Por qué la ganadería sigue siendo crucial para luchar contra el hambre

Un informe sobre hambre y cambio climático publicado la semana pasada por Ceres2030 en colaboración con otras entidades destacó la conexión entre campo, ganadería y sustento, revelando que más de mil millones de personas dependen de la cría de animales para su subsistencia.

Según estimaciones de la FAO, en el mundo hay más de 1500 millones de personas que no pueden permitirse una dieta con los niveles necesarios de nutrientes esenciales y los animales son una fuente vital de proteínas en forma de leche, carne y huevos.

“Se pueden encontrar alimentos nutritivos en muchas cosas: legumbres, frutas y vegetales, pero el sector ganadero es clave y los lácteos son clave", reveló Carin Smaller a la agencia DW, directora de agricultura, comercio e inversión en el Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible (IISD por sus siglas en inglés).

Esta entidad elaboró el informe junto con el Instituto Internacional de Investigación de Política Alimentaria (IFPRI), la Universidad de Cornell y Ceres2030, una iniciativa de la Fundación Gates creada para “apoyar a los pequeños productores y acabar con el hambre”.

El informe señala que los animales no solo son una fuente de alimento para el hogar o para vender y recibir ingresos, sino que desempeñan funciones vitales como el arado o el abono para los cultivos. (Blog: Combinar ganado y silvicultura: cinco beneficios de silvopastoreo)

Asimismo, la demanda de alimentos de origen animal está aumentando a medida que crecen las poblaciones y los niveles de ingresos. Estos alimentos son una fuente importante de nutrición e ingresos para las familias que los cuidan, y son especialmente importantes para los pequeños productores con acceso limitado a la tierra.

“En aquellos lugares en los que vemos que hay hambre, la ganadería se integra en la producción granjera. El ganado crea estiércol, que fertiliza el maíz que tanto los humanos como el ganado consumen. La ganadería es una pieza clave en el mantenimiento de este sistema”, manifestó Isabelle Baltenweck, del Instituto Internacional de Investigación sobre Ganadería.

El informe también revela que cereales tales como el arroz y el maíz han ayudado a personas de muchos países para satisfacer un mínimo de calorías. Sin embargo, centrarse en estos cultivos ha “desincentivado la producción de una serie de otros alimentos, incluyendo los procedentes de fuentes animales, que son mejores nutricionalmente mejores”.

El papel de la ganadería para terminar con el hambre

Según Baltenweck, la ganadería permite una forma de vida a millones de trabajadores del campo, pastores y pequeños propietarios con acceso limitado a la tierra. (Lea: En este Día de la Alimentación se resalta la importancia de la leche y los alimentos inocuos)

El soporte que brindan y sus reconocidos beneficios nutricionales convierten a los animales en parte importante de los esfuerzos por eliminar el hambre y la malnutrición. El Global Hunger Index reveló que alrededor de 690 millones de personas en todo el mundo padecieron hambre crónica en 2019.

David Laborde, investigador senior en el IFPRI explicó que el crecimiento económico ayudará a reducir la pobreza y el hambre, pero no será suficiente, especialmente para los campesinos. Por eso, la FAO prevé que la población con hambre extrema crecerá hasta los 840 millones en la próxima década.

El problema se verá exacerbado severamente por la pandemia del nuevo coronavirus y sus consecuencias económicas, sobre todo en el África subsahariana y en el sudeste de Asia. (Informe: ¿Por qué vale la pena hacer ganadería sostenible?)

El proyecto Ceres2030 asegura que hacen falta 282 mil millones de euros (cerca de 332 mil millones de dólares) para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU con el fin de “sterminar con toda forma de hambre y malnutrición en 2030”.