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Vamos a recuperar un derecho que está en la Constitución que es el derecho a la legítima defensa, Cabal

Por - 30 de Julio 2021

CONtexto ganadero explica en una entrevista con la senadora María Fernanda Cabal el alcance de esta iniciativa  sobre la que indica que no se trata de un proyecto de ley para armar a la ciudadanía sino para devolverle al Estado el control sobre el porte de armas que obliga al portante a cumplir unos requisitos, y además, una arma legal tiene un costo mínimo de $5 millones, expresó la senadora..


CONtexto ganadero explica en una entrevista con la senadora María Fernanda Cabal el alcance de esta iniciativa  sobre la que indica que no se trata de un proyecto de ley para armar a la ciudadanía sino para devolverle al Estado el control sobre el porte de armas que obliga al portante a cumplir unos requisitos, y además, una arma legal tiene un costo mínimo de $5 millones, expresó la senadora.

La senadora María Fernanda Cabal, junto al representante a la Cámara Christian Garcés, presentaron nuevamente un proyecto de ley para regular el porte y tenencia de armas. Precisa para los ganaderos el fundamento de esta iniciativa y sus bondades.

CONtexto Ganadero: ¿Cuál es el mensaje con la presentación nuevamente del proyecto de ley?

María Fernanda Cabal: Primero, que todo el derecho a la legítima defensa es un derecho constitucional, es el derecho a la vida y siempre en Colombia existió un decreto que hizo el porte flexible y fácil. Pero aclaro, eso no significa que cualquiera pueda tener un arma. El proyecto de ley busca, por una parte, devolverle al ciudadano el porte legal de armas –que hoy está restringido a un pequeño conjunto de personas–, y regularlo; y, por otra parte, fortalecer el monopolio del Estado sobre las armas. (Lea: Porte de armas para uso disuasivo y de defensa, ¿cuál es el fundamento de esta iniciativa?)

CG: ¿Cómo ha estado la situación del porte de armas antes de la restricción?

M.F.C.: El porte y tenencia de armas en Colombia se divide en dos periodos, cuando en otros países del mundo simplemente portar y tener lo reducen a un solo ejercicio. Del 93 al 2015 siempre existió la flexibilidad en el porte con unas condiciones para poder lograr ese derecho.

A partir de 2015 se cambio la norma y restringió ese derecho. En ese año la Administración Santos expidió una nueva normativa –el Decreto 2515 de 2015–, que ordenó la suspensión general de los permisos de porte de armas en Colombia. Esta situación afectó a todas las personas titulares de los salvoconductos, que después de tramitarlos no podrían emplearlos a causa del plan de desarme promovido desde el Gobierno Nacional.     La suspensión general tendría como principal propósito –según los decretos expedidos con posterioridad–, mantener y preservar el conjunto de condiciones de seguridad y tranquilidad que permiten la prosperidad general.  

Eso es lo que queremos recuperar pero no con un decreto sino con una ley, que tenga estabilidad en el tiempo. 

CG: ¿Por qué cambiaron la norma?

M.F.C.: Juan Manuel Santos, seguramente siguiendo instrucciones de La Habana, cambió el porte, tal como existía que era flexible y donde alrededor de 500 mil personas en Colombia tenían acceso a un arma; cuando lo cambia, lo vuelve imposible, prohibido el porte y la tenencia. Allí se pasó de 500 mil personas que tenían ese derecho a 6.000, lo cual genera corrupción por parte de los entes encargados de expedir los salvoconductos. (Lea: Conozca el proyecto de ley sobre uso y porte de armas)

CG: ¿Qué se necesitaba para poder portar un arma?

M.F.C.: Se tenían como requisitos no tener antecedentes penales, aprobar una prueba psicotécnica rigurosa, demostrar que estaba siendo objeto de amenazas o que su vida estaba en riesgo, en su lugar de habitación o en su trabajo o en su recorrido y, finalmente, el costo del arma ya que cualquier revólver o pistola lo mínimo que vale es cinco millones de pesos.

CG: ¿Con este proyecto no se corre el riesgo de armar a muchas personas en el país?

M.F.C.: No es así porque no todos tienen cinco millones de pesos para comprar un arma; segundo los requisitos están allí; y, tercero, el monopolio de las armas lo va a tener el Estado. Vamos a recuperar un derecho que está en la Constitución que es el derecho a la legítima defensa. No todos quieren usar un arma y están preparados, son una minoría

CG: ¿Cómo se piensa controlar ese porte de armas?

M.F.C.: El Estado va a tener exactamente la información de quién es el dueño del arma, lo que suceda con esa arma tiene trazabilidad y tiene un responsable, a diferencia de tres millones de armas ilegales que nadie controla.

CG: ¿Cómo contribuye el tener un arma a evitar un delito?

M.F.C.: El arma es más que todo para un uso disuasivo y una defensa. Siempre que la delincuencia sabe que está la probabilidad de una persona armada, inmediatamente baja el índice de criminalidad, lo vemos en estados como el de Texas y lo vemos en el Índice Global de Paz, son los países más seguros del mundo y en todos hay flexibilidad de porte, opuesto a los países de mayor criminalidad donde el porte es prohibido.

CG: ¿Qué ejemplos hay de ello?

M.F.C.: Todos los países socialistas, que son realmente comunistas, desarman la ciudadanía y arman unos colectivos para disfrazarlos de sociedad civil. Es una estrategia de esa mente perversa donde uno encuentra los colectivos chavistas o los guardianes de la revolución en Cuba o los guardianes de la revolución islámica en Irán.   Escuche la entrevista completa

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