Producción pecuaria es ínfima en deforestación, colonización dirigida, estrategia de concentración de tierras, disidencia de guerrilla, autores, deforestación ilegal, vías ilegales, Contexto ganadero, noticias de ganadería colombiana.
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“Deforestación no depende de la producción pecuaria”, sostiene Rodrigo Botero

Por - 07 de Diciembre 2018

El director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, sostiene que la participación agrícola y pecuaria es ínfima en la deforestación y que el problema real es de concentración de tierras. Guaviare cambió su orientación inicial y se convirtió en uno de los sitios de mayor acumulación de tierras del país.


El director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, sostiene que la participación agrícola y pecuaria es ínfima en la deforestación y que el problema real es de concentración de tierras. Guaviare cambió su orientación inicial y se convirtió en uno de los sitios de mayor acumulación de tierras del país.   “Lo que hoy en día se está reforestando es absolutamente ínfimo en términos de producción agropecuaria”, manifestó Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.   No se está incorporando tierra que genere una producción importante para el país desde la producción pecuaria y agrícola.     La deforestación es una estrategia de apropiación y de acumulación de tierras. El tráfico de maderas y de la biodiversidad, son elementos menores. (Lea: La deforestación avanza a pasos agigantados)   Botero se refirió a tres aspectos fundamentales de la deforestación en el programa de televisión Punto Crítico, de la Universidad Nacional de Colombia.:   1.Las tierras baldías del Estado son efectivamente las que se encuentran más amenazadas.   2.Las áreas de conservación más importantes del país empiezan a estar gravemente amenazadas.   3.Las tierras de comunidades, en particular las de resguardos indígenas y las tierras de campesinos cuyo caso específico es el de las reservas de campesinos del Guaviare.   Según Botero, “el Guaviare es una zona que cambio dramáticamente en su orientación inicial y se convirtió en uno de los sitios de mayor acumulación de tierras del país”.   Otras zonas que considero son las más afectadas corresponden a los departamentos del Caquetá y del Meta.   También en el noroeste de la Amazonía colombiana se concentra de manera más significativa la deforestación en el país. Este es el mayor porcentaje de los diferentes núcleos.   En el departamento del Choco en el Nudo de Paramillo igualmente hay una deforestación, pero resulta ser menor comparada con las mencionadas anteriormente.   Por su parte Andrés Felipe Zuluaga, coordinador de Estrategia de Tierras para la región del norte de los Andes y sur de Centroamérica de The Nature Conservancy, dijo que, “la deforestación es ilegal".   De hecho las concesiones que apenas comienzan en Colombia, son muy puntuales y en ellas existe un monitoreo cuidadoso sobre cuáles son algunas especies de árboles que pueden sacar del bosque pero que tienen que restaurarse. (Lea: Posible deforestación en zonas de exclusión legal en la Amazonía colombiana)   “El 65 % de la desforestación de 2017 se dio en la Amazonía colombiana, concretamente en dos municipios: Cartagena del Chaira y San Vicente del Caguán”, resaltó Zuluaga.   “Buena parte de los árboles son derribados para acaparar áreas de tierra. Inclusive los que deforestan a veces ni siquiera son los dueños de las tierras sino mafias que se dedican a esa actividad”.   De acuerdo con Botero y Zuluaga, la deforestación coincide con la salida de grupos guerrilleros como autores que ejercieron dominio territorial sobre los recursos naturales y tenían lineamientos para su manejo, pero ahora las disidencias son los autores protagónicos del proceso de deforestación.   Colonización   Allí hay una estrategia importante de colonización dirigida en la que el Estado estuvo totalmente ausente.   Para Zuluaga una parte de la deforestación se produce para extraer la madera de manera ilegal o informal, y otra, es quemar y dejar todo destruido, porque el interés es la tierra. La madera sale por vías ilegales y por los ríos. (Lea: La deforestación hace que los trópicos emitan más CO2 que el que absorben)   Botero sostuvo que gran parte de esas carreteras no han sido construidas por el Estado sino por diferentes actores.   Muchas de ellas se encuentran por debajo del bosque y son imperceptibles. Hay algunas que se hicieron para el tema del narcotráfico, otras que se destinaron a la minería y otras que han construido la comunidad para su propio desarrollo.