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Foto: Fedegán.

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Con buen manejo del hato emisiones de GEI pueden caer 30 %

Por - 21 de Abril 2021

Según el trabajo por investigadores del INTA y la Universidad de Zaragoza, el total de las emisiones depende del tipo de gestión y la tecnología que aplique el productor en las fincas de cría bovina. Cuanto más eficiente es el sistema, menor es la emisión que registra y mayor la producción de carne.


Según el trabajo por investigadores del INTA y la Universidad de Zaragoza, el total de las emisiones depende del tipo de gestión y la tecnología que aplique el productor en las fincas de cría bovina. Cuanto más eficiente es el sistema, menor es la emisión que registra y mayor la producción de carne.

Actividades como la agricultura, la producción de energía, el transporte y la industria generan emisiones de metano (CH4), de óxido nitroso (N2O) y de dióxido de carbono (CO2), entre otros gases. En el caso de la ganadería bovina –debido a su sistema digestivo– durante la fermentación del alimento que consume produce gas metano, como residuo. (Lea: Carne vacuna con bajas emisiones de GEI, un plus en el mercado)

En este sentido, los gases liberados a la atmósfera no solo son un problema para el ambiente, sino que también representan pérdidas para los productores, debido a que la energía ingerida como alimento se pierde en forma de metano, en vez de ser asimilado por el animal y utilizado para la producción de carne o leche.

Por esto, un equipo internacional de investigadores llevó adelante un estudio que busca evaluar las relaciones que existen entre el tipo de producción y las tecnologías de manejo del hato, con las emisiones de metano entérico y óxido nitroso generado por el ganado bovino en sistemas extensivos del sur de San Luis.

“En San Luis los sistemas ganaderos de carne vacuna presentan diferencias debido a las condiciones ambientales, de infraestructura, de recursos económicos, sociales y por el sistema de producción”, indicó María Isabel Nieto, especializada en temáticas ambientales y ganadería en sistemas extensivos que trabaja en la Estación Experimental Agropecuaria Catamarca del INTA. (Lea: Técnica mide gases de efecto invernadero en ganadería)

De acuerdo con la investigadora, autora de la tesis doctoral de la que se desprenden este y otros trabajos publicados, “las diversas interacciones entre gestión productiva y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dependen del tipo de sistema de producción, su manejo y gestión –por ejemplo: pastoreo rotativo versus continuo, carga animal, controles sanitarios, asistencia técnica–. Esto implica que, ambas interacciones, sean analizadas para desarrollar estrategias de manejo en cada situación puntual”, explicó y agregó: “Los valores de las emisiones dependen de la forma en que son expresadas y, además, es muy importante observar el momento de su análisis”.

Según los resultados del estudio, realizado en 30 establecimientos ganaderos al sur de San Luis, en la región la ganadería bovina emite 22 277 872 kilogramos de dióxido de carbono equivalente sobre una superficie total de 107 954 hectáreas y con 13 288 animales.

Tales emisiones corresponden a un promedio de 742 596 kilogramos de dióxido de carbono equivalente por establecimiento (valores que varían entre 24 720 y 4 255 534 kg CO2 eq, según características y manejo de cada establecimiento). Sobre el total de las emisiones, el 84 % corresponden a metano por fermentación entérica. (Lea: Estrategias para mitigar los GEI son efectivas si mejoran la rentabilidad)

“Dependiendo de la tecnología que aplique el productor puede haber, en promedio, un 30 % menos de emisiones, mientras aplique un mejor manejo, el sistema productivo emite menos GEI y obtiene una mayor producción de carne”, puntualizó la investigadora del INTA.

Además de la doctora Nieto, el equipo de especialista está integrado el doctor Ramón Reiné y la doctora Olivia Barrantes –ambos de la Universidad de Zaragoza, España–.

¿Cómo reducir las emisiones de GEI?

Los valores de las emisiones de GEI variaron dependiendo de la forma de expresión, el manejo y uso tecnológico adoptado y el tipo de sistema productivo. Desde una mirada reduccionista de los aspectos que caracterizan los sistemas ganaderos extensivos evaluados, los valores de emisiones de GEI son relativos a la interacción de algunas variables predictivas con los factores tipo de sistema de producción y técnicas de manejo aplicadas. (Lea: La producción en pastizal reduce las emisiones de GEI)

“Si consideramos las emisiones por kilo vendido, los sistemas de cría + recría o recría resultan más amigables con el ambiente que los que realizan solo cría, siendo la categoría ‘toro’ la más sensible a las emisiones de gases. El sistema cría es el principal contribuyente de la mayoría de los impactos ambientales analizados, aunque también los sistemas extensivos tienen un mejor rendimiento ambiental, en comparación con los sistemas intensivos en la mayoría de las categorías estudiadas. Un manejo moderado o muy buen manejo en los sistemas de cría conduce a reducir las emisiones de GEI”, concluye la investigación.

Al ser tan diversas las características de los sistemas, inclusive en una misma región, el informe propone una visión más amplia e integrada para la expresión de las emisiones. Este concepto se ve reforzado por diversos autores que afirman la importancia de tener un manejo adecuado en las fincas, a lo que se suman las mejoras técnicas en el manejo de sistemas de producción ganadera para emitir menos GEI.

Según destaca el equipo de investigación, Argentina dispone de una gran variedad y diversidad de tecnologías factibles de adoptar por los productores y que podrían permitir una importante mitigación en las emisiones de GEI de estos sistemas productivos. (Lea: Ganadería Colombiana y Cambio Climático)

Fuente: Mundo Agropecuario.