Ganaderos en Norte de Santander empiezan a pensar en éxodo a Venezuela

Voceros de las zonas rurales denuncian que los campesinos no reciben apoyo del Gobierno para enfrentar la crisis que ha traído la devaluación y el contrabando en la frontera, situación que los lleva a considerar la idea de vivir en Venezuela o ‘hacerle el juego’ a la entrada ilegal de productos.

Familias productoras, dedicadas a la siembra de cultivos y ganadería, residentes en corregimientos aledaños a Cúcuta, se quejan del abandono en el que el Gobierno las tiene y por el cual se encuentran a merced de la sequía, el abigeato, el contrabando de productos y el mercado negro de divisas que se maneja desde Venezuela.

Un panorama que, como en el caso de los arroceros, los ha llevado a emplearse como obra de mano no calificada en las empresas de explotación petrolera, que muchas veces se van de la región sin cancelar sus obligaciones. Y otros, los ganaderos, simplemente deciden comprar los suministros, medicamentos y suplementos al otro lado de la frontera; gracias al bajo costo y la facilidad de transportarlos por la zona que separa los límites de ambos países.

‘Las labores agropecuarias están maltrechas en la zona. La gente ha pensando en dedicarse a otras actividades y muchos quizás se hayan ido a pesar de que emplearse en Venezuela implica arriesgarse a recibir un salario mínimo que no supera los $200.000’, señala Jesús Parada Jaimes, profesional de proyectos estratégicos de Fedegán en Norte de Santander.

Otro vocero de la región, quien pidió omitir su nombre, dice que: ‘a las personas de las zonas rurales les cuesta trabajo subsistir en la ciudad y más con la situación económica de los centros urbanos del departamento. Muchas familias buscan nuevos horizontes’.

Por esto, en días pasados todos los gremios agropecuarios de la región se reunieron para hacer un pedido puntual al Gobierno: permitir la venta de productos a nivel interno, es decir, en el centro del país y otros rincones del territorio nacional, pues en Norte de Santander el comercio está decaído. ‘Los ganaderos prefieren mandar a alguien en moto o bicicleta para que compre insumos y suministros en Venezuela a precios más bajos y los traiga a Colombia; una práctica diaria que sucede con la complacencia de la Policía’, señala Parada Jaimes, de Fedegán.

Los ganaderos aseguran además que al productor de la zona se están pagando, en este momento, $2.500 por kilo en el ganado en pie, cuando el costo de producción está por encima de eso, casi $3.000 por kilo. Lo que da como resultado un éxodo paulatino de campesinos y la posible desaparición de una labor que cada vez tiene menos respaldo del Estado.