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¿Cuál es la diferencia entre casos de vaca loca clásica y atípica?

Por - 08 de Octubre 2021

La encefalopatía espongiforme bovina (EEB) es una enfermedad del sistema nervioso del ganado bovino con un periodo de incubación que puede ir desde dos hasta ocho años, e incluso más. En Brasil surgieron dos casos atípicos, mientras que en Reino Unido se reportó uno clásico.


La encefalopatía espongiforme bovina (EEB) es una enfermedad del sistema nervioso del ganado bovino con un periodo de incubación que puede ir desde dos hasta ocho años, e incluso más. En Brasil surgieron dos casos atípicos, mientras que en Reino Unido se reportó uno clásico.

El caso de Reino Unido se confirmó hace algunas semanas en una vaca lechera de seis años del condado de Somerset. La vaca estaba en gestación y cerca de parir, y el granjero había notado un comportamiento anormal por su agresión y cabeza baja.

De acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE por sus siglas en inglés), la EEB es una enfermedad progresiva y fatal que puede incubarse durante mucho tiempo. (Lea: Los países que prohibieron la entrada de carne de Brasil por casos de “vaca loca”)

La EEB o enfermedad de la “vaca loca” forma parte de un grupo de enfermedades conocidas como encefalopatías espongiformes transmisibles (EET), o enfermedades priónicas, caracterizadas por la acumulación en el tejido nervioso de una proteína infecciosa llamada “prion”.

A este grupo pertenece el prurigo lumbar de los ovinos y caprinos, la caquexia crónica de los cérvidos y la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (v-ECJ) en el humano. También se ha vinculado a la EEB con una enfermedad neurológica en los felinos.

La hipótesis de que los priones de la EEB han sido transmitidos al humano, causando la v-ECJ, está firmemente respaldada por estudios epidemiológicos y clínico-patológicos. (Lea: ¿Cómo diferenciar estas enfermedades en bovinos que tienen signos similares?)

Se pueden distinguir dos formas o cepas: la forma clásica de EEB se produce en el ganado tras la ingestión del prion en piensos contaminados; y la forma atípica de EEB que se cree que aparece de forma espontánea en todas las poblaciones bovinas.

Los dos casos surgidos en dos plantas de beneficio en Brasil, uno matadero de Belo Horizonte y otro en Mato Grosso, son atípicos, en tanto que el reporte de Reino Unido es de la EEB clásica. ¿Qué significa esto y por qué se diferencian?

Forma clásica vs. forma atípica de EEB

Según la OIE, la forma clásica aparece por consumo de piensos contaminados, aunque el desarrollo de la enfermedad sigue siendo objeto de investigación científica. (Lea: Posible caso de ‘vaca loca’ en Brasil afectaría sus exportaciones)

Sin embargo, se ha demostrado que algunos tejidos de animales infectados tienen mayores posibilidades de contener y transmitir el prion de la EEB. Estos tejidos, conocidos como materiales específicos de riesgo (MER), incluyen cerebro, ojos, médula espinal, cráneo, por nombrar algunos.

Científicos consideran que, en general, la enfermedad se transmite entre el ganado bovino por el consumo de piensos contaminados durante su primer año de vida. El riesgo de contaminación se debe a productos derivados de rumiantes, como harinas de carne y hueso.

Estos elementos constituyen la proteína obtenida a través del procesamiento de ciertas partes de las canales de los animales, incluyendo las de los pequeños rumiantes de granja y los bovinos que no están destinados para el consumo humano.

El prion infeccioso es resistente a los procedimientos de inactivación comercial como el calor, lo que significa que puede no ser destruido en el procesamiento de los despojos. (Lea: OIE recomienda bajar riesgo de encefalopatía espongiforme bovina para EE. UU.)

La EEB clásica se diagnosticó por primera vez en Reino Unido en 1986, pero se calcula que, probablemente, estuvo presente en el país desde los años setenta o incluso antes. Más tarde, la enfermedad se notificó en 25 países, principalmente en Europa, Asia, Oriente Medio y América del Norte.

En la actualidad, como resultado de la implementación exitosa de medidas de control eficaces, la prevalencia de la EEB clásica es extremadamente baja, al igual que su impacto sanitario mundial y el riesgo para la salud pública.

Si bien en los años noventa se la consideró como una amenaza significativa, su aparición se ha reducido sustancialmente como resultado de la exitosa implementación de medidas de control eficaces y, actualmente, se considera que su prevalencia es extremadamente baja (cerca de 0 casos).

Por su parte, la forma atípica de EEB se refiere a la aparición de formas naturales y esporádicas que se cree aparecen en todas las poblaciones bovinas en una tasa muy baja y que solo se ha identificado en los animales más viejos, cuando se lleva a cabo una vigilancia intensiva.

A inicios de la década de los 2000, se identificaron priones atípicos causantes de la forma atípica de EEB, resultado de una vigilancia reforzada de las encefalopatías espongiformes transmisibles. El número de casos de la forma atípica de EEB es insignificante.

Pese a que hasta hoy se carecen de pruebas que indiquen que la forma atípica de la enfermedad sea transmisible, no se ha excluido el reciclaje del agente de esta forma de EEB. La OIE también excluye la forma atípica del reconocimiento del estatus de riesgo sanitario oficial de EEB, dado que puede aparecer de forma espontánea en cualquier población bovina.

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