Frigoríficos en EE. UU. y Sudamérica han sido afectados por el coronavirus

En las últimas semanas, plantas de procesamiento de carne en Estados Unidos, Brasil o Argentina han reportado casos de contagio por la COVID-19, mientras que en Uruguay hay algunas inactivas por cuenta de la cuarentena.

Según la agencia AP, más de 20 plantas en el país norteamericano han enfrentado ceses temporales como resultados de brotes del SARS-CoV-2 entre los trabajadores, en estados como Minnesota y Utah.

Las estimaciones hablan de 6500 trabajadores contagiados, reduciendo la capacidad de procesamiento y ocasionando un aumento en los precios de la carne de res y cerdo. (Lea: Cambios en los horarios de algunas plantas de beneficio)

En América Latina, donde el número de casos aumenta cada día, el portal Diálogo Chino indicó que también hay frigoríficos que están reportando brotes, como en Brasil, donde nueve plantas del estado Rio Grande do Sul reportaron 124 casos entre el 20 de marzo y el 27 de abril.

Otras diez plantas empacadoras de carne en este país suspendieron temporalmente sus operaciones por la baja demanda, mientras que en Uruguay, 22 de 51 establecimientos estaban inactivos o parcialmente activos a principios de abril.

En el país del Cono Sur, la interrupción fue impulsada en parte por una huelga liderada por la Federación de Trabajadores de la Industria de la Carne (Foica). (Lea: Exportaciones de carne aumentaron 50 % en el primer trimestre de 2020)

Sin embargo, en este país no se presentaron brotes en plantas, como sí sucedió en Argentina, donde una planta de la provincia de Buenos Aires cerró por la muerte de un inspector de seguridad alimentaria y cinco empleados dieron positivo por coronavirus.

El portal recalcó que esta situación no tiene precedentes y que esto podría afectar el suministro de carne en el mundo, pues Estados Unidos, Brasil, Argentina y Uruguay representan aproximadamente el 45% de las exportaciones internacionales de carne de res.

Frente a la grave crisis económica, los gobiernos y las empresas han adelantado acciones para recuperar la producción y frenar los casos de contagio por el nuevo coronavirus. (Lea: Beneficio de ganado cayó de forma dramática en abril por la cuarentena)

En EE. UU., el Gobierno ordenó a finales de abril mantener abiertos los frigoríficos al clasificar la actividad de procesamiento de carne como una industria crítica para evitar la escasez de carne de res, pollo y cerdo en las cadenas de supermercados.

Más recientemente, JBS, la empacadora de carne más grande del mundo, recibió permiso de una corte en Brasil para reabrir una planta que fue cerrada luego de que 266 empleados hubieran dado positivo para COVID-19.

Esta decisión ha generado controversia, pues si bien la planta emplea a 900 personas en São Miguel do Guaporé, un pueblo de apenas 23 000 habitantes, ya se han reportado 441 casos de coronavirus, entre esos los 266. Además, la planta solo estuvo cerrado una semana.

En Colombia, los frigoríficos están trabajando en los protocolos para evitar los contagios. Es el caso de Colbeef, en Santander, donde han implementado medidas exigentes desde el inicio de la cuarentena, como reveló el gerente Jorge Quintero Pimentel. 

"Nosotros contratamos los servicios de un médico que revisa y avala el ingreso de cada persona que ingresa. Adicionalmente, todo el personal administrativo está de trabajo en casa. El sacrificio lo bajamos de seis días a la semana a tres días para minimizar riesgos", reveló.