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¿Le interesa conocer la línea de tiempo de la Inseminación artificial en bovinos?

Foto: agronegocios.co - blog.agrocampo.com.co

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Esta es la cronología de la inseminación artificial en bovinos

por: - 31 de Diciembre 1969

¿Le interesa conocer la línea de tiempo de la IA? Desde hace miles de años, el hombre de manera inconsciente, ha practicado el mejoramiento genético en el ganado de forma gradual llegando a exploraciones como a inseminación artificial. Conozca a detalle esta sorprendente historia.

¿Le interesa conocer la línea de tiempo de la IA? Desde hace miles de años, el hombre de manera inconsciente, ha practicado el mejoramiento genético en el ganado de forma gradual llegando a exploraciones como a inseminación artificial. Conozca a detalle esta sorprendente historia.

Hoy en día, al ser la ganadería bovina una de las principales actividades económicas del mundo, se ha visto en la necesidad de utilizar, durante las últimas décadas, más herramientas para lograr grandes avances productivos. Una de estas prácticas ha sido incursionar en mejoramiento genético, pero más específicamente en Inseminación Artificial (IA), lo cual ha generado mayores ganancias económicas como lo menciona en un artículo la Revista de divulgación científica y tecnológica de la Universidad Veracruzana. (Lea: 3 claves a tener en cuenta para inseminación artificial en ganado de carne)

Antes de comenzar con su historia, hay que tener claro que la inseminación artificial es la técnica que consiste en lograr la fertilización del óvulo utilizando medios mecánicos, procedimiento que consiste en depositar los espermatozoides obtenidos del macho en el aparato genital de la hembra, lugar donde se unirán con el óvulo y darán inicio al desarrollo del nuevo ser, como se expone en un artículo realizado por Juan Antonio Hernández, José Alfredo Benítez, Agapito Gómez y Luis Antonio Moreno. 

Esta fue la primera herramienta de biotecnología aplicada para mejorar la reproducción y la genética de los animales de granja y ha venido usado con más frecuencia alrededor del mundo entero. 

Para conocer su historia, hay que remontarse al momento en que Anton Van Leeuwenhoek utilizó lentes de aumento por primera vez para luego ensamblar más de 550 microscopios con un aumento de hasta 500x. esto llevó a que Reiner de Graaf, un reconocido anatomista, lo recomendará a Leeuwenhoek a la Real Sociedad de Londres.

En este orden de ideas, las primeras personas en observar espermatozoides fueron Leeuwenhoek y su asistente Hamm en 1677. Describió el espermatozoide como ‘zaaddiertjes’ o ‘animálculos’ que viven en el semen humano, con un tamaño menor a la millonésima parte de un grano grueso de área y con colas finas transparentes y ondulantes.

Luego robustecieron el concepto concluyendo que los espermatozoides eran pequeños corpúsculos vivos, normales en el semen de cualquier animal, en contradicción a las teorías imperantes sostenidas por Harvey y Fabricius.

Durante cuarenta años, Leeuwenhoek describió los espermatozoides de artrópodos, moluscos, peces, anfibios, aves y mamíferos, llegando a la conclusión que la fertilización ocurría cuando el espermatozoo penetraba a un huevo.

Esto le permitió a Leeuwenhoek escribir su carta número 18 a la Real Sociedad de Londres en la que afirmaba que “los animálculos que he llamado animálculos ovalados no son realmente ovalados, a menos que se miren en el dorso o la parte superior del cuerpo, ahora he demostrado sus pequeñas patas, pero también su cabeza y su corta y punta cola. Es maravilloso ver la perfección de esta pequeña criatura. Debo decir, por mi parte, que jamás he tenido ante mis ojos una visión tan placentera como estos miles de criaturas vivas, todas ellas vivas en una gota de agua, moviéndose a través de la otra y cada criatura demostrando su propia movilidad”.

Pero fue Rudolf Wagner en 1837 quien observó que la motilidad de los espermatozoides fue mayor en el punto de la eyaculación y menor en el esperma tomado de conducto deferente e incluso menor o inexistente del esperma tomado del testículo.

Una vez conocido esto, respecto al origen a la IA existen muchas historias indocumentadas desde épocas remotas. Pues se dice que en la Edad Media fueron los árabes quienes lograron obtener esperma a partir de yeguas servidas pertenecientes a grupos rivales e introducir en la vagina un puñado de pelos empapados en semen e inseminando sus propias yeguas.

Sin embargo, en Europa se encuentra el primer reporte escrito acerca de la primera vez que se usó IA en 1780 gracias al fisiólogo italiano Lázaro Spallanzani, quien lo hizo en una perra, la cual tuvo tres cachorros a los 62 días. (Lea: ¿No le funcionó la inseminación artificial? Conozca qué factores pueden influir en esto)

Luego pasaron más de 100 años hasta que Walter Heape junto con otros investigadores de muchos países reportaran en 1897 la utilización de IA en conejos, perros y caballos. Este investigador estableció mucha de las bases de las relaciones entre estacionalidad y reproducción.

Para 1899, Iliá Ivanov se encargó de ser el pionero en el establecimiento de los procedimientos prácticos de la inseminación artificial. Pero fue hasta 1912 cuando el mismo autor reportó al Journal of Agricultural Science haber inseminado perros, lobos, caballos, ovinos y aves, con su consiguiente desarrollo de vaginas artificiales, diluyentes y aplicadores.

En Japón, Nishikawa realizó inseminación artificial en vacas, ovejas, cabras, cerdos y aves. Sin embargo, estas experiencias fueron publicadas solamente en este país y no se tiene fecha exacta.

A finales de los años 30, los árabes estaban reproduciendo miles de cabezas de ganado vacuno y vino mediante inseminación artificial. Y a partir de 1931, Ivanov junto con Milavanov comienzan el mayor proyecto de IA en vacas y ovejas, llegando a reportarse para 1938 la cantidad de 19.800 vacas y otros miles de ovejas.

En 1933, Arthur Walton en Inglaterra publicó un libro llamado ‘The technique of artificial insemination’, por lo que se dice que es el pionero en la comercialización del semen. En 1936, algunos veterinarios daneses realizaron un programa de IA con 1.070 vacas alcanzando un 59% de tasa de concepción y estableciendo el método recto-vaginal de fijación del cérvix.

Bonadonna y Lagerlof en 1937 organizaron el primer Congreso de Inseminación Artificial y Reproducción Animal en Milán, por lo que desde ese momento se celebra cada cuatro años.

La primera organización de IA en EE.UU. fue la New Jersey Holstein Breeders Cooperative Association, que inició en mayo de 1938 para tener en 1941 otra organizada por ganaderos llamados Vernon Country Breeders. (Lea: Cuándo emplear cada técnica de inseminación en su hato

En 1939, Paul Phillips y Henry Lardy fueron los primeros en utilizar la yema de huevo para proteger a las células espermáticas de toro del choque térmico al enfriarse. Para 1941 Glenn Salisbury fue mejorando los medios mediante el uso de yema de huevo con citrato de sodio, lo que permitió el uso del semen a 5ºC durante máximo tres días.

Chris Polge, Audrey Smith y Allan Parkers en 1950 fueron los primeros en congelar los espermatozoides de toro mediante el uso del glicerol en el extender. En ese mismo año, científicos de la Universidad de Cornell en Nueva York descubrieron el beneficio de antibióticos añadidos a la solución de esperma en procesos de inseminación artificial.

Ante la necesidad de presentar el semen en dosis individuales, Robert Cassou produjo en 1950 lo que hoy se conoce como pajillas comerciales utilizadas mundialmente, aunque también se le atribuye a Soren Peter Sorensen en 1936. Este ultimo autor organizó ese año la primera cooperativa de IA en Dinamarca. Luego Perry visitó en el mismo año dicha cooperativa, por lo que a su regreso a Estado Unidos organiza la primera en New Jersey.

Gracias a Chris Polge y Tim Rowson se tiene en 1952 el primer ternero nacido después del uso de semen bovino congelado – descongelado en Cambridge. Y fue hasta 1960 en el que investigadores de varios países descubrieron que el nitrógeno liquido se convirtió en el refrigerante de elección para la conservación del semen.

En Colombia la inseminación artificial llegó en la década de los 60 y sus primeros usos fueron mediante la utilización de semen recolectado en fresco de los toros nacionales que luego de ser nutrido con yema de huevo y refrigerado para su conservación por máximo ocho días, era utilizado para inseminar las vacas con buenos resultados.

Originalmente solo se usaron las pajillas para 0.5 ml de semen, pero para 0.25 ml de semen se hicieron más populares al requerir menos espacio para el almacenamiento y más confiables a nivel comercial para el año de 1964.

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