La criminalidad en Colombia ha cambiado de forma, pero no ha disminuido. El repunte en el reclutamiento de menores por grupos armados, sumado al incremento de los secuestros y las masacres, reveló un nuevo patrón de violencia que afecta especialmente al campo. Mientras tanto, bloqueos viales y extorsiones siguen golpeando la economía rural.
Un informe del Consejo Gremial Nacional mostró un alza del 95 % en el reclutamiento de menores y del 22 % en los secuestros durante el primer trimestre de 2025, frente al mismo periodo de 2024.
La tesis expuso que la seguridad nacional presenta avances parciales pero la criminalidad organizada muta, se reorganiza y regresa a las zonas rurales con nuevas modalidades, afectando de manera directa a comunidades campesinas y ganaderas. (Lea en CONtexto ganadero: Crimen a la sombra del hierro: así operaba la red de abigeato que sacudió a la región Caribe)
El general (r) Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz (FSSP) creados por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), aseguró que “hay una recomposición del delito que exige acciones articuladas urgentes del Estado, la sociedad civil y el sector productivo. El campo sigue siendo el banco preferido de las estructuras criminales”.
Cifras que estremecen
Uno de los focos más graves del informe es el incremento en el reclutamiento de menores, que casi se duplicó pasando de 40 casos en el primer trimestre de 2024 a 78 en el mismo periodo de 2025. Una señal clara del deterioro de la protección infantil en zonas de conflicto, donde grupos armados ilegales continúan usando a niños, niñas y adolescentes como carne de cañón de sus estrategias violentas.
Le sigue el secuestro, que con 84 casos reportados entre enero y marzo de este año tuvo un alza de 22. %. El departamento de Cauca, en particular, se ha visto fuertemente afectado por esta tendencia, que refleja la preocupante reactivación de esta práctica por parte de estructuras armadas en disputa territorial.
El informe reveló que los homicidios subieron 2 % en el primer trimestre del año, pasando de 3.174 a 3.244 casos. Departamentos como Valle del Cauca, Antioquia, Bogotá, Atlántico, Cauca y Bolívar concentraron más del 56 % de los homicidios a nivel nacional.
Las masacres no cesan. Mientras el Ministerio de Defensa reportó un alza del 6 %, la Fiscalía va más allá revelando un crecimiento del 37 %, con 26 masacres registradas en solo tres meses. Especialmente crítico es el caso de Norte de Santander, donde las víctimas pasaron de 3 a 69 en este mismo periodo, lo que representa un salto del 2.200 %.
Masacres como las de una pareja de esposos desmembrada en Palomino, Guajira, en octubre del 2024 no dejan de crecer. Foto: impactonews.co
Aunque la extorsión muestra una disminución leve del 3 %, el Consejo Gremial advirtió que esto no necesariamente refleja una mejora real, sino más bien un problema estructural de subregistro, dado que muchas víctimas no denuncian por miedo a represalias.
Ciudades como Cali y Barranquilla han experimentado un fuerte incremento de este delito, 62 % y 31 %, respectivamente. En el campo, los ganaderos también han denunciado presiones constantes, que van desde el cobro de ‘vacunas’ hasta amenazas a sus trabajadores.
A esto se suma la afectación logística y económica por bloqueos viales, que entre enero y abril de 2025 sumaron 274 cierres en vías primarias y secundarias, con más de 4.700 horas de interrupción en el transporte de productos. Los departamentos más afectados fueron Atlántico, Bolívar, Meta, Tolima y La Guajira.
Frentes Solidarios
Ante este panorama, el sector ganadero continúa apostando por la consolidación de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, una estrategia que ha demostrado resultados positivos en algunas regiones del país.
Según Murillo, “la integración comunitaria y el trabajo conjunto con la Fuerza Pública ha permitido disuadir a los delincuentes y anticiparse a hechos criminales en zonas ganaderas estratégicas”.
El llamado, sin embargo, va más allá. Se requiere mayor articulación institucional, inversión sostenida en seguridad rural y uso de tecnología para prevención del delito. (Lea en CONtexto ganadero: ¡Ola de violencia arrasa el campo colombiano! 30 hechos delictivos en una semana)
Como lo señaló el informe Murillo, “la solidaridad e integración del sector ganadero ha sido clave, pero sin un acción estatal decidida y efectiva, los esfuerzos resultarán insuficientes frente al avance de la criminalidad organizada”.