La inseguridad en el Cesar no termina, se reinventa

A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales para abordar esta situación, el abigeato, el robo a fincas y otras formas de delincuencia continúan afectando a las comunidades rurales de esta región. Esta realidad plantea desafíos significativos y reafirma que se deben reforzar las medidas implementadas hasta ahora.

El abigeato no solo representa un golpe financiero para los productores, sino que también socava la seguridad alimentaria, así como el sustento de muchas familias que dependen de la actividad agropecuaria.

El robo de fincas ha proliferado en el campo cesarense, generando un clima de temor e inseguridad entre los productores. Eudes Antonio Garzón, médico veterinario zootecnista y profesional de Fedegan-FNG en la región de La Guajira y Cesar, asegura que el robo a fincas se ha vuelto un dolor de cabeza. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca la crítica situación de inseguridad en La Guajira y Cesar)

“Hace pocos días se presentó el robo a una finca en el municipio de El Paso, en donde hurtaron las pertenencias de los residentes de la finca. Estos delincuentes están descontrolados, pues han llegado al descaro de robar los alimentos de las personas y hasta los fósforos de encender los fogones”, menciona Garzón.

Para el profesional este problema se remonta a la historia, pues la inseguridad se ha visto como la falta de oportunidades, “de programas sociales, falta de acompañamiento del Estado, lo cual es parcialmente cierto porque si es verdad que hay un abandono del Estado, por eso muchas personas que viven en el campo migran a las ciudades, intentando mejorar las condiciones de vida”.

Además de estas formas tradicionales de delincuencia, otras modalidades de inseguridad han surgido en el Cesar, exacerbando la complejidad del panorama. El contrabando, el tráfico de drogas y la presencia de grupos armados ilegales plantean desafíos adicionales para las autoridades locales, que luchan por mantener el orden y la paz en la región.

Estas actividades ilícitas no solo ponen en peligro la seguridad de los productores, sino que también socavan los esfuerzos de desarrollo y progreso en el departamento.

De acuerdo con el experto, al ser el Cesar una región de frontera, se ve amenazada por los grupos alzados no solo de Colombia, sino de otros países como Venezuela.

“Las capitales como Valledupar son blanco de este tipo de grupos transnacionales, aparte de los grupos que históricamente han ejercido su presión y accionar militar sembrando miedo en toda la región”, sostiene Garzón.

Históricamente, la inseguridad en el campo del Cesar ha sido una constante que parece resistirse a disminuir, a pesar de las medidas que se han planteado las autoridades. (Lea en CONtexto ganadero: Desafíos de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera frente la crudeza del abigeato y las extorsiones)

Hay que tener presente que Fedegán-FNG ha liderado la estrategia de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera que quiere devolverle la confianza a los ganaderos. Esta estrategia busca mitigar los delitos que aquejan a los ganaderos como extorsión, abigeato, hurto, carneo y secuestro.

La iniciativa es esencial para los trabajadores del campo que son víctimas constantes de esos flagelos y no saben cómo acudir a las autoridades para frenar estos delitos.