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Foto: Redlactea.

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La leche es el producto más volátil en el mercado del mundo

Por - 29 de Mayo 2014


Enrique Ortega, vicepresidente del Consejo Nacional de la Calidad de la Leche, CNLM, visitó las instalaciones de CONtexto ganadero y habló con nosotros acerca de lo que más sabe: el mercado lácteo.

Para Ortega, el TLC con la Unión Europea estuvo mal negociado, la asociatividad ha ganado terreno pero le falta para consolidarse en el país, se hace necesario pensar mejor la actividad y se deben plantear y definir estrategias de cara a un sector viable en el futuro inmediato.

CONtexto ganadero (CG): Recibimos muchas quejas sobre el precio al que la industria le paga al productor el litro de leche, ¿considera usted que hay fundamento para ello?

Enrique Ortega (EO): Hay un marco legal que está reglamentado por el Ministerio y es un reglamento de cumplimiento para cualquier empresa compradora, por lo tanto, si la empresa no está cumpliendo el sistema de pago que dictamina la resolución del Ministerio, el productor tiene la opción de hacer el trámite ante la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC. (Lea: Cuál es el precio por litro de leche que debería recibir el productor?)

Es un mecanismo que opera y en algunas circunstancias ha corregido ese comportamiento de las empresas. El tema pasa un poco porque el ganadero está acostumbrado a un precio fijo, pero el esquema de pago no da un precio fijo, porque la calidad puede variar. Desafortunadamente, los ganaderos no estamos acostumbrados a que la calidad de la leche varíe, por lo tanto, veníamos de un precio fijo y ahora varía por cuestión de contenido y calidad.

Están las instancias que son el Ministerio, la Unidad de Seguimiento de Precios de la Leche y la SIC. Está la anarquía del mercado o la liberalidad, y está también el hecho de que el ganadero produce en una zonas muy apartadas con un difícil acceso y el intermediario, que no es el empresario, abusa de esto al no tener mucha vigilancia, porque puede ser transportador y no comprador. Como todo esquema y toda ley, hay vacíos. La industria produce 330 millones de litros al año, lo que equivale al 50% de la leche producida, y el otro 50% está en manos del productor que transforma, del intermediario y del sector ilegal, que es una realidad de la economía colombiana.

El proceso de regulación del mercado ha mejorado mucho la condición de pago, pero hay una frase: el comprador de leche no tiene obligación de comprar, tiene obligación de pagar cuando compra. Por eso los ganaderos no pueden obligar a que compren.

CG: ¿Cómo ha visto usted las medidas que se han tomado para evitar la desaparición de 500 mil familias ganaderas?

EO: Yo tengo una opinión diferente: el pequeño productor tiene un producto que se vuelve pancoger, sea poquito o mucho. Si no tiene comprador, ahí sí está el problema. Pero estos productores no desaparecerán. (Lea: Conozca las diferencias entre los diferentes tipos de leche que hay en el mercado)

En Colombia habrá una tendencia a que el volumen de producción se mantendrá o crecerá, pero el número de productores medianos tendrán que crear o fomentar otro tipo de actividades inherentes a la cadena de producción que no requieran ordeñar las vacas: crianzas de terneros, generadores de forrajes, etc., hay un sinfín de alternativas.

Lo que sí está latente es la amenaza de disminuir los productores, pero esto nos ayudará a transformarnos un poco y reorganizarnos. Lo que le hace falta al país es una consolidación de clúster que le ayuden el productor colombiano para acceder al mercado interno con un buen producto para competir, porque el 95% del mercado está aquí en Colombia, por eso hace falta dar un buen producto.  En conclusión, hace falta fortalecer el producto ante la exigencia del consumo en el país.

CG: La Corte acaba de declarar inexequible el TLC con la UE, ¿qué le conviene más al país, y al sector lácteo, de cara a la decisión final que al respecto debe darse en 6 meses?

EO: El tema del TLC es una inexequibilidad de una parte por una cuestión de trámite, porque la Corte no puede negar el tratado como tal. Entonces, el TLC tiene que seguir a través de un proceso. Esto nos da una ventaja: más tiempo. Pero si la voluntad del Gobierno Nacional es seguir haciendo este tratado y sacarlo adelante, lo que necesitamos es organizarnos y mejorar para defendernos. Hace falta mejorar en la malla vial, que afecta en costos y calidad de la leche, porque una ineficiencia en las vías puede afectar el 15% de la leche. Ahora, el TLC con Europa es una amenaza y como los colombianos somos muy especuladores, los compradores de leche especularon con el anuncio.

Pero en el país, el TLC con la Unión Europea no ha producido ningún impacto. Llegó una promoción con quesos de Portugal y Francia, pero no se vendieron. Ahí se quedaron. El comprador dice que “llegó el TLC y acá nos vamos a quebrar todos”. Esa es la mentalidad colombiana. Me parece que las cosas sí se hicieron mal, como es el caso de la leche en el acuerdo con Europa, el cual se dejó para el final, resignando la prioridad del sector atrás.

Los europeos dependen de la leche y por eso son proteccionistas. Esa negociación la dejaron para el final, a las 12 de la noche ya no había nadie. Entonces, nos compensaron con un dinero ahí.

CG: ¿Qué destacaría usted como avance significativo para el sector lácteo?

EO: El sector lácteo en el país es fuerte y ha mejorado mucho el sector formal en la oferta de productos: hay empresas que tienen  hasta 170 referencias de productos lácteos.

En los últimos 10 años se ha notado el mejoramiento de la calidad del lácteo, un ofrecimiento del producto y un desarrollo de los productos funcionales. Es decir, el colombiano está viendo el producto lácteo como un alimento diario.

CG: Se han venido afinando alianzas con países como Nueva Zelanda y Australia que permitirían mejorar las condiciones del sector, ¿cómo ve usted estas iniciativas?

EO: Creo que la experiencia neozelandesa y australiana tiene mucho éxito, pero sigue siendo de allá y no de Colombia. Lo digo porque Nueva Zelanda tiene unos productores de muy alto nivel, muy especializados y bastante expertos. Acá lo que van a vender es su tecnología, y nosotros ávidos de ella, la compramos. Eso no quiere decir que no nos vayan a ayudar y que no vaya a servir, porque desde el punto de vista tecnológico tienen unas cosas sencillas y que le ayudan mucho al productor.  (Lea: Informe especial: estos son los tipos de leche que consumen los colombianos)

El tema es que, por la información que yo tengo, ellos vienen a comprarles a productores y tienen la cooperativa en Nueva Zelanda. No están interesados en formar asociaciones en Colombia.

CG: ¿Cuáles son en este momento las falencias de quienes viven de la leche?

EO: Hace falta mejorar en tres aspectos: una cadena de frio para la calidad bacteriológica, una mejora en infraestructura de vías, para no dañar el producto en el trayecto de la finca a la planta, y una mejor organización de los productores.

CG: ¿Qué tanto se ha interiorizado entre los productores lo trascendental que resulta la asociatividad?

EO: Es lo que más ha avanzado en estos últimos 5 años. La experiencia más bonita es en el municipio de Guatavita, Cundinamarca, en donde comenzaron a asociarse pequeños productores. Ahora hay 17 cooperativas entregando 50 mil litros de leche en tanques fríos y fácilmente pueden ser 6.000 vacas.

Uno evalúa el ingreso de ellos y es una salvación. Ahí hay un tema cultural, porque el ganadero es muy individualista. Pero si se ha logrado que la calidad de la leche deba ser la mejor, para no afectar el producto de los demás. Creo que la asociatividad ha aumentado en el país, pero necesita desarrollarse más. (Lea: Colombia, cuarto mayor productor de leche en Latinoamérica)

CG: ¿Es posible pensar en un futuro promisorio para el sector lácteo colombiano?

Primero: mejorar la actividad económica de un productor es mejor que cambiarla. Segundo: la leche es el producto más volátil en el mercado del mundo, es impredecible porque hoy estamos a USD$4.000 la tonelada, hace 3 meses estábamos en USD$5.000 y hace un año estábamos en USD$3.000. Entonces, la ventaja de tener un negocio regulado evita un poco la volatilidad. 

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