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Foto: Daniel García Murillo – UNAL sede Manizales.

agricultura

Revolución agrícola 4.0 optimiza producción de los cultivos

por: - 31 de Diciembre 1969

Una nueva práctica que combina el uso de sistemas de información como el GPS diferencial (DGPS) con el Sistema de Información Geográfica (GIS) optimizaría la gestión de las parcelas desde el punto de vista agronómico, medioambiental y económico.

Una nueva práctica que combina el uso de sistemas de información como el GPS diferencial (DGPS) con el Sistema de Información Geográfica (GIS) optimizaría la gestión de las parcelas desde el punto de vista agronómico, medioambiental y económico.

Esta propuesta, que forma parte de la agricultura de precisión, es formulada por Daniel Guillermo García Murillo, estudiante de la Maestría en Ingeniería Industrial de la Universidad Nacional sede Manizales, quien destaca que cada día se recurre más a la tecnología y al uso de grandes volúmenes de datos o Big data, como fuentes para obtener predicciones más precisas y eficientes, con el fin de responder a las nuevas necesidades del sector. (Lea: ¿En qué consiste la industria 4.0 y cómo se relaciona con la ganadería?)

Con esta investigación trabajamos en aplicar la cantidad correcta de recursos, en el momento adecuado y en el lugar exacto, gracias al uso de tecnología de la información, que permite adecuar el manejo de suelos y cultivos a la variabilidad presente dentro de una parcela. Para para esto se utilizan sistemas de posicionamiento global (GPS), sensores y otros medios electrónicos para obtener datos del cultivo”.

Con el fin de entender la transformación que está suponiendo la agricultura inteligente para el sector y conocer las inmensas posibilidades que puede ofrecer el internet de las cosas a este nuevo mundo, él propone usar soluciones y herramientas tecnológicas diferentes en cada una de las etapas de los procesos en el campo.

Como parte de la investigación, plantea avanzar en el uso de GPS, que permite localizar y ubicar personas y objetos en cualquier punto de una explotación, en tiempo real, a una forma más avanzada denominada GPS diferencial (DGPS), ya que “con él se puede medir fiablemente una posición –entre 5 y 20 m– y en cualquier lugar del planeta. El DGPS opera mediante la cancelación de la mayoría de errores naturales causados por el hombre, que se infiltran en las mediciones normales con el GPS”, asegura. (Lea: Vacas conectadas, la ganadería 4.0 llega a granjas españolas)

En la mayoría de las situaciones de la actividad agrícola es necesario conocer la posición exacta de maquinaria, cultivos, animales o, simplemente, de un dato recogido en un terreno o parcela.

Sin embargo, por sí solo un DGPS no es muy importante si no se combina con un Sistema de Información Geográfica (GIS), por lo cual se propone trabajar ambas tecnologías con el fin de almacenar, recuperar, analizar y mostrar datos posicionados geográficamente. “Con el GIS, los datos acerca de la superficie de la Tierra no se representarán como un dibujo, como sucede con los mapas convencionales, sino como información o datos”.

“Con la información obtenida tras el muestreo intensivo de suelos y un mapa de rendimiento, el sistema GIS, que contiene todos los datos relativos a la explotación y a rendimientos, genera un mapa con las futuras acciones, el cual se conoce como mapa de aplicación”, detalla.

Como parte de la investigación también se estudió el impacto de los controladores, que son tecnología de dosis variable de fertilizantes: “se trata de maquinaria con una alta precisión que permite ajustar la dosis de fertilizantes según el mapa de aplicación realizado con el GIS”, subraya. (Lea: Vacas con gafas de realidad aumentada, iniciativa de granjeros rusos)

Para este proceso se requiere del uso de un DGPS, que permite conocer la ubicación del equipo en la parcela desde un ordenador que integre la información del mapa de aplicación y la envíe al controlador del equipo para variar la dosis recomendada sobre la marcha.

Mapas de rendimiento

Estos mapas, que son representaciones espaciales de datos de rendimiento registrados durante la cosecha de un cultivo, reportan información detallada de la productividad y brindan parámetros para diagnosticar y corregir las causas de bajos rendimientos en una zona concreta del campo y permiten estudiar las causas del alto rendimiento en determinados momentos. El sistema guarda registros de terrenos, variedades de cultivos y suelos, producciones y tiempos.

“Un monitor de rendimiento recoge la información de distintos sensores y gracias a un software calcula el rendimiento de un cultivo en el tiempo y en el espacio, basándose en la localización de cada parcela, proporcionada por los sistemas satelitales. El resultado se representa en un mapa gráfico”, explica el investigador. (Lea: Tecnología en el campo, clave para impulsar relevo generacional)

Este monitor de rendimiento también estima y graba el contenido de humedad y la cantidad de grano de cada sitio. La disponibilidad de sistemas de posicionamiento global precisos y relativamente económicos, combinados con los monitores de rendimiento, ofrecen la oportunidad de registrar y mapear instantáneamente los rendimientos de los cultivos durante la cosecha.