logoHeader
Factores que podrían reactivar la natalidad bovina en Colombia

Foto: tiktok.com/@ganaderia_elarrayan

La natalidad bovina puede mejorar si se controlan factores como la nutrición, sanidad y seguimiento posparto.

ganaderia-sostenible

¡No se resigne, ganadero! Esto puede hacer para mejorar la natalidad en su finca

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

La tasa de nacimientos en hatos bovinos en nuestro país lleva varios años estancada en el 57 % y no muestra señales claras de mejoría. Expertos explican que la causa va más allá de la genética e involucra deficiencias nutricionales, sanitarias y de manejo que pueden corregirse con acciones concretas.

La tasa de nacimientos en hatos bovinos en nuestro país lleva varios años estancada en el 57 % y no muestra señales claras de mejoría. Expertos explican que la causa va más allá de la genética e involucra deficiencias nutricionales, sanitarias y de manejo que pueden corregirse con acciones concretas.


La natalidad bovina en Colombia permanece desde hace años en un promedio del 57 %, según la última Encuesta Anual Agropecuaria (2019).

Aunque se trata de una cifra antigua, sigue siendo el único referente oficial y los expertos coinciden en que poco ha cambiado. La pregunta que surge es: ¿por qué no mejora?

Para Juan Carulla Fornaguera, Ph. D. e investigador con décadas de experiencia en el sector, el problema es eminentemente nutricional.

“A mi juicio, la involución de la tasa de natalidad bovina es un problema nutricional. Las vacas durante su lactancia tienen deficiencias nutricionales que impiden la preñez”, recalcó. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué no se preñan sus vacas con IATF? Experto revela 7 errores)

Esto se debe, en gran parte, a que muchas hembras están ubicadas en zonas de baja tecnificación con pasturas naturales, como los Llanos Orientales o las sabanas del Cesar y Sucre. En estos territorios, la oferta de nutrientes es altamente estacional, lo que impide que las vacas se preñen durante la lactancia.

“En esas condiciones los factores claves como el intervalo entre el parto (IEP) y la preñez tienen espacios de tiempo muy largos: 280 a 320 días”, señaló Carulla.

Lo ideal, dijo, sería un IEP de 365 días, pero la realidad en Colombia es que el promedio que manejan los hatos es 450 días. En consecuencia, una vaca tiene un ternero cada año y medio o cada dos años.

“El nivel de natalidad del 57% obedece a los prolongados intervalos entre parto (IEP) que se observan en la ganadería colombiana”, coincidió Efraín Benavides Ortiz, médico veterinario y docente de la Universidad de La Salle.

Y añadió: “Así las cosas, lo oportuno es revisar el manejo de la reproducción en los hatos”. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo conservar una tasa de natalidad superior al 80 por ciento durante 30 años?)

Carulla sugiere dos acciones concretas para cambiar el panorama: “haciendo destetes en tiempos más tempranos” y “suplementando a las hembras”.

Para ello se requiere inversión, en especial para alimentar a las crías luego del destete, pero asegura que ya hay experiencias exitosas en Colombia con pasturas mejoradas y suplementación.

Lo ideal es un intervalo entre partos de 365 días, pero la realidad en Colombia está en un promedio de 450 días.


6 factores para reactivar la natalidad


Por su parte, Jimmy Vargas, médico veterinario y director del Instituto de Genética de la Universidad Nacional, sostiene que hay otros seis factores que deben atenderse con rigor si se quiere ver un verdadero cambio:

  1. Manejo de grupos etáreos: “La separación por grupos etáreos, terneras, novillas y vacas, así como también los novillos y toros, resulta fundamental para programar los ciclos de reproducción y tener un adecuado manejo reproductivo y de trazabilidad”.
  2. Nutrición y pasturas: “Muchas veces la oferta nutricional no es la apropiada o suficiente para sostener una preñez o una cría”.
  3. Seguimiento reproductivo: “Es posible que no se detecten calores apropiadamente, que no se diagnostique los abortos en el momento oportuno y, por ende, no se tienen las medidas de control”.
  4. Control sanitario: “La situación con enfermedades reproductivas como IBR, DVB, neospora y leptospira es delicada… esto conlleva a pérdidas embrionarias y abortos”.
  5. Tecnologías reproductivas mal aplicadas: “Existen múltiples herramientas para mejorar las tasas de natalidad, sin embargo, una correcta aplicación es necesaria para obtener resultados satisfactorios”.
  6. Monitoreo en las primeras 48 horas: “En la mayoría de explotaciones bovinas el seguimiento temprano del parto no se realiza o se hace de forma esporádica”.

Ambos expertos coinciden en que no se trata solo de genética o biotecnología, sino de implementar prácticas básicas y coherentes que aseguren el bienestar nutricional y sanitario de las vacas, en cada etapa del proceso reproductivo.