El cuarto principio del Sello Ambiental Colombiano exige condiciones laborales justas, seguras y verificables. La responsabilidad con los empleados, garantizando unas condiciones laborales dignas, es un pilar clave para que una empresa pecuaria sea considerada verdaderamente sostenible.
La implementación del cuarto principio del Sello Ambiental Colombiano exige que las fincas ganaderas acrediten condiciones laborales que cumplan con la legislación vigente, protocolos de bioseguridad, y sistemas de gestión documental.
Este principio, centrado en la responsabilidad con los empleados, es evaluado mediante evidencia tangible y representa un componente crítico para alcanzar la certificación ambiental, garantizando la trazabilidad, legalidad y sostenibilidad del predio.
Tratar con justicia, respeto y dignidad a los trabajadores rurales no es solo una cuestión ética, sino un criterio técnico exigido por la certificación. (Lea en CONtexto ganadero: El paso a paso para convertir su finca en un referente ambiental y productivo)
Las fincas deben demostrar que ofrecen condiciones laborales adecuadas, libres de discriminación por raza, género, religión u orientación sexual. También se espera que mantengan una política clara de contratación y remuneración dentro de la normatividad vigente.
Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario zootecnista, autor y presentador del Manual Práctico Ganadero, explicó que los ganaderos deben “recordar que su finca es una empresa”.
“Por ello es fundamental mantenerla organizada, mediante protocolos y procedimientos que garanticen la trazabilidad de todas las actividades que aquí se realizan”, aseguró.
Bioseguridad
Uno de los aspectos más rigurosos en la auditoría es la protección de la salud de los trabajadores. Esto incluye capacitación constante en el uso de equipos de protección personal (EPP), implementación de protocolos frente a sustancias peligrosas como agroquímicos o residuos biológicos, y el acompañamiento de la ARL vinculada.
El cumplimiento de estas medidas no solo protege vidas, también evita sanciones, mejora el ambiente laboral y reduce accidentes. (Lea en CONtexto ganadero: 7 claves que podrían convertir su producción ganadera en un referente de sostenibilidad ambiental)
Cada finca debe contar con espacios adecuados para el desarrollo de las tareas, un botiquín de primeros auxilios y al menos un empleado capacitado para atender emergencias.
Gestión documental
La auditoría del Sello Ambiental se basa en pruebas concretas, pues los evaluadores revisan registros de capacitación, entrega de dotación, planillas de pago, entrevistas a empleados y constancias de que no existen sanciones laborales vigentes. En este punto, la organización interna de la finca resulta un factor determinante.
De acuerdo con Arenas Ovalle, “un sistema de gestión sólido es una herramienta clave para el éxito”. Por lo tanto, no basta con cumplir, sino que hay que poder demostrarlo. Tener los documentos debidamente archivados, con acceso rápido y claridad, facilita no solo la auditoría sino el manejo diario de la empresa ganadera.
Adoptar este principio no solo abre la puerta a la certificación, sino que fortalece el vínculo con las comunidades rurales, mejora la reputación empresarial y eleva la calidad del entorno laboral.
Finalmente, el Manual Práctico Ganadero insistió en que la sostenibilidad no se logra solo con buenas prácticas ambientales, sino con un enfoque integral que incluya lo humano.