puras.
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