entrenar al cerebro para comer
Foto: CONtexto ganadero.

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Entrene a su cerebro para comer saludable

Por - 05 de Septiembre 2014

Según una investigación estadounidense y una nutricionista colombiana, bajar de peso es posible teniendo fuerza de voluntad y siendo consciente de lo que se consume y la forma en la que se hace.


Según una investigación estadounidense y una nutricionista colombiana, bajar de peso es posible teniendo fuerza de voluntad y siendo consciente de lo que se consume y la forma en la que se hace.

Según Rodolfo Llinás, médico neurólogo colombiano, el cerebro es capaz de controlarlo todo, desde un dolor de cabeza, hasta el interés del ser humano por consumir alimentos saludables y así disminuir los niveles de sedentarismo.

La afirmación cobra vigencia luego de un estudio piloto publicado en la revista Nutrition & Diabetes en la que un grupo de científicos aseguran que reemplazar los hábitos alimenticios puede cambiar la forma en cómo reacciona el cerebro a los alimentos altos y bajos en calorías. (Lea: Leche con más grasa y proteína, privilegiada para hacer quesos)

No comenzamos nuestra vida amando las papas fritas y odiando, por ejemplo, la pasta integral”, dijo la autora del estudio Susan Roberts, directora del Laboratorio de Metabolismo de Energía del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. “Este condicionamiento ocurre con el paso del tiempo en respuesta a comer, repetidamente, lo que está allí en el ambiente de la comida tóxica”.

Para llevar a cabo el estudio, se dividió a 13 participantes con sobrepeso y obesidad en 2 grupos: uno de control y otro experimental. Al comienzo, ambos fueron sometidos a una resonancia magnética para registrar su actividad cerebral en respuesta a las fotografías de varios alimentos.

El grupo experimental participó en un programa de intervención del comportamiento que incluía menús controlados por porciones y sesiones de grupos de apoyo. A los participantes se les pidió reducir su ingesta de calorías entre 500 y 1.000 calorías al día y seguir una dieta alta en fibra y proteínas para prevenir el hambre y los antojos. (Lea: Las 12 frutas exóticas que los extranjeros prefieren de Colombia)

Después de 6 meses, las personas en el grupo experimental perdieron un promedio de 6,3 kilogramos, mientras que el grupo de control perdió aproximadamente 2,2 kilogramos.

Posteriormente, ambos grupos se sometieron de nuevo a una resonancia magnética, y los investigadores les mostraron a los participantes del estudio fotografías de alimentos altos y bajos en calorías, como un sándwich de pavo con pan integral y unas papas a la francesa. Analizaron cómo los cerebros de los participantes respondieron a estas fotografías, particularmente en el cuerpo estriado, una región conocida por estar asociada con el sistema de recompensas del cerebro.

“En estudios previos se mostró que los alimentos altos en calorías, grasientos y azucarados desencadenan el centro de placer del cerebro. Es por eso que naturalmente se te antojan esos alimentos no saludables: esperas ser recompensando con dopamina por comerlos”, señaló Roberts.

Por su parte, las personas en el grupo experimental mostraron una respuesta ligeramente diferente al ver alimentos altos en calorías después de participar en el programa de intervención. Los investigadores vieron menos actividad en el cuerpo estriado cuando se les mostraban estos alimentos y una mayor ante la exposición de aquellos bajos en calorías. Lo mismo no ocurrió para el grupo de control. (Lea: El tomate de árbol soluciona problemas de salud y reproductivos)

Sobre el tema, Liliana Peralta, directora del Programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, explicó en diálogo con CONtexto ganadero que el cerebro es capaz de controlar las exigencias del cuerpo humano y agregó las personas también deben tener fuerza de voluntad para consumir alimentos sanos, que el cuerpo necesita, sin llegar a afectar la parte psicológica y nutricional del cuerpo.

El cerebro es el organismo que maneja todo, por tanto indica cuándo requiere nutrientes para que el cuerpo pueda sobrevivir. Sin embargo, hay factores que hacen que este órgano empiece a fallar, como el chicle, entonces se empiezan a desperdiciar nutrientes valiosos, como la insulina y afectar el proceso digestivo. Pero también hay que ser conscientes de lo que se consume y las calorías que  cada producto tiene, es decir, aprender a balancear, sin llegar una obsesión, como las modelos. Si somos más conscientes de lo que consumimos, tendremos una mejor nutrición”, puntualizó Peralta.

Los expertos sugieren que alimentos como brócoli, manzanas, arándanos, salmón, huevo, productos lácteos bajos en grasa, frutos secos, té verde, quinua, fríjoles, espinaca o chocolate amargo son ideales en la dieta humana, debido a sus altos contenidos en vitaminas, fibra y antioxidantes, los cuales ayudan a mantener en buen estado la salud humana.