El criollo sanmartinero con una buena cantidad de años de adaptación al medio tropical se ha transformado en una raza con alta capacidad de reproducción y supervivencia en ambientes rústicos, convirtiéndose en una alternativa competitiva y sustentable para mejorar la rentabilidad en los hatos ganaderos.

Así lo planteó el Médico veterinario Héctor Onofre, investigador de Agrosavia La Libertad, quien recordó que esta entidad opera los bancos de germoplasma de las diferentes razas criollas colombianas con el fin de salvaguardar este patrimonio. 

La función de estos bancos es la conservación de esos animales porque dentro de la población bovina del país difícilmente se superan los 5.000 animales. (Lea: Determinan gran potencial del BON y Sanmartinero en la reproducción)

La idea es tener allí la variabilidad genética de la raza. Ese banco de germoplasma está conformado por diez familias que no tienen ninguna relación de consanguinidad.

De esta manera cuando los productores necesiten este tipo de animales pueden encontrar la genética en dichos bancos.

Esta es una raza de tamaño mediano, son animales colorados aunque hay algunos negros, tienen un ombligo corto, las orejas cortas, los cuernos en las vacas son en forma de lira.

Entre las razones para que se redujera esta población fue que los productores empezaron a darle las bondades a otras razas como es el caso del cebú y desconociendo lo que había en la región, señaló el profesional.

Sumado a esto los comercializadores le daban un mejor precio al ganado blanco y menospreciaban el criollo, con lo cual el ganadero se desmotivaba a seguir con estas razas autóctonas.

Sin embargo, se han venido dando cuenta que lo importante es la natalidad, es decir, el número de terneros que nacen por año porque eso determina cuánto se lleva al mercado y en cuánto se incrementa el hato y es ahí donde está la gran bondad del sanmartinero. (Lea: Pruebas de desempeño de toretes Sanmartinero para mejoramiento genético de la raza)

Sin embargo, lo más destacado son sus características reproductivas ya que tiene una tasa de natalidad del 80 % en condiciones de pastoreo y sal mineralizada, siendo este un buen desempeño, pudiendo llegar en algunas ocasiones al 90 %.

Las hembras están entre 400 y 450 kilos, peso en el hato, mientras que los toros oscilan entre 550 y 600 kilos, en condiciones de pastoreo.

En buenas condiciones se tienen animales a los 20 meses, para el caso de las hembras, que están alrededor de los 300 kilos y se están llevando al apareamiento. Animales que se destetan en un promedio de 180 kilos se busca llevarlos en el menor tiempo posible para su apareamiento. De esta manera se mejora la edad al primer parto. Cuatro meses después del parto la vaca debe quedar nuevamente preñada

Entre tanto, la concentración espermática del toro supera las de otras razas que no son de la región, por ejemplo en los taurinos está en 700 millones de espermatozoides por mililitro mientras en el sanmartinero se ha encontrado hasta 1.400 millones, de acuerdo con lo expuesto por Onofre.

Además son animales muy bien adaptados a las condiciones de estrés por calor, de humedad y de escasez de forraje o si este es de baja calidad

La vida útil de la vaca deja un mayor número de terneros comparado con otras razas. Entrega un ternero desteto en un promedio de 200 kilos y ya depende el manejo que se le dé posteriormente para tener un animal adecuado bien sea para sacrificio o para servicio sobre los dos años de edad. (Lea: Raza Sanmartinero se destaca por su carne y leche de alta calidad)

Si a la vaca se le da una buena pastura y una buena sombra con árboles, se logra que animales antes de los 30 meses tengan su primer parto

Actualmente se desarrolla una estrategia de mejoramiento y conservación del criollo sanmartinero, para ello se llevan a cabo pruebas de desempeño en el centro de investigación con la inclusión de animales de diferentes hatos buscando animales con mejores condiciones productivas y reproductivas.

También se utiliza el sanmartinero para cruces con animales cebuínos para la producción de híbridos.

Así mismo se tiene el núcleo de selección. Animales destacados por sus valores genéticos, su habilidad reproductiva, sus evaluaciones genómicas que son llevados al centro de investigación de Carimagua en Puerto Gaitán (Meta) donde alrededor de 400 animales conforman este hato. Estos ejemplares garantizan unas generaciones más avanzadas, con mejores rendimientos conservando su adaptabilidad.