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Foto: Fedegán

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La asociatividad, uno de los mayores retos del sector ganadero

Por - 06 de Enero 2022

La asociatividad, crear empresa, agrupar a los productores para estabilizar precios, el abastecimiento y regulación de precios de los insumos forman parte de la solución para tener una ganadera rentable y competitiva.


La asociatividad, crear empresa, agrupar a los productores para estabilizar precios, el abastecimiento y regulación de precios de los insumos forman parte de la solución para tener una ganadera rentable y competitiva.

Así lo planteó en 2020 el Presidente de la junta directiva de la Central Ganadera de Medellín, Juan Manuel Cerón, en una charla organizada por Yara Colombia donde se refirió a los retos del sector ganadero para poder ser competitivos de cara al mercado nacional e internacional, planteó.

El directivo manifestó que por ejemplo para el caso de la lechería el más grande es afrontar la globalización ya que los TLC que se suscribieron en el pasado fijaron a la ganadería el norte para poder ser competitiva en los próximos años y que no vaya a desaparecer del país.

Los TLC determinaron la necesidad de ser competitivos desde el punto de vista de costos y de calidad y por eso el principal reto hoy es enfrentar con éxito el ingreso de leche importada y que eso no implique el cierre de muchas ganaderías en Colombia. (Lea: Una Colombia lechera que se ahoga en importaciones)

Señaló que históricamente la leche que se produce en Colombia ha tenido un costo más alto que la que se produce en algunos países que son eficientemente productores y exportadores y mucha de esa leche tiene un potencial gigante de llegar a Colombia y que los consumidores, por el tema de precio, prefieran la importada a la nacional.

Lo que se debe hacer es identificar las causas que pudieran llevar a esa situación y una de ellas son los altos costos de producción tanto en lechería especializada, que normalmente está en la zona de montaña, como en ganadería doble propósito que se realiza principalmente en la zona caribe del país y en los valles interandinos.

Ambos tienen costos altos pero las causas son diferentes. La del sistema especializado es el uso de alimentos concentrados ya que la mayoría de las materias primas con que se elaboran son importadas y por eso para bajar los costos es indispensable hacer mayor uso de las pasturas sin que ello implique llevar a cero el uso de alimentos concentrados. Además, está el tema de lograr eficiencia en la mano de obra.

En el trópico bajo el problema radica más en la eficiencia de la mano de obra porque las vacas tienen unos índices de producción excesivamente bajos y lo que da no alcanza para pagar la mano de obra. El sistema doble propósito debe ir hacia un modelo más eficiente de productividad por vaca, señaló. (Lea: La solución para los problemas medioambientales no es acabar con la ganadería)

En el sector carne también hay grandes retos. No está en riesgo que se importe carne de res porque la productividad y los costos de Colombia ofrecen un blindaje frente a las importaciones. El reto está en ver cómo lograr que Colombia se convierta en un país exportador.

Colombia tiene el inventario número once en el mundo de ganadería bovina. Los diez primeros son exportadores de carne.

Hay otros retos que afectan tanto a la carne como a la leche siendo el primero la sanidad animal frente a lo cual hay que superar el problema de la aftosa, “tenemos que ser un país libre de aftosa sin vacunación a excepción del cordón de la frontera con Venezuela”, dijo.

Además de deben tener fronteras regionales al interior del país, lo cual es una labor del ICA por si algún departamento tiene problema de aftosa no se caiga el estatus sanitario de todo el país.

El otro aspecto donde se tiene que avanzar es la lucha contra la brucelosis que tiene graves daños y consecuencias para la lechería. (Lea: Importantes observaciones al proyecto de tuberculosis hace Comité técnico)

Así mismo, está el tema de la productividad que en el país es muy variable. En el caso de lechería hay fincas que tienen promedio de 25 litros en sistemas especializados contra otras de doble propósito que tienen 2 litros por lo que hay un rango bastante amplio.

Normalmente la productividad en el trópico alto es mayor básicamente por el tipo genético, la alimentación y el manejo que se da influenciado por el mejoramiento de pasturas.

Durante muchos años el mejoramiento genético se hizo a partir de genética importada de Estados Unidos y Colanta desde hace 15 años viene insistiendo en variar hacia una genética más orientada a animales que se desempeñen en pastoreo como la neozelandesa y de algunas otras regiones de Europa.

“Eso nos ha permitido avanzar tanto en el tema de volumen de producción como el de sólidos de la leche que es la otra forma de medir la productividad”, indicó.

También es fundamental el tema de las pasturas. No es posible tener un sistema productivo si el ganadero no se convierte en agricultor porque el cultivo de pastos es el que va a permitir que esa vaca exprese todo su potencial de producción lechero. (Lea: Aspectos de la pastura que determinan la productividad del hato ganadero)

En ese sentido se han tenido avances muy importantes pero hay también retos gigantes el primero es incorporar pastos de mayor valor energético en los potreros del trópico alto, particularmente el pasto raigrás. Se necesita una pastura mixta de kikuyo y raigrás con el objetivo que el kikuyo aporte la fibra que necesitan las vacas y el raigrás aporte mucha más energía, más carbohidratos estructurales y de esa manera poder tener vacas que produzcan más litros de leche con menos cantidad de alimento concentrado.

Ideal poder implementar otras pasturas como leguminosas donde haciendo una mezcla con otros forrajes tipo llantén, tréboles se pudiera hacer un forraje mucho más balanceado para lograr una vaca más productiva con mayor cantidad de sólidos útiles por hectárea y bajando costos de producción.

En el trópico bajo hay que trabajar mucho más la productividad por vaca, hay que hacer un mejoramiento genético de los animales acompañado de mayor cantidad de forrajes y de calidad. Hay que dedicarse más a la agricultura, así como el manejo de cercas eléctricas. 

Además, en el trópico bajo el verano pega muy duro con grandes afectaciones a la productividad ganadera lo cual lleva a desarrollar tecnologías de almacenamiento de forraje.

Una de las mayores incertidumbres de los productores es si lo que produce lo va a poder vender y a qué precio. Si se depende de intermediarios para llegar al consumidor es muy probable que gran parte del valor agregado o de la utilidad marginal se quede en los bolsillos de alguien que no está en la actividad productiva.  

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