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Por CONtexto ganadero - 18 de Abril 2023
‘Las aves son las mejores biosensoras de la ganadería y le proporcionan mayor productividad’, concluyó una investigación realizada por Audubon, FEDEGÁN, TNC, CIPAV y la Universidad de la Amazonia.
Afine el oído y la capacidad de observación para empezar a identificar las aves en la finca y comenzar a trabajar en la conservación de aves. ¿Sabe por qué tiene que hacerlo? Porque la ganadería se vuelve más productiva si convive con ellas, y las aves son uno sensores de la salud de los bovinos, es más, controlan las plagas que afectan al ganado.
La manera de hacerlo la encuentra con lujo de detalles en el manual Ganadería para las aves: un canto a la sostenibilidad, autoría de un grupo de instituciones investigadoras destacadas como la multinacional Audubon, la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN), The Nature Conservancy (TNC), CIPAV y la Universidad de la Amazonia.
El manual lo puede descargar del siguiente enlace: https://bit.ly/3mJcf8A
“Nos honra hacer parte de la alianza con la multinacional Audubon. Desde FEDEGÁN estamos comprometidos en el establecimiento de sistemas resilientes y comprendemos que las aves son los mejores biosensores para conservar los esquemas productivos”, aseguró Manuel Gómez Vivas, director del programa ganadería Colombiana Sostenible de FEDEGÁN.
Enfatizó en que las aves no solo prestan servicios ecosistémicos, sino que contribuyen a mejorar la productividad de terneros, ganado y de carne. “Reservar y conservar aves significa, para una unidad productiva ganadera, menos garrapata y menos mosca”, agregó.
Estrategias como cercas vivas y mayor arborización regeneran la actividad natural y, a la vez, mejoran la productividad. El principal reto de la sostenibilidad es que los árboles estén asociados, no dispersos, crear hábitats biodiversos, corredores de conectividad para tener más ecosistemas.
“Teníamos el estigma de que los sistemas silvopastoriles eran costosos, pero no es así, hemos llegado a las comunidades vía asociación y hemos manejado mejor las fuentes de recursos. Las comunidades organizadas facilitan la gestión”, manifestó Gómez Vivas.
“La alianza institucional seleccionó 178 predios y al realizar su debido estudio durante 32 días consecutivos encontró 522 aves. Son cinco centenares de individuos que se convierten en eco indicadores de la naturaleza y de la salud animal”, afirmó Andrés Felipe Zuluaga, de TNC, durante la presentación del manual.
Resaltó que la Orinoquia colombiana es una eco región especial para la conservación de paisajes y es tan diversa que identificaron allí 400 especies de pastos, pero que los productores ganaderos suelen utilizar máximo 5 de esas variedades.
Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo y es deber de los ganaderos la protección de esa biodiversidad y el manual sensibiliza a los ganaderos a entender qué prácticas sostenibles, son también buenas para las aves. Las fincas no solo son potreros, sino que tienen humedales, sabanas, bosques y demás áreas, que pueden albergar también a las aves.
Para Zuluaga la investigación permitió identificar que, en razón a ello, los ganaderos tienen la posibilidad de contribuir y entender cuál es el conjunto de acciones a aplicar para conservar las aves y ofrecer cosas muy buenas en el mejoramiento ambiental y del paisaje.
Audubon promueve la conservación de las aves y de su hábitat y el gran propósito de contrarrestar la extinción de las especies. “Con preocupación observamos que 2,5 millones de aves migratorias se han perdido desde 1950”, sostuvo Gloria Lentijo, directora de Agricultura Regenerativa de la multinacional.
Ganadería para las aves: un canto a la sostenibilidad tiene el objetivo de diseminar prácticas que promuevan la conservación de las aves y la biodiversidad integrando beneficios para los ganaderos.
El manual indica, en 5 capítulos y un anexo, las acciones que se pueden implementar a través de la conectividad de fincas, corredores biológicos y la vegetación ribereña, entre otras, que además de conservar la bio diversidad se combinan con la producción ganadera e incrementan su productividad.
Principalmente se determinan las áreas dedicadas a la ganadería y de manera simultánea se liberan otras para restaurarlas y destinarlas a la conservación.
Establece de manera explícita la transición de ganadería extensiva a sostenible y le proporciona las herramientas para hacerlo desde el estudio inicial del predio hasta la adecuación de suelos, cercas vivas, bosques y protección del agua y humedales.
Suministra los pasos a seguir para la debida restauración, la planificación, la implementación de las diferentes especies arbóreas y convertir el predio en un área productiva, rentable y de conservación forestal y avifauna.
“Invitamos a pajarear, es decir, a concretar citas con aves, a conocer cuáles son las herramientas y aplicaciones que se pueden descargar en celulares para escuchar cantos de aves y educar el oído para identificar los sitios de las aves y familiarizarse con ellas”, manifestó.
Durante el lanzamiento se presentó una unidad productiva integral sostenible que además ofrece el aviturismo. Se ubica en el kilómetro 18 vía Magdalena a 25 minutos de Manizales. “Tenemos varias líneas de producción: ganadería de leche, de carne, cultivos de truchas y de papas y hace 4 años trabajamos el aviturismo”, dijo su propietario, Juan Martín Pérez.
Es un trabajo que inició mi padre hace 35 años: conservamos las fuentes hídricas, unimos corredores biológicos, en los últimos 2 años hemos implementado 12 kilómetros de cercas vivas, forrajes -Tilo- y plantas.
Tenemos un biodigestor y producimos gas y para el aviturismo contamos con cabañas y 75 por ciento de ocupación en promedio entre septiembre y marzo. El 95 por ciento de nuestros clientes son fotógrafos extranjeros con alto poder adquisitivo.
A todo este proceso se unió el permanente mejoramiento genético del ganado y ahora una vaca hace actualmente lo que producían dos.
La Fundación Aba Jev Amazonia, de la que hace parte el Comité de Ganaderos del Caquetá y Queso Caquetá, presentó el proyecto que tiene listo para implementar entre 2023 y 2037 mediante el cual busca establecer 15.000 hectáreas de bosque.
Para esta misión se requieren 50.000 hectáreas correspondientes a 600 fincas con promedio de 90 ha.
“El proyecto es un esquema de compensación de bio carbono que llamamos ‘Un domicilio, Un árbol, cuenta con el levantamiento topográfico, georreferenciación, estimación de remoción de carbono y hasta proyección de flujos de caja. Queremos gozar de los pagos por beneficios ambientales para lograrlo, pero se requiere financiación”, dijo Felipe Eslava.
En este enlace podrá conocer los pormenores del lanzamiento del manual: https://bit.ly/3oljCU7
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