Castración de novillos, una práctica que no aporta a la ganadería

En algunas ganaderías de ceba en Colombia aún se castran novillos y de forma incorrecta. Ante eso, expertos en el tema aseguraron que la práctica no aporta al sector; todo lo contrario, genera estrés en el animal que, sin cuidados, puede morir desangrado o por infección.   Alejandro Maestre, médico veterinario y profesional en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por Fedegán, recordó que cuando era niño presenció la castración de toros de forma cruel. (Lea: Novillos ganan un peso de kilo al día en engorde a corral)   “Una de ellas me traumatizó. Cogían al toro de las patas con un brete y con un tronco le arrancaron (las gónadas) y sin anestesia. Hasta echaban sal para curar, pero los animales morían por infección”, describió Maestre.   La práctica de castración ha disminuido, según afirmó, y se hacía cuando el novillo entraba a la pubertad y comenzaba a engordarse, con ello se buscaba que no produjera hormonas.   Fredy Enrique García, médico veterinario e investigador Phd de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, en Tibaitatá, dijo que la castración es una práctica zootécnica de “toda la vida” en sistemas de ceba y es un tema que no ha evolucionado en la forma de hacerla por la carencia de anestesia e higiene con que se hace.   Además, explicó García, la idea con que surgió, fue evitar que el toro rompa cercas y busque hembras para montarlas, lo que ha cambiado en la actualidad, cuando se ha demostrado que los animales se pueden cebar enteros con resultados eficientes.   Armando Daza, gerente nacional de Frigoríficos Ganaderos de Colombia, Friogán, a la pregunta, de por qué algunas plantas de beneficio pagan mejor por animales castrados respondió: “pagan igual un animal castrado que uno que no. Influye el peso, estado del animal, la zona y la edad”. (Lea: La finca se puede convertir en una fábrica de comida para el ganado)   Manifestó que un animal castrado tiene más grasa cuando pasa los 3 años de vida, pero la edad ideal para enviar a frigorífico es entre los 20 y 24 meses cuando es similar el material graso.   Álvaro Padilla, ganadero de ceba en Córdoba, refutó que haya plantas de beneficio que paguen mejor por animales castrados. Él comercializa animales a frigoríficos en Barranquilla y Medellín que aprecian la res por peso y edad, y nunca le han exigido la práctica de castración que, a su parecer, retrocede la producción de carne un mes.   “Ahora mismo la exigencia de las plantas es tener animales enteros. Eso de castrarlos se hacía para manejarlos con hormonas, pero con la idea de las buenas prácticas de producción limpia, de dar pastos, y con los cruces con razas europeas se logran resultados y evita el estrés; se tiene rendimiento en canal y marmoleo. Eso de castrarlos es un capricho porque les puede dar tétano y morir”, aseguró Padilla.   El investigador de Corpoica hizo un llamado a los médicos veterinarios del país para que eviten el sufrimiento al novillo en concordancia con el bienestar animal, mediante la intervención quirúrgica y no rutinaria en los predios donde muchas veces se hacen castraciones rudimentarias.   “El mundo entero mira y valora el buen trato animal. Ese proceso (castración) y el descorne, tienen que evolucionar con prácticas en las que se tenga analgésico y asepsia”, afirmó García.