Aftosa: vacuna no debe ser barrera comercial

Por Pablo Antúnez, 13/12/2022   Productores y científicos defienden postura “libre es libre”  

Basándose en argumentos científicos y en los cambios tecnológicos, productores de la región, gremiales del agro, servicios sanitarios oficiales y la comunidad científica -impulsada por el International TAFS fórum-, marcan la necesidad de lograr un cambio de paradigma para que se reconozca a países como libres de fiebre aftosa, independientemente de que usen la vacunación o no.

Ya hay un documento base que será presentado a los ministros (en el CAS ya se analizó) y cuenta con el apoyo del MGAP, la Asociación Rural del Uruguay, Federación Rural, Instituto Nacional de Carnes y otros. A nivel regional es avalado por el Foro Mercosur de la Carne, Federación de Agremiaciones Rurales del Mercosur, Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación de Agremiaciones Rurales de Río Grande do Sul y Asociación Rural del Paraguay.

“No hay base científica para tratar de distinta manera el status de libre de aftosa con vacunación frente al libre sin”, afirmó a El País el Dr. Jorge Bonino Morlán, que representa a la ARU y es delegado ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) desde más de tres décadas.

Bonino recordó que lo que se conoce como documento de posesión ya circuló por el sector privado y es impulsado por el científico suizo Ulrich King, referente para la OIE y el mundo, además de fuerte defensor de Uruguay y su sanidad. Lo que se pretende es cambiar el criterio de libre, en base a un análisis de riesgo, independientemente de que el país vacune o no contra aftosa. “Es claro que el que vacune tendrá menos riesgo. Las vacunas de aftosa son muy buenas y están bien desarrolladas. Son una excelente herramienta”, afirmó Bonino.

En la OIE (hoy OMSA), en su momento, se crearon dos categorías de países libres: con vacunación y sin vacunación. Uruguay entró en la de libre con vacunación y refrenda su status en base a pruebas científicas todos los años.

Bonino explicó que hoy el escenario cambió totalmente, hay más conocimiento y “se mejoró la fabricación de vacunas”. A su vez, hay tecnologías que permiten diferenciar claramente en una muestra de sangre lo que son anticuerpos originados por la vacuna de los que no lo son.

“Todo eso nos da más elementos de juicio para que la vacuna no sea una limitante que impida acceder a ser país libre si se mantiene”, dijo. En una palabra, no se puede usar la vacunación contra fiebre aftosa como una barrera para arancelaria.

El profesional explicó que el documento de posesión que se elaboró con el aporte de todos, no pretende ir en contra de los países que no dejen de vacunar. “Cada país tendrá en consideración y sabrá si debe seguir vacunando o no. Es una medida técnica y además, tiene un gran componente político que no tenemos que olvidar”, aseguró.

En 2023 el trabajo se focalizará en los organismos técnicos internacionales, para que se modifique la siguiente postura: para que un país sea considerado libre de fiebre aftosa tiene que dejar de vacunar contra la enfermedad.

Tomado de:rurales, El País