¿Lípidos en la dieta de los bovinos? Conozca cómo influye en la productividad

Los rumiantes consumen cantidades reducidas de lípidos en las dietas limitando así los desempeños productivos, por lo cual incrementar las concentraciones de estos en la dieta permite diversos beneficios. Conozca cómo se puede suplementar con lípidos a animales estabulados.

En un artículo elaborado por la Recia se explica que los beneficios del incremento de los lípidos en las dietas bovinas están relacionados con una mayor disponibilidad de energía, mejor nivel productivo, así como un aprovechamiento de área y calidad nutricional de productos como carne y leche. Por eso en los sistemas de producción de carne son fundamentales porque los requerimientos energéticos son mayores. (Lea:Calidad de la carne en animales en confinamiento vs pastoreo )

Nutricionalmente los lípidos en las dietas se agrupan como los de reserva presentes en las semillas, como triglicéridos y los del forraje como los fosfolípidos y galactolípidos. La mayor parte de los ácidos grasos de las plantas forrajeras son insaturados y uno de los principales es el ácido linolénico y linoleico. Hay que resaltar que los lípidos permiten aumentar la capacidad de absorción de las vitaminas liposolubles y la eficiencia de energía en los animales.  

Los rumiantes durante su evolución siempre han estado vinculados con el consumo de lípidos a través de forrajes los cuales naturalmente poseen valores bajos de lípidos de aproximadamente un 3% de la materia seca.

En la suplementación energética se pueden usar varios tipos de lípidos con diferentes composiciones de ácidos grasos como aceites vegetales, semillas oleaginosas y sales de calcio de ácidos grasos. Actualmente el uso de aceite de soya como opción de suplementación lipídica es muy usado gracias a su rico contenido de ácidos grasos insaturados (AGIS) como el ácido linoleico.

Las dietas para la terminación de bovinos de carne en confinamiento generalmente tienen un alto contenido energético aportado por los granos que son una de las mayores fuentes de energía. Sin embargo, existe una gran variedad de fuentes energéticas como el aceite de soya, linaza, palma de pescado, entre otras, que son utilizadas en la nutrición de los rumiantes. (Lea: 3 claves de importancia en los sistemas de estabulación)

Como se mencionó anteriormente el aceite de soya se destaca porque es más rico en ácidos grasos insaturados, principalmente el ácido linoleico, el cual tiene propiedades anticancerígenas en los humanos y contribuye al fortalecimiento del sistema inmune.

Este tipo de dietas en los bovinos permite la ganancia de peso más rápida, mejor conversión alimentaria y rendimiento en canal al sacrificio, por lo que la suplementación con ácidos grasos polinsaturados es considerada como la alternativa para mejorar los parámetros de desempeño durante el crecimiento de los bovinos en confinamiento.

De acuerdo con el artículo, estudios reportan que, “en la suplementación lipídica las dietas con más de 70 g/kg de lípidos en la materia seca (MS) pueden tener un efecto antimicrobiano, puesto que el exceso de lípidos principalmente los AGIS pueden reducir la adhesión y multiplicación de la población bacteriana celulotíca, las cuales son responsables de la fermentación de la fibra”.

Otra de las opciones de suplementación de lípidos es el aceite de pescado, el cual demuestra un aumento en la salida de ácidos grasos, alterando la formación ruminal. A esto hay que sumarle que otra de las posibles fuentes lipídicas para ser utilizadas es el aceite de palma, el cual reduce el consumo y las concentraciones de nitrógeno amoniacal.

Finalmente, la producción de carne en confinamiento asociada a una suplementación lipídica permite una mayor productividad por área, reducción de edad al sacrificio, control en la alimentación y rápido retorno de capital. (Lea: La importancia de los lípidos en la dieta de los bovinos)