Lactosuero y leche en polvo descremada, ingredientes que están agravando la crisis lechera
PorCONtexto ganadero-01 de Noviembre 2024
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Por - 07 de Octubre 2013
La modificación de la calidad y la cantidad de alimentos disponibles, la demanda de agua y el uso de la energía, se ven directa o indirectamente reflejadas en el desempeño del ganado, bien sea productor de carne o leche, y la razón se debe al cambio climático.
Varias investigaciones y experimentos que se han adelantado desde 1954 han comprobado que la temperatura ambiental, la humedad relativa, la velocidad del viento y la radiación solar logran afectar la productividad de los animales, al cambiar sus mecanismos fisiológicos, es decir que, en lugar de continuar con la producción de alimentos para consumo humano (carne y leche), lo que hacen es establecer un mecanismo de defensa para no morir.
Al tener en cuenta lo anterior, las consecuencias de su defensa son las alteraciones en el consumo de alimento, su comportamiento y su productividad. Dichos cambios en el metabolismo del ganado son generados por cambios bruscos de clima, lo que implica que se presenten reducciones en los índices productivos como la ganancia de peso y la producción de leche al día. (Lea: En cualquier país, la eficiencia de la cría mejora con alimento de calidad)
Zona de confort, vital para el bienestar animal
En 1969 W. Bianca dio a conocer el término “termorregulación” en el cual se explican las condiciones ambientales y críticas para la sobrevivencia animal. Allí se tienen en cuenta otras zonas climáticas en las cuales el ganado puede estar, bien sea calor o frío.
Una vez el animal se encuentra en zonas en las cuales prima el frío o el calor, este adquiere estrategias para defenderse de las afectaciones climáticas, entrando en un periodo de estrés, lo cual provoca una reducción en su desempeño. Cabe resaltar que hay 2 zonas extremas que le pueden causar la muerte al animal: la hipotermia (muerte por frío) y la hipertermia (muerte por calor).
En el año 2000 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Reino Unido en una investigación señaló que el estrés térmico, el cual también se encuentra dentro del mapa de la zona de confort, incrementa la morbilidad y la mortalidad del ganado, y se produce cuando las temperaturas superan los umbrales que los animales pueden soportar. (Galería: Confort y productividad pueden ir de la mano)
Para asimilar el clima, el ganado cambia de manera constante el Consumo Diario de Materia Seca, CMS, y el Consumo Diario de Agua, CDA, con el fin de llegar a un balance térmico, que tiene un impacto directo en la temperatura corporal.
De acuerdo con lo anterior el investigador británico SA Richards en 1973 aseguró que los animales aumentan su CMS cuando se está en época de invierno, con el fin de obtener la energía extra requerida. Mientras que en temporada seca tienden a aumentar el consumo de agua.
Factores climáticos que afectan la productividad
En 1986, HD Johnson explicó que los efectos de la temperatura y el balance térmico en la leche que producen las vacas de raza holstein, disminuyen diariamente cuando se presentan temperaturas de -5 grados centígrados y 21 grados centígrados, valores que representan los límites a los cuales el ganado activa su mecanismo fisiológico buscando asegurar su supervivencia.
Posteriormente en 1998 DG Fox y TP Tyluki, afirmaron que en temperaturas sobre los 30 grados centígrados, asociadas a humedades relativas del 80% y con la ausencia de noches frescas generaron la disminución de la producción de leche en 11,9 kilogramos por día. (Lea: En busca de una ganadería eficiente y a la medida)
Con respecto a la productividad cárnica, JB Gaughan y LA Tait, en 2005 detectaron una disminución del CMS a través de todos los tratamientos que evaluaron para refrescar al ganado de carne, bajo condiciones de estrés por calor.
¿Cómo enfrentar el clima?
En 2006 RA Arias afirmó que una de las medidas que puede adoptar el productor bovino, de carne o leche, es acceder a fuentes de agua, una de las formas más eficientes con las que se consigue que los animales puedan reducir su temperatura corporal. “El consumo de agua en el verano alcanza los 32,4 litros por día mientras que en el invierno es de 17,3 litros diarios.
Otra opción es evitar el movimiento de los animales, más conocido trashumancia, ya que cada animal puede incrementar la temperatura corporal entre 0,5 y 3,5 grados centígrados. “La recomendación es evitar el movimiento del ganado o bien hacerlo en las horas más frescas del día, es decir antes de las 8am, o después de la puesta de sol, si la noche no es lo suficientemente fresca, entonces debe posponer el movimiento del ganado para otro día”, dijo TL Mader. (Galería: Trashumancia ganadera, una alternativa para enfrentar el verano y la sequía)
Una medida adicional el uso de la sombra, es decir que con la siembra de árboles o la búsqueda de un lugar con oscuridad, ya que en teoría ayudaría a reducir el impacto de la radiación directa e indirecta y por consiguiente la carga de calor que el ganado recibe y como consecuencia la productividad de los animales, con producción cárnica o lechera aumentaría sus niveles entre un 30% y un 50%.
Finalmente otra opción puede ser el uso de aspersores, aquellos que también son usados para los distritos de riego, con el fin de refrescar al ganado, práctica que es común en predios de producción de carne o de leche.
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