Paro cafetero
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Desabastecimiento en varios departamentos por cuenta del paro cafetero

Por - 04 de Marzo 2013

Los departamentos de Nariño, Cauca y Caquetá son los que viven la situación más dramática.


Los departamentos de Nariño, Cauca y Caquetá son los que viven la situación más dramática.

7 días completa el paro cafetero, a pesar de las soluciones que ha brindado el Gobierno, los productores del grano exigen que les den un auxilio de $230 mil, cifra que está bastante lejos de los $115 mil que les fue ofrecido el pasado sábado.

Sin embargo, los bloqueos en las carreteras empiezan a dejar consecuencias graves en algunos departamentos. Cauca, Nariño y Caquetá, algunos de los que con más fuerza han sentido las consecuencias, sus habitantes se encuentran prácticamente sitiados ante la falta de combustibles, suministros médicos y alimentos que no pueden entrar ni salir de estas zonas del país.

Cauca reportó pérdidas por $50 mil millones

El bloqueo en la vía Panamericana que comunica al departamento con el Valle, del que es su puerta de entrada y salida, lleva más de 7 días, razón por la cual la economía caucana ya empieza a verse seriamente afectada por la parálisis.

Según manifestó Juan David Delgado, vocero del Consejo Gremial y Empresarial de Cauca, el paro ha impedido que 85 mil litros de leche se comercialicen, el transporte público empieza a escasear por cuenta de la falta de combustibles y la educación ya está paralizada.

“Los comerciantes y empresarios están abocados a la quiebra por desabastecimiento de insumos y la imposibilidad de sacar sus productos. Hay escasez de alimentos perecederos en toda la red de distribución, ya no hay pollo, leche, carne ni huevos; a todo eso se suma además  la limitación en servicios como recolección de basuras y atención en salud”, aseguró el vocero.

La situación no tiende a mejorar, por eso ha obligado a los transportadores que se encuentran parados en la carretera que comunica al Cauca con el Valle a regalar productos como guayaba, naranja, pollos y pescados a los habitantes de las zonas, ante el deterioro de la calidad de los mismos.

En Nariño no hay gasolina

La parálisis decretada por los caficultores hace una semana, la cual tiene incomunicados varios departamentos, no ha permitido que los camiones cisterna que se dirigen hacia el sur del país con gasolina lleguen a su destino final, Pasto, razón por la cual, el gobernador de Nariño, Raúl Delgado le pidió al Gobierno permitir que se importen combustibles desde Ecuador y evitar así el desabastecimiento. (Cafeteros y Gobierno comienzan diálogos para poner fin al paro del sector)

Además de esta situación, los ganaderos se encuentran “enlechados”, ya que no han podido sacar la producción hacia el centro del país, lo cual los ha obligado a regalar la leche y en muchos casos botarla, ya que se empieza a pudrir.

Según señaló Eudoro Bravo, director ejecutivo de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Nariño, más de 40 mil pequeños y medianos productores del sector son los más perjudicados ante el paro, que por ahora no tiene una solución. (Más de 500 mil litros de leche están cerca de perderse por paro cafetero)

Caquetá decretó la alerta amarilla por el paro

El departamento desde que empezó el paro se viene quejando de la situación, ya que las vías de acceso que comunican a Caquetá con el Huila y Florencia, se encuentran cerradas, perjudicando gravemente a los habitantes de esta región de Colombia, en la que alimentos, combustibles y medicamentos son cada vez más difíciles de conseguir.

Ante la difícil situación, la medida que tomó la Gobernación fue decretar la alerta amarilla en todas las instituciones de salud, para que se tomen las medidas necesarias tanto en las entidades públicas como privadas, por si se llega a presentar una emergencia, los caqueteños tengan plena seguridad de que el servicio va a ser prestado. (Caquetá sufre desabastecimiento por cuenta del paro cafetero)

Por su parte, los ganaderos se encuentran seriamente afectados por los bloqueos, ya que la leche y todos sus derivados se están dañando ante la imposibilidad de comercializarlos. Las pérdidas están cercanas a los $2.500 millones diarios.

Por ahora, los caficultores y el Gobierno siguen dialogando y buscando alternativas para decretar el fin del paro, que con el pasar de los días está perjudicando a más colombianos en diversas zonas del país.