Una de las preguntas que se hacen muchos ganaderos es por qué las vacunas muchas veces funcionan para unos ganados, pero no para todos. Investigadores revelaron la razón a esta pregunta enfocados en la enfermedad respiratoria bovina. CONtexto ganadero la explica todos los detalles.

Las vacunas son una herramienta fundamental para proteger a los seres humanos y a los animales contra los agentes patógenos, pero un reto importante en su desarrollo es entender por qué las vacunas funcionan mejor para algunos individuos que para otros, según expone la revista Animal’s Health. (Lea: ¿Sabe cuántos tipos de vacunas existen y cómo pueden afectar a sus bovinos?)

Para responder a esta pregunta, un equipo de investigación dirigido por Yana Safonova, profesora adjunta del Departamento de Informática de la Escuela de Ingeniería Whiting de la Universidad Johns Hopkins estudió a las vacas angus negras y sus diferentes respuestas a la vacuna contra la enfermedad respiratoria (ERB).

Esta enfermedad es la principal causa de muerte natural de las vacas y se calcula que le cuesta a la industria ganadera alrededor de 900 millones de dólares al año. Teniendo en cuenta que la medicación es cara, los ganaderos recurren a la vacunación para tratar de mitigar el problema.

Al llevar a cabo una investigación para el departamento de Agricultura de Estados Unidos, Safonova y los investigadores de la Universidad de California en San Diego trataron de entender cómo la estructura genética única de las vacas y otros rumiantes como búfalos creaban anticuerpos de la vacuna contra la ERB.

De acuerdo a lo explicado por Safonova, “queríamos responder a una pregunta concreta ¿por qué algunos individuos de la población de vacas black angus responden de forma muy diferente a la misma vacuna?”.

Los autores del estudio examinaron una característica distintiva de la inmunidad bovina: los largos bucles H3 que determinan la complementariedad en los anticuerpos que crean. Se ha comprobado que los anticuerpos bovinos con esos bucles ultralargos neutralizan ciertas cepas, por lo que Safonova y su equipo han descubierto que también son una de las claves para desarrollar respuesta a anticuerpos contra la ERB. (Lea: A la hora de la vacunación tenga en cuenta…)

Utilizando una nueva herramienta computacional que diseñaron Safonova y su equipo, quienes analizaron los datos de secuencia de los anticuerpos producidos por la población de vacas angus negras y señalaron las variaciones genéticas de los anticuerpos asociados a la respuesta inmunitarias.

Los investigadores descubrieron que, si bien la creación de estas estructuras de anticuerpos únicas se desencadenaba con cada dosis de vacuna, la eficacia de la misma se determina mucho antes que el individuo monte una respuesta inmunitaria.

Los segmentos de ADN llamados genes de inmunoglobulina variable, de diversidad y de unión, también denominados genes IG, son los que producen los anticuerpos y controlar las respuestas individuales a una vacuna.

Esto significa que la eficacia de la vacuna para un individuo está predeterminada incluso antes de que se administre la vacuna. Los investigadores afirman que, los productores de ganado podrían utilizar esta información para criar selectivamente vacas que sean menos susceptibles a la ERB en función de su predisposición genética.