día mundial de los humedales
Foto: ramsarg.org.

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5 humedales colombianos que vale la pena destacar a propósito de su Día

Por - 28 de Febrero 2023

Chingaza, Laguna de la Cocha, Laguna del Otún, Delta del río Baudó y el Delta estaurino del río Magdalena, son los ecosistemas que vienen siendo protegidos con más ahínco ante su importancia en flora, fauna y recursos naturales.


Chingaza, Laguna de la Cocha, Laguna del Otún, Delta del río Baudó y el Delta estaurino del río Magdalena, son los ecosistemas que vienen siendo protegidos con más ahínco ante su importancia en flora, fauna y recursos naturales.   Desde el 2 de febrero de 1977, en conmemoración de la firma del convenio sobre los humedales, que se llevó a cabo en 1971, en Ramsar (Irán), se celebra el Día Mundial de los humedales, el cual le apunta a que los diversos países conserven y protejan estos ecosistemas. (Lea: Colombia desconoce cuál es su número de humedales)   La Organización Ramsar desde 1977 y hasta la fecha, viene trabajando con 168 países y diversas Organizaciones No Gubernamentales en aras de proteger más de 2.000 humedales.   Este año, el lema que está promoviendo la entidad es “Humedales para nuestro futuro: Medios de vida sostenibles”, el cual fue elegido para demostrar el papel esencial que desempeñarán estos ecosistemas para las próximas generaciones y particularmente su relevancia para el logro de los nuevos objetivos de desarrollo sostenible.   Ante la importancia de la fecha que hoy se conmemora, CONtexto Ganadero le cuenta cuáles son los humedales del país de importancia internacional y en donde más esfuerzos se vienen adelantando por proteger sus ambientes nativos y evitar que sean alterados por el ser humano.   Chingaza   El sistema lacustre de Chingaza, ubicado en el departamento de Cundinamarca, fue declarado el 23 de enero de 2008 por el Gobierno Nacional como uno de los humedales de importancia internacional, debido a que según explica la ONG Fundepáramos, esa zona tiene 21 pequeños humedales. (Lea: Vaupés trabaja por la preservación de los humedales)   “Son un conjunto de lagunas y humedales de origen continental, que abastecen con sus aguas a la capital del país y que están ubicados en los Andes Septentrionales Colombianos. Como resultado de los procesos de glaciación del Pleistoceno forjaron cubetas y crearon las condiciones físicas para convertir a la región en uno de los páramos más húmedos del territorio”, revela un documento publicado en la página web de la entidad.   Laguna de la Cocha   Por su ubicación geográfica (Nariño y Putumayo) rica y diversas en ecosistemas, especies, genes y en recursos hídricos de las vertientes pacífica y amazónica, el humedal ingresó al listado de los que deben ser protegidos por su importancia internacional bajo el decreto 698 del 2000 firmado por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.   Por la posición del cuerpo de agua, de acuerdo a la Corporación Autónoma Regional de Nariño, Corponariño, hace parte de la estrella fluvial del páramo de Bordoncillo y el Cerro Patascoy, en donde las fuentes de agua corren hacia las 2 grandes vertientes pacífica y amazónica, sectorizadas en 3 cuencas: río Guamués, río Putumayo y río Juanambú.   Los municipios Buesaco y Pasto en Nariño, mientras que San Francisco, Sibundoy, Colón y Santiago en Putumayo, conforman la laguna. (Lea: Humedales construidos, el nuevo reto tecnológico para preservar el agua)   Laguna del Otún   En 2007 este humedal ingresó a la lista de ecosistemas de importancia internacional. Se encuentra entre 3.300 y 4.850 m de elevación, dentro del Parque Nacional Natural Los Nevados. Este complejo está compuesto por una serie de lagunas, pantanos y humedales ácidos de diferentes tamaños, relacionados funcionalmente entre sí e influenciados por la presencia de glaciares y vegetación de páramo.

Tiene una extensión de 6.579 hectáreas en el que se encuentran páramos y bosques altoandinos, caracterizados por una gran diversidad de microhábitats, flora y fauna. Según la Organización WWF, este complejo colombiano es de especial importancia por los servicios ambientales, sociales y culturales que presta a la región, pues abastece de agua a más de 500 mil personas en zonas urbanas y semiurbanas de los municipios de Pereira y Dosquebradas.   Delta del río Baudó   En el año 2004, Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, declaró la bocana del río Baudó y la zona baja o las bocanas de los ríos Usaragá, Juratagá, Dotenedó, Sivirú y Ordó, que hacen parte del humedal, un ecosistema de importancia internacional.   Especies como el mangle blanco, el mangle rojo, el mangle injerto, el mangle piñuelo, el mangle nato, el mangle feliz o pelaojo, el mangle comedero y el mangle iguanero, se encuentran presentes en la región. En estos bosques también se encuentran helechos y herbáceas como la chiguamacha y la chigua y gran cantidad de bromelias y orquídeas sobre los fustes y ramas de los árboles. (Lea: ¿Por qué son importantes los humedales para el agro?)   Según la Cartera de Medioambiente, la masiva presencia de manglares en la región fue un punto determinante para que esta región fuera de tal importancia internacional, ya que allí sinnúmero de especies habitan durante temporadas, mientras otras permanecen en ellos la totalidad de su ciclo de vida. Sin el manglar, desaparecerían muchos animales marinos. En el lugar residen especies como peces, moluscos y crustáceos; también se encuentran algunos animales de caza como la iguana, la babilla y el venado.   Delta estaurino del río Magdalena   Mediante el decreto 224 de 1998, el Gobierno Nacional, designó como humedal para ser incluido en el listado de protección internacional el Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena, Ciénaga Grande de Santa Marta. Este ecosistema lo conforman una intrincada red de caños, ríos, pantanos y planicies aluviales y un conjunto de lagunas costeras que cubren un área de aproximadamente unas 400 mil hectáreas.   Según reseña el MinAmbiente, este ecosistema tiene un valor socioeconómico importante por cuenta de los recursos pesqueros y las actividades agropecuarias de las cuales dependen las poblaciones de la región y otras comunidades asentadas en esta zona. “Es un área con diversidad biológíca, debido a los diferentes tipos de vegetación como manglares, bosques inundados estacionalmente, vegetación herbácea y fitoplancton, la cual suministra diferentes hábitats, cobertura y alimento para especies de mamíferos, reptiles, anfibios, ictiofauna e invertebrados”.   A eso se le suma la diversidad de aves, ya que cuenta con una de las mayores concentraciones de patos migratorios de toda la región del Caribe, siendo un territorio importante dentro de la dinámica migratoria de varias poblaciones de especies, incluyendo aquellas provenientes del norte del continente americano, sin dejar a un lado que es un lugar idóneo para la reproducción para muchas aves del norte del país. (Lea: Ganadería sostenible ayudó a recuperar un humedal en el Meta)   Bogotá se une a le celebración   La Fundación Humedales Bogotá está invitando a los capitalinos a que se unan a la cuarta bicicaravana, la cual les dará la oportunidad a los participantes de recorrer varios ecosistemas de la ciudad, observar y conocer tanto sus riquezas como amenazas.   Este evento se realizará el próximo sábado 6 de febrero y es organizado por la fundación con el patrocinio de la Maestría en Gerencia Ambiental de la Universidad de los Andes y el Centro Comercial Palatino. También cuenta con el apoyo del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis en alianza con la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá.   Los interesados en participar en la bicicaravana pueden unirse a cualquiera de los 3 puntos de encuentro dispuestos por la organización. El primero partirá en el Humedal Córdoba; el segundo lo hará desde la Biblioteca El Tintal y el restante dará inicio en el Portal de Suba. La partida será a las 8 de la mañana y el destino final será el Jardín Botánico.   Para mayor información e inscripciones, visite este enlace

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