Las ventajas de la industrialización de la ganadería caqueteña

Mejorar la calidad del suelo, producir forrajes de óptima calidad, fomentar la economía solidaria, serían los pasos iniciales que debe dar el departamento para reconvertir el sector pecuario y volverlo una potencia industrial a nivel regional y nacional.

Caquetá es uno de los departamentos más productivos del país a nivel ganadero. Apelando al sistema doble propósito, esta región es capaz de producir cerca de un millón 300 mil litros diarios de leche y comercializar su carne no solo para satisfacer el consumo interno sino para abastecer la demanda de regiones como el Valle, Huila y Cundimamarca. (Lea: Se reactiva cadena cárnica en 5 regiones para fortalecer al sector)

Sin embargo, esta eficiencia podría ser aún más mayor si este rubro de la economía es organizado y manejado como una industria en donde se incluyan a todos los eslabones de la cadena, empezando por el pequeño ganadero  y terminando en el expendedor.

Jaime Calderón, experto en materia pecuaria, escribió en su más reciente columna para el Comité de Ganaderos del Caquetá sobre la importancia de apostarle a una reconversión del sector de forma estructural y coyuntural, algo que en su criterio le daría solución a varios de los problemas que tiene este rubro de la economía, el cual en la gran mayoría de los casos es manejado de forma empírica y marginal. (Lea aquí la columna de Jaime Calderón)

“La industrialización de la ganadería caqueteña daría bases para añadir a nuestra producción valor agregado y dejar de ser vendedores de materia prima.Un ganadero tarda 3 años para producir un novillo, pero el carnicero en 3 días lo desaparece obteniendo una utilidad que por muy baja que sea, en solo tres días es magnífica.De otra parte, por falta de industrialización, el ganadero está dando trabajo superfluo al sector transporte sin participación en su dirigencia y pagando su ineficiencia”, señaló Calderón en el texto.

Para el columnista la apuesta está en mejorar la producción de forrajes, a través de la optimización de los suelos, permitiendo que el pequeño agricultor le apunte a ser un industrial de la materia para construir cadenas productivas y llegar a vender forrajes verdes, deshidratados, ensilajes y peletizados. (Lea: En Caquetá funciona la empresa quesera más grande de la región)

Sobre el tema, Rafael Torrijos, presidente del Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá, aseguró que la propuesta de Calderón es bastante pertinente, ya que así se concretaría el viejo anhelo del doble propósito por parte de de los productores caqueteños, tanto de leche como de carne, de poder hacer parte de esa necesaria agregación de valor a los productos a nivel regional.

“Lo interesante de la idea del columnista es que parte del hecho de reconvertir la actividad ganadera, es decir que no desconoce que la actividad debe hacerse hoy bajo unos parámetros muy diferentes, específicamente en lo relacionado con sostenibilidad ambiental. Ahí el gremio ganadero ha venido dando pasos a través de la conformación de lo que es el pacto Caquetá y de la diseminación y multiplicación de este propósito que se inculca cada vez con mayor ahínco a través de todas las actividades del comité”, precisó Torrijos. (Lea: Denominación del queso del Caquetá sigue mostrando avances)

El dirigente gremial, quien hace parte de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, también señaló que es hora de “que dejemos de ser tan miopes y tercos en la producción y que empecemos a través un mecanismo de economía solidaria buscar ser parte del tema de industrialización y que no sigamos repitiendo más de lo mismo, porque es el camino seguro para obtener los mismos resultados”.

Calderón argumentó que una industrialización del sector, no solo a nivel Caquetá sino nacional, sería un efecto dominó, ya que esta innovación movería la ganadería, fomentando un nuevo modelo de producción que podría ser emulado en todos los departamentos.