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Foto: Fedegán.

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Respaldo total del sector ganadero al presidente Duque

Por - 26 de Noviembre 2019

Aquí estamos los ganaderos de Colombia, para acompañarlo en la defensa de la libertad y el orden que pregona nuestro escudo, defensa civilista, pero vertical, contra la anarquía que pretenden sembrar unos pocos, agazapados bajo la piel de oveja de la protesta ciudadana (\*).


Aquí estamos los ganaderos de Colombia, para acompañarlo en la defensa de la libertad y el orden que pregona nuestro escudo, defensa civilista, pero vertical, contra la anarquía que pretenden sembrar unos pocos, agazapados bajo la piel de oveja de la protesta ciudadana (*).

Con estas palabras, el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie, le expresó el presidente de la República, en el marco del 37º Congreso Nacional de Ganaderos, el total respaldo de un sector que ha sufrido la violencia.

Señaló que esa violencia es exacerbada por intereses políticos que, todos los días, minuto a minuto, convocan a la movilización permanente, infiltrada por peligrosos y destructivos episodios de vandalismo.

Por ello denuncia la responsabilidad de las organizaciones convocantes, que a sabiendas de la crispación que recorre al continente, se obstinan en llevar a la sociedad al borde del abismo, y quieren incendiar a Colombia, como hicieron unos vándalos en Chile, promoviendo la movilización para protestar por todo y por nada, y utilizándola para incendiar el país y desestabilizar al gobierno.

Afirma que la patria está siendo alevosamente amenazada por unos pocos, pero que será defendida por la inmensa mayoría de los colombianos empeñados en la construcción de un futuro, y no en la destrucción de un presente valioso.

Advierte que las protestas buscan doblegar al gobierno a un mandato de cabildo abierto y de mayores exigencias, muchas imposibles, bajo la amenaza de la movilización permanente que lleva al colapso, y de la violencia callejera que desestabiliza.

Lo que está pasando en Colombia tiene nombres

Agrega que no es momento para eufemismos ni sutilezas frente a una realidad amenazante. Por el contrario, es imperativo llamar a las cosas y a las personas por sus nombres señalando que le teme a la mentira que siembra odio y enciende la lucha de clases.

Cita ‘A las del señor Petro, invitando a la Fuerza Pública a la desobediencia, a los jóvenes de secundaria, ¡menores de edad!, a abandonar las aulas y salir a marchar, a los empleados a abandonar sus trabajos y convocando a cabildos populares en los barrios. “Si queremos ganar”, les advierte a sus seguidores, hay que organizar movilización permanente, e indica que lo que está pasando en Colombia tiene nombres.

Señala que le teme a la mentira de los que se tapan con la bandera de la paz, como la de Roy Barreras; a la mentira de Ángela María Robledo; y a las de Jorge Robledo, y a la distorsión de la realidad promovida en las redes y en algunos medios.

Expresa que lamenta profundamente la muerte de cualquier persona producto de la violencia, pero siente que los promotores del odio incitan a los colombianos a llorar por un solo ojo. “No encuentro un hashtag que invite a honrar a los veinte jóvenes asesinados por el ELN o a los 300 policías heridos en manifestaciones que iban a ser pacíficas”.

“¿Esos son nuestros demócratas, los adalides de la paz incitando a la violencia y al caos, deslegitimando a la Fuerza Pública? No les temo a ellos, señor presidente, sino a sus mentiras y a su influencia sobre los buenos ciudadanos que hoy les creen, pero mañana se arrepentirán de haber contribuido al desastre: ¡Que lo digan los venezolanos!”, expresó.

Dijo que le teme al narcotráfico, que mueve con su dinero sucio y abundante, los hilos de esta tragedia que se pretende escenificar en nuestra patria, siguiendo un libreto infame que ha dado resultado en el vecindario.

También se refirió a Juan Manuel Santos, sobre quien señalo que negoció con las Farc la reinserción, pero no la entrega bajo las condiciones del Gobierno, en unas negociaciones marcadas por la amenaza extorsiva de las armas, contra toda previsión, frente a una guerrilla derrotada y a un narcotráfico con 45 mil hectáreas sembradas, y entregó al final de su mandato 200 mil hectáreas de coca, casi cinco veces más de las que recibió, con una productividad multiplicada por cuatro, una demanda que no declina y un precio que puede pagar toda la corrupción y la violencia que sean necesarias para preservar su negocio.

El narcotráfico es el financiador del caos

Señala que son los narcotraficantes quienes están matando a los indígenas, asesinando a los líderes sociales, además de asesinar a candidatos y sembró zozobra en las elecciones, y quien sostiene a Maduro, todo por mantener el control territorial para mantener sus 200.000 hectáreas y para garantizar las rutas del narcotráfico.

Afirma que para ello necesitan ganar elecciones, desestabilizar gobiernos e imponer su negocio, en alianza, como en la Venezuela de Maduro, con la izquierda que persigue lo mismo. El poder para el narcotráfico es un medio…, para la izquierda un objetivo para tomarse el poder para instaurar regímenes comunistas.

La izquierda después de que se agotan los recursos del petróleo de Venezuela, busca bloquear la democracia en Colombia y neutralizar a la Fuerza Pública, pues hay que proteger 200 mil hectáreas de coca para desestabilizar al país y financiar el camino al poder.

Explica, citando un video de Luis Tapias, la existencia de un manual de operaciones políticas, que busca escalar la violencia, copar a las instituciones y a la Fuerza Pública, hasta saturar a la sociedad y llevarla al levantamiento, que se aplicó en Venezuela y llevó a Chávez al poder, no fue un movimiento espontáneo por las injusticias; y que se utilizó en Chile 2019, en Chile.

Ese “manual” se está utilizando a pie juntillas en nuestra patria: movilizar a la población, siempre insatisfecha por algo; afectar bienes públicos y privados, incendiar, mantener la crispación, propiciar enfrentamientos con la Fuerza Pública para que haya víctimas que, ojalá, se conviertan en mártires, para culpar al Gobierno y amarrarle las manos.

Adiciona que, si las ciudades están asediadas por las bandas del microtráfico, en nuestro campo colombiano la situación es aún más dura: imperan las bandas del narcotráfico, incluidas las disidencias y los elenos, que ya perdieron su momento para argumentar la lucha por el pueblo, y para pretender sentar al gobierno en otra negociación sin compromisos y con el poder extorsivo de las armas bajo la mesa para imponer sus condiciones.

Esas bandas criminales, también dedicadas a la minería ilegal y, dicho sea de paso, verdaderas responsables de la deforestación en el país, afanosas de control territorial, están devolviéndonos a la época aciaga en que los ganaderos eran extorsionados, secuestrados y asesinados por centenares, sin que nadie se escandalizara o se entristeciera siquiera por semejante genocidio.

El campo no se nos puede volver a dañar

Los ganaderos creemos en el futuro y lo estamos construyendo, a pesar de las dificultades de la producción y de la violencia que reaparece con fuerza de la mano del narcotráfico. Entendemos que una de las demandas expresas de los líderes del paro, además del desmantelamiento del ESMAD, es la profundización de la reforma agraria, como si no fuera poco el ánimo expropiatorio que las Farc dejaron plasmada en su Reforma Rural Integral.

Es claro que los líderes de estas movilizaciones, que sin dejar de ser legítimas se están convirtiendo en extorsivas, le están haciendo un favor a las Farc y a sus disidencias narcoterroristas. Pero tenemos claro, igualmente, que usted hará valer sus profundas convicciones sobre el respeto al derecho a la legítima propiedad de la tierra.

Recordó que hace un año, en el Congreso Ganadero de Barranquilla, la petición fue clara: la devolución a Fedegán de la administración de la parafiscalidad. Y la respuesta del Gobierno, la respuesta del presidente, fue contundente: el 4 de enero de 2019 se firmó el nuevo contrato de administración entre el Ministerio de Agricultura y el gremio cúpula de la ganadería.

Gracias señor presidente. En nombre de la Junta Directiva de Fedegán, de nuestra institucionalidad gremial regional aquí presente y de todos los ganaderos colombianos”, indicó.

Trabajamos por una ganadería exportadora, uno de los temas centrales de este Congreso, que nos ha mostrado las inmensas posibilidades del mercado chino para la carne colombiana. Sin embargo, cualquier posibilidad está supeditada a la recuperación del estatus sanitario, que lo vamos a conseguir con el Ministerio y el ICA.

Pero seguimos enfrentando la amenaza del contrabando, manejado en la frontera por el narcotráfico. Las cifras de vacunación de los últimos ciclos indican que, durante los últimos tres años, y al amparo de la permisividad frente al delito que rodeó a las negociaciones con las Farc, entraron al país cinco millones de animales.

Contrabando y narcotráfico son una mezcla peligrosa; dos caras de una misma moneda.

Hay que detener el contrabando y redoblar esfuerzos para fortalecer institucionalmente al ICA y a la POLFA. Necesitamos retomar el tema de la trazabilidad y comprometer al INVIMA en una gestión confiable de Inspección, Vigilancia y Control a las cadenas cárnica y láctea.

Derribar las barreras paraarancelarias es importante, pero el campo necesita mayor “competitividad país”. Nuestra agenda es sencilla, señor presidente: Necesitamos crédito en mejores condiciones y con un sistema móvil de hipotecas administrado por Finagro.

Es urgente conectar a la Colombia rural con vías terciarias financiadas con recursos del predial rural, contrapartidas de la Nación y veeduría ciudadana.

La Colombia rural no puede quedar por fuera de la conectividad, a riesgo de profundizar la inequidad entre campo y ciudad, cuya expresión más dramática está en la diferencia entre un niño urbano y uno rural para aproximarse a las oportunidades, porque el conocimiento está cada vez menos en las aulas y cada vez más en la nube.

Pero no recaen solo en la educación los riesgos de aislamiento rural. Iniciamos con el Ministerio de Defensa una aproximación a un Sistema de Vigilancia de predios rurales basado en cámaras digitales, con monitoreo permanente y articulación con la Fuerza Pública, como existe en las ciudades, pero la dificultad radica en la falta de conectividad, una problemática que, sabemos, tendrá solución o avances significativos.

Una ganadería sostenible

Este Congreso coincide con la conclusión del proyecto Ganadería Colombiana Sostenible, alianza estratégica que contó con financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, GEF, del Banco Mundial, y del Gobierno del Reino Unido, con la participación de importantes instituciones ambientales nacionales e internacionales.

Durante nueve años, el proyecto marcó un hito, a nivel nacional y continental, en el establecimiento de Sistemas Silvopastoriles, que no solo representan la respuesta de la ganadería a la crisis ambiental y el cambio climático, sino una verdadera revolución de productividad, que he podido constatar como ganadero.

Para darle continuidad a este esfuerzo, la Junta Directiva del Fondo Nacional del Ganado creó el Programa Nacional de Ganadería Sostenible, y en ese contexto recibimos como una expresión de apoyo, su decisión de incorporar, en su intervención ante la Cumbre sobre Cambio Climático en la ONU, nuestra meta de 100 mil hectáreas en sistemas silvopastoriles.

Alcanzarla demandará una inversión del orden de los $600 mil millones de aquí a 2022, lo cual requerirá de alternativas de financiación en condiciones de fomento y de apoyos de tipo tributario. Contamos con su apoyo, señor presidente, para lo que será una transformación sin precedentes del entorno rural del país.

Lafaurie concluye señalando que, las protestas de 200 mil colombianos, muchos bienintencionados y otros movidos por la consigna de incendiar al país, no pueden sustituir el mandato democrático de las mayorías. Con cifras exactas, sin estimaciones, 10 millones 398 mil 689 colombianos depositamos por usted nuestro voto y en usted nuestra confianza.

Los ganaderos cerramos filas alrededor suyo y reiteramos nuestro apoyo a la Fuerza Pública y a su comandante supremo. Mientras levantamos banderas blancas como única arma, sabemos que sabrán defendernos y defenderán también nuestras instituciones democráticas.

(*) Aparte de la intervención de José Félix Lafaurie Rivera, presidente Ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en el Acto de Clausura del 37º Congreso Nacional de Ganaderos. Bogotá D.C. 26 de noviembre de 2019.

Lea todo el discurso en este enlace.

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