Nuevo Acuerdo Internacional de Café busca mayores beneficios para los productores del grano

El pasado viernes se firmó el Acuerdo Internacional de Café de Bogotá 2022 que busca una producción más sostenible y mayores beneficios para los productores del grano a nivel mundial.

El nuevo convenio fortalece a la organización con una participación más activa y comprometida de actores privados, con miras a lograr una industria global más sostenible para toda la cadena, empezando por los productores.

Según el presidente del Consejo Internacional del Café, Iván Romero-Martínez, “el objetivo del acuerdo es encontrar nuevas maneras de que las condiciones del sector cafetero a nivel mundial mejoren y proporcionen un medio de vida en todo el mundo a millones de personas”.

El directivo hondureño explicó que, sin perder su carácter intergubernamental, actores privados de la cadena tendrán un rol más activo en la organización, lo que incluye el grupo operativo público-privado para trabajar en conjunto en favor de la sostenibilidad de la industria, donde los caficultores son el primer eslabón.

Por su parte el ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo destacó que el acuerdo da la bienvenida formal a la mesa, por primera vez en 60 años, a los comerciantes, tostadores, y fabricantes de café privados más grandes del mundo, junto a los caficultores y sus Gobiernos. (Lea: Caficultores, otras víctimas de la reforma tributaria de Petro)

Además, hizo un llamado al Gobierno de Estados Unidos, el mayor consumidor de café, “a reconsiderar la decisión que tomara en 2017 de retirarse de la OIC, para que se una nuevamente a este foro de diálogo público-privado orientado a la superación de la pobreza en las zonas rurales del mundo”.

La junta consultiva del sector privado se transformará en la junta de miembros afiliados bajo un nuevo marco institucional, en el que se integrarán miembros no gubernamentales por primera vez desde 1963, cuando se creó la OIC bajo los auspicios de la ONU.

El acuerdo de Bogotá 2022 también redefine el sistema interno de cálculo de votos y las contribuciones de los miembros para responder mejor a las transformaciones de la cadena mundial de café en los 30 últimos años, en beneficio también de la sostenibilidad financiera del organismo.

Por segunda vez en la historia del organismo, Colombia fue sede de la reunión anual de la OIC.

“La firma del Acuerdo Internacional del Café de Bogotá 2022 debe ser la oportunidad para trabajar juntos por la sostenibilidad y el bienestar de la cadena de valor del café”, dijo el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo. (Lea: El café tiene nueva vida... como fuente de energía)

“Hagamos nuestro mejor esfuerzo por acompañar esta nueva administración, por dar vida a este nuevo acuerdo, de forma tal que se convierta en la herramienta que todos esperamos, de cooperación y colaboración de toda la cadena de valor del café. (…) Al final la respuesta está dentro de todos y cada uno de nosotros”, añadió.

Entre tanto, la directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (OIC), Vanusia Nogueira, se refirió al panorama mundial del café y manifestó que se espera que el año cafetero 2022/2023 sea similar al que terminó el pasado 30 de septiembre.

El extenso periodo de lluvias en Colombia e inusuales fenómenos climáticos observados en Brasil están revelando a la caficultura global que el año cafetero, que va de octubre de este año a septiembre de 2023, tendrá los mismos retos o incluso mayores a los que se encararon entre 2021 y 2022.

El año cafetero 2021/2022 tuvo una producción menor al consumo, pues según las cifras provisionales de la OIC la cosecha cafetera global fue de 167,2 millones de sacos, con un descenso del 2,1 % frente a los 170,83 millones de sacos del año cafetero 2020/2021.

Además, el consumo mundial de café habría aumentado un 3,3 %, a 170,3 millones de sacos de 60 kilos en 2021-2022, frente a 164,9 millones en el año cafetero 2020-2021. (Lea: Juan Valdez Café lanza camiseta hecha con residuos del café)

La directora de la OIC también hizo referencia al nivel de precios observado que, aparentemente, son interesantes, pero no lo son, y ese sigue siendo otro gran desafío de los productores del grano.