Gobierno quiere aumentar contribución de cafeteros al FEP y dirigir la economía cafetera
PorCONtexto ganadero-05 de Diciembre 2024
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Por Edgar Aldana - 15 de Julio 2024
Los altos precios del alimento y la difícil situación económica de los trabajadores han llevado a una caída en el consumo de carne vacuna que ya está en los niveles del pollo.
El consumo de carne vacuna en Argentina se encuentra en una tendencia decreciente desde la segunda mitad del siglo pasado, en la medida en que ha ido siendo sustituida por otras fuentes de proteínas.
Con cortes que tienen precios prohibitivos y un poder adquisitivo diezmado, el consumo de carne caerá este año al nivel más bajo de los últimos cien años. Así lo señala un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario (Argentina), que indica que, como resultado de estos escenarios, en 2024, el consumo de carne bovina en Argentina podría llegar a ser el más bajo desde que se cuenta con datos.
En efecto, se proyecta que el consumo anual por habitante promedio en 2024 sea de sólo 44,8 kg., por debajo del promedio histórico (72,9 kg.) e inferior al registro de 1920, cuando se consumieron 46,9 kilos por habitante.
Pese a ello, en una comparación internacional, Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita, con una ingesta prácticamente igual a la de Uruguay y superando ampliamente a Estados Unidos (38 kg.), Australia (27 kg.) y Chile (26 kg.).
Por otra parte, el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en Argentina podría ubicarse en el año 2024 alrededor de 105,7 kg. por habitante. Cada habitante consumiría en 2024 siete kilos menos de carnes en comparación al promedio de los últimos diez años, que es de 112,8 kg. (Lea en CONtexto ganadero: Cayó el consumo de carne en Argentina en el 1er trimestre de 2024, el más bajo en décadas)
Esta estimación se realiza con base en los datos de consumo de carnes proporcionados por la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal de la Secretaría de Bioeconomía. Los datos se encuentran disponibles hasta el mes de mayo para las carnes bovina y aviar y hasta abril en el caso de la carne porcina.
Para hacer la estimación anual se hace una desestacionalización con base en la información de los últimos años. Es fundamental recalcar que se trata de una proyección, pudiendo el consumo de 2024 diferir del estimado.
Esta tendencia "se ve agravada por la actual recesión que está atravesando la economía argentina y que lleva a muchos consumidores a inclinarse por el consumo de pollo y cerdo, siendo estas alternativas más económicas", indica la Bolsa.
El consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en Argentina podría ubicarse este 2024 en torno a los 105,7 kg. por habitante, lo cual representaría una caída del 9 % respecto del 2023, y sería el consumo más bajo desde el 2011. Es decir, que los argentinos están consumiendo cada vez menos proteínas animales.
La composición de la dieta cárnica del habitante promedio sería la siguiente: 42 % de carne bovina, 42 % de carne aviar y 16 % de carne porcina. La proporción de carne bovina habría caído 3,5 puntos porcentuales respecto al 2023.
Al mismo tiempo, el consumo de carne aviar aumentó 2,4 puntos porcentuales de forma interanual. (Lea en CONtexto ganadero: Panorama adverso para la carne bovina argentina en 2024)
Por primera vez en los registros, el habitante promedio en Argentina consumiría en 2024 la misma cantidad de carne vacuna que de carne aviar (alrededor de 44,5 kg.). El consumo de carne porcina, por su parte, aumentaría 1,1 puntos porcentuales respecto al año previo.
Otra variable que resulta de interés para explicar la dinámica de los diferentes consumos cárnicos es la relación que existe entre el precio de la carne vacuna y el de sus opciones sustitutas. Para ello, se tiene en cuenta un indicador que calcula el precio relativo entre la cotización de la carne vacuna, medida por el kg. de asado, y la de las carnes sustitutas, conformado por un mix compuesto por 0,5 kg. de pollo entero y 0,5 kg. de pechito de cerdo. Los datos provienen del IPCVA.
Se proyecta que en 2024 la relación entre el asado y el mix se mantendría sin cambios respecto a 2023, en un valor de 1,9. Esto significa que con el dinero que cuesta adquirir un kg. de carne vacuna, pueden comprarse casi 2 kg. de carnes sustitutas. El promedio de los últimos 10 años es de 1,7, lo cual significa que la carne vacuna está más costosa que lo usual respecto de sus sustitutos, siendo este uno de los factores que explican la pérdida de participación relativa del consumo de carne de vaca contra el de cerdo y pollo.
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