Recomendaciones ante presencia de la langosta llanera

El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) ofreció una serie de recomendaciones para combatir la langosta llanera que es una plaga que ataca a varios sitios de los Llanos Orientales.

De acuerdo con la entidad, con el comienzo de la temporada de lluvias aparecen las primeras langostas llaneras en estado saltón, etapa oportuna para iniciar acciones de monitoreo y control de estas poblaciones. Se trata de un insecto nativo y común de la Orinoquía Colombo-Venezolana.

Los aspectos más importantes sobre la biología de este insecto, que además, son claves para entender y realizar un adecuado manejo de esta especie son: ciclo de vida, preferencias alimenticias y predadores naturales de la especie.

El ciclo de vida inicia con las hembras sexualmente maduras que ovipositan grupos de huevos en el suelo, de dos a tres semanas después, los huevos eclosionan, dando paso a las primeras ninfas. El insecto desarrolla nueve estados ninfales o saltones, pasando de medir 6 milímetros en el primer instar, a 35 milímetros en el noveno, etapa que por lo general tiene una duración de cinco meses. (Lea: Preocupación por brote de langosta llanera en Vichada)

Posteriormente, el insecto alcanza el estado adulto volador y su madurez sexual, por lo que se desarrolla su etapa reproductiva y finalización del ciclo con la muerte del insecto.

Entre los meses de abril a septiembre este insecto pasa por nueve estados ninfales o saltones hasta llegar aproximadamente en el mes de septiembre al estado adulto.

Durante esta etapa la langosta llanera pasa de la fase solitaria a la gregaria, por lo que se hacen evidentes las formaciones de enjambres o mangas. Un individuo puede llegar a consumir 0,25 gramos de material vegetal al día.

De septiembre a marzo el insecto adulto es volador, se desplazan en grupo (mangas) grandes distancias, lo que dificulta su monitoreo y control.

Los adultos sexualmente maduros, copulan y las hembras ovipositan los huevos en grupos de 25 a 30 unidades, preferiblemente en suelos areno-arcillosos a finales de la época seca (marzo).

Se ha identificado que el ciclo de vida de la langosta llanera está ampliamente asociado a factores climáticos como: radiación solar y humedad relativa. Es así que el inicio de la eclosión de los huevos se da por el aumento de la humedad relativa, al inicio de la temporada de lluvias, que en la región de la Orinoquía se da en el mes de abril, mientras que el paso del estado ninfal o saltón a adulto volador, depende del incremento de la radiación solar que se da por la temporada seca en los meses de septiembre a marzo, es durante esta temporada que se dan las condiciones apropiadas en suelos arenosos para la oviposición. (Lea: 3 métodos para controlar ecológicamente las plagas)

Cambios en los meses o en la intensidad con la que se presenta la temporada seca o de lluvias, como los que se dan durante los fenómenos de El Niño y La Niña, pueden desencadenar explosiones poblacionales de la langosta llanera, lo que trae como consecuencia el incremento o el descenso de la presencia de dicho insecto en las áreas geográficas invadidas.

La langosta llanera se alimenta principalmente de gramíneas como: pastos nativos, pastos mejorados, maíz, sorgo y caña panelera. Dentro de sus preferencias de consumo están los rebrotes, material vegetal altamente disponible en predios donde se han realizado quemas.

En cuanto a los predadores naturales, se ha reportado que especies silvestres de aves como carracos, tijeretos y águilas, consumen a la langosta llanera, al igual que especies domésticas, principalmente gallinas y cerdos, que se alimentan de los estados tanto ninfales como adultos de la langosta. Cuando el consumo es alto o prolongado, la carne de estos animales toma un olor y un sabor desagradable para el consumo humano.

En cuanto al control natural ejercido por avispas depredadoras, la especie Prionyx thomae es la más destacada.

El ICA recomienda evitar realizar quemas en los predios, los rebrotes que surgen en el periodo posquema atrae a las poblaciones de langostas. Es importante resaltar que las quemas cuando el insecto ya se encuentra en el predio es una práctica de control insuficiente, pues las poblaciones se desplazan y luego regresan a alimentarse de los rebrotes.

Identificar y proteger los depredadores naturales de la langosta llanera como aves (carracos, tijereteros) y avispas.

Determinar la ubicación del brote o brotes dentro del predio para direccionar adecuadamente las acciones a implementar. (Lea: Ganaderos de Guaviare y el Meta en alerta por ataques de la langosta)

Utilizar productos con controladores biológicos, siguiendo las instrucciones de la etiqueta. El control biológico debe realizarse en horas en donde la radiación solar sea baja, es decir temprano en la mañana o en las últimas horas de la tarde, con esto se evita que el producto se deteriore y se aprovecha la baja actividad de los saltones.

Evitar la aplicación de insecticidas de síntesis química, y propender por el empleo de controladores biológicos. Recordar que los equipos utilizados para la aplicación deben estar libres de residuos de productos químicos.

Ante los reportes de altas poblaciones de langosta llanera en los cuatro municipios del departamento del Vichada, en 2020, el ICA conformó el Comité Departamental de Langosta Llanera en Vichada, integrado por entidades como Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Agrosavia, Corporinoquia, Gobernación del Vichada, Fiacol, la Mesa de Ganadería Sostenible y las alcaldías municipales de Cumaribo, Puerto Carreño, Santa Rosalía y La Primavera.

Bajo esta figura de articulación se lograron realizar acciones de gestión fitosanitaria como la adquisición, por medio de la FAO, de 500 dosis de un producto a base de hongos entomopatógenos con registro ICA para el blanco biológico de interés.

Con la participación y el aporte de las Secretarías de Agricultura de los municipios de Puerto Carreño, La Primavera y Santa Rosalía, así como de la Dirección de Desarrollo Agropecuario y Gestión Ambiental (DDAGA) se realizaron jornadas de control en las que se intervinieron un total de 143 predios: 32 con aplicación del bioinsumo, 87 con entrega del producto y 24 con ambas labores.

La afectación observada durante la brigada de control estuvo principalmente sobre pastos nativos, seguidos por pastos mejorados, y en una menor proporción sobre cultivos de maíz, caña de azúcar, yuca y arroz.