Tricofitosis bovina, ¿qué es y por qué hay que prestarle atención?

Esta afección cutánea se caracteriza por la presencia de lesiones en la piel del animal, generalmente en áreas donde el pelo es más denso, como la cabeza, el cuello, la espalda y la cola. Además, puede transmitirse a otros animales y a los seres humanos, lo que la convierte en un problema tanto para la salud animal como para la salud pública. El zootecnista, Mario Alberto Escobar explicó a CONtexto ganadero algunas características de esta enfermedad.

La tricofitosis se transmite fácilmente

La tricofitosis bovina es una enfermedad contagiosa que se propaga principalmente por contacto directo entre animales infectados, pero también puede transmitirse a través de objetos contaminados, como peines, cepillos, comederos y bebederos compartidos. Los hongos responsables de la enfermedad pueden sobrevivir durante mucho tiempo en el ambiente, lo que facilita su propagación.

De acuerdo con el zootecnista, los signos clínicos de la tricofitosis bovina pueden variar, “pero generalmente se observa la presencia de lesiones circulares o elípticas en la piel del animal”. Estas lesiones suelen ser escamosas, pruriginosas y están acompañadas de pérdida de pelo. A medida que la enfermedad progresa, las lesiones pueden extenderse y fusionarse, formando áreas de piel inflamada y con costras.

Esta enfermedad no solo afecta la apariencia física de los animales, sino que también puede tener un impacto negativo en su bienestar y rendimiento. Las lesiones en la piel pueden causar molestias, picazón intensa y malestar general, lo que puede llevar a la reducción del apetito, disminución de la producción de leche y pérdida de peso. Además, las infecciones por tiña pueden predisponer a otras enfermedades secundarias, como infecciones bacterianas.

El diagnóstico de la tricofitosis bovina

El diagnóstico se realiza mediante la observación de las lesiones características en la piel y la realización de pruebas micológicas, como la recolección de muestras de pelo y piel para el cultivo de hongos. Es importante diferenciar esta enfermedad de otras afecciones cutáneas similares, como las dermatitis alérgicas o las infecciones bacterianas, para un tratamiento adecuado.

El tratamiento de la tricofitosis bovina

La forma adecuada de tratar esta enfermedad consiste en la aplicación de antifúngicos tópicos y sistémicos. Los medicamentos tópicos, como pomadas y soluciones, se aplican directamente sobre las lesiones para controlar la infección local. Por otro lado, “los antifúngicos sistémicos se administran por vía oral o inyectable y actúan en todo el organismo para eliminar la infección. Es importante seguir las indicaciones del veterinario en cuanto a la dosis y duración del tratamiento.”

Además del tratamiento farmacológico, es fundamental implementar medidas de manejo y bioseguridad para prevenir la propagación de la tricofitosis bovina. Esto incluye el aislamiento y tratamiento de los animales infectados, la desinfección de las instalaciones y objetos contaminados, así como la implementación de buenas prácticas de higiene, como lavado frecuente de manos y uso de equipo de protección personal al manipular animales infectados.