Alza en precios fomenta el “nacionalismo alimentario”: Bancolombia

Frente al alza en los precios de los alimentos, diversos países han optado por proteger y fomentar la producción nacional, según un informe del equipo de investigaciones económicas de Bancolombia.

El nacionalismo alimentario global crece en medio del descontento social por los precios de los alimentos. Desde la pandemia se empezaban a observar en algunos países medidas enfocadas en el abastecimiento local de alimentos y control de precios internos, tendencia que ha ganado fuerza con los problemas en la logística marítima, el aumento de los precios de los agroinsumos y el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Algunos ejemplos de lo que está sucediendo son las medidas sobre los cortes de res argentinos, los fertilizantes fosfatados de China y nitrato de amonio ruso, el aceite de palma indonesio y, más recientemente, el trigo de la India.

Hacia adelante, muchos países estarán enfocados en mejorar el abastecimiento local de alimentos, y las naciones desarrolladas estarán trabajando en cómo vivir sin Rusia, al menos en cuanto a proveeduría de agroinsumos y trigo. “La nueva tendencia será el nearshoring, con el fin de construir cadenas de valor soportadas entre países más cercanos geográfica e ideológicamente”, señala el informe. (Lea: Garantizar la seguridad alimentaria, gran reto de Colombia)

Mientras tanto, señala Bancolombia, en 2021 Colombia mostró poco avance en áreas sembradas, de hecho las cifras más recientes de la UPRA muestran que el área y la producción agrícola retrocedieron en 2021 un 1,2% y 0,1%, respectivamente. La inversión en áreas agrícolas no es un proceso de un día para otro, y se requiere de señales más duraderas que el aumento de precios o una tasa de cambio en un nivel superior como, por ejemplo, seguridad jurídica en la propiedad de la tierra y el desarrollo de vías terciarias.

Sin embargo, si la tarea es aumentar la producción local de alimentos, lo que no logra la actividad agrícola se ve compensado con el crecimiento sostenido del renglón pecuario, especialmente el sector avícola, porcícola y lechero.  Estas industrias son cada vez más relevantes en la seguridad alimentaria, y el crecimiento viene de años atrás en un esquema cada vez más empresarial.

Independiente del resultado en elecciones presidenciales en Colombia, el sector agropecuario va ser clave en los planes de gobierno. Seguridad alimentaria, ingreso de divisas, empleo y seguridad en el campo son apenas unos de los beneficios de un sector agro en crecimiento, especialmente si se hace de manera competitiva. El mercado local sigue siendo muy importante, pero las posibilidades de soñar en grande están en los más de 7 mil millones de habitantes por fuera del territorio colombiano, afirma el informe.

De otro lado, indica que el conflicto Rusia-Ucrania le da impulso al precio de la mayoría de los cultivos agroindustriales. Los precios locales del aceite de palma y del maíz amarillo han sido los más beneficiados de manera directa con la situación geopolítica actual, pero de esa tendencia de mayores precios de alimentos también se beneficia el azúcar y el café. En la medida en que estos productos son altamente transables con un nivel importante de comercio internacional, los precios locales se mueven con el precio internacional. (Lea: Ganadería y proteína animal, básicas para la seguridad alimentaria)

El sector palmero vive uno de sus mejores momentos. La carrera alcista del aceite de palma inició desde finales de 2020 y ha continuado, hasta la fecha, debido a las restricciones en la exportación de aceite de Indonesia y el conflicto entre Rusia y Ucrania. A la par, a diferencia de lo que sucede con el café, el crecimiento en producción en 2021 fue de dos dígitos, y es probable que se mantenga en 2022 con unas condiciones climáticas favorables y una maduración de las plantaciones sembradas hace algunos años.

Concluye señalando que la realidad actual es de precios elevados, preocupación por abastecimiento para el resto del año y restricciones al comercio global. “Hacia adelante todo va a depender de cómo se desenvuelva el conflicto entre Rusia y Ucrania, y mientras tanto será clave la gestión diplomática que Colombia pueda hacer para buscar aliados como Canadá y otros países, para garantizar que podamos contar con insumos necesarios para los trimestres que vienen. Por supuesto, todo esto estará condicionado adicionalmente por los cupos de las navieras en medio del atasco que se vive actualmente en la logística global”.}