Miles de caballos son sacrificados anualmente para convertirse en carne en todo el mundo: ¿Un mercado próspero?

Un informe publicado en National Geographic da cuenta de la situación actual del mercado de carne de caballo a nivel mundial. El informe revela que los países del norte de América tienen un mercado considerable.

Según un reciente comunicado de las organizaciones sin fines de lucro Animal Wellness Action, Center for a Humane Economy y Animals' Angels, cada año se venden a mataderos de Canadá y México alrededor de 20,000 caballos estadounidenses, incluyendo antiguos caballos de carreras, caballos de trabajo, animales de exhibición, mascotas desechadas e incluso caballos salvajes.

España es uno de los mayores productores de carne de equino en la Unión Europea. En 2020, la producción total de carne de caballo fue de 9529 toneladas, obtenidas de la muerte de 36,900 equinos, según datos del Ministerio de Agricultura. De las 9500 toneladas, más de 8000 fueron destinadas a la exportación, ya que España es un importador neto de animales vivos de todo tipo y un exportador de animales vivos destinados al matadero, así como de carne de caballo, principalmente a países con tradición en el consumo de este tipo de carne, como Italia o Francia.

En los últimos años, la producción de carne de equino en España ha disminuido después de alcanzar su punto máximo en 2011, pero el número de explotaciones equinas se acercaba a las 200,000 en marzo de 2021, en comparación con las casi 126,000 que había en junio de 2008.

La industria de la carne equina en Estados Unidos

La industria de la carne de caballo en Estados Unidos es un tema polémico y controvertido. Aunque no existe una prohibición explícita de sacrificar caballos para carne, el Congreso ha bloqueado la financiación de las inspecciones del Departamento de Agricultura (USDA) a los mataderos de caballos desde 2007. Sin estas inspecciones, es ilegal vender carne de caballo a través de las fronteras estatales.

Como resultado, los caballos no deseados de Estados Unidos son enviados a países vecinos como Canadá y México para ser sacrificados y convertidos en carne. Según datos de exportación del USDA, en 2022 más de 16 300 caballos estadounidenses fueron enviados a México y más de 5100 a Canadá. En investigaciones realizadas en subastas, corrales de retención, transportes y mataderos, se han encontrado animales heridos, enfermos y hambrientos.

Aunque no existe un sistema oficial para rastrear el origen de estos animales, más de la mitad de los que van al matadero proceden de las carreras de caballos o de la industria del espectáculo. Los caballos de carreras suelen identificarse por un tatuaje en el labio. Solo un 10% de los caballos sacrificados son pura sangre, y la National Thoroughbred Racing Association ha apoyado en el pasado el movimiento para prohibir el sacrificio.

El grupo más numeroso son los caballos Cuarto de Milla, que suelen utilizarse como animales de trabajo. Pero una vez que un caballo es designado como "caballo de sacrificio", no hay preocupación alguna por su bienestar. Scott Beckstead, director de campañas tanto del Center for a Humane Economy como de Animal Wellness Action, afirma que el sufrimiento de los animales en este proceso es inaceptable y que se deben tomar medidas para proteger su bienestar.

Además del sufrimiento de los animales, la industria de la carne de caballo plantea cuestiones éticas y culturales. En muchos países, el consumo de carne de caballo es considerado inaceptable, y algunas personas argumentan que el sacrificio de estos animales es una forma de crueldad. Sin embargo, otras personas argumentan que la carne de caballo es una fuente importante de proteína y que la prohibición del sacrificio de caballos para carne podría tener consecuencias económicas negativas.

En última instancia, la cuestión de la industria de la carne de caballo en Estados Unidos es compleja y multidimensional. El informe describe cómo los caballos no deseados en EE.UU. son llevados a subastas, donde son comprados por los llamados "compradores asesinos" que los venden a mataderos extranjeros para la industria de la carne de caballo. Los caballos son llevados a corrales de retención o cebaderos donde las condiciones son deficientes y la atención veterinaria es mínima.

La decadente industria de la carne de caballo

La carne de caballo es mayormente consumida en países de Europa y Asia. Incluso se envían caballos vivos a Japón ara hacer ‘sashim’i. El año pasado, México envió carne de caballo por valor de casi cuatro millones de euros a Japón, China y Rusia; y en 2021, Canadá exportó carne por valor de 26,7 millones de dólares a Japón y Europa, incluidos Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Luxemburgo y Suiza.

España es el tercer mayor exportador de carne de caballo del mundo con una cuota del 9,81% de la exportaciones mundiales en 2020, por las que recibió más de 36 millones de euros, en segundo lugar está Bélgica (13,7% y 51 millones de euros) y Argentina (13,6% y unos 50,5 millones de euros). A nivel mundial, el comercio de carne de caballo movió algo más de 370 millones de euros en 2020.

Por otro lado, en países como Estados Unidos, la carne de caballo suele estar contaminada con fármacos no aptos para el consumo humano, como la fenilbutazona. Como estos animales no se crían para obtener carne, a lo largo de su vida se les administran fármacos que pueden ser tóxicos para las personas. Por lo tanto, muchos países han prohibido las importaciones de carne de caballo estadounidense.

A pesar de la falta de demanda en Estados Unidos, la industria de la carne de caballo todavía opera en el país, exportando caballos a otros países para su sacrificio. Esto ha llevado a un debate sobre la ética de sacrificar caballos en otros países, cuando en Estados Unidos se ha demostrado que la mayoría de la población se opone a esta práctica.

Además, la industria de la carne de caballo en Estados Unidos es poco regulada y muchos caballos son transportados en condiciones deplorables antes de ser sacrificados en otros países. Esto ha llevado a muchos defensores del bienestar animal a instar al Congreso a incluir una prohibición del sacrificio de caballos en la próxima Ley Agrícola.

Producción de carne de caballo en Colombia

En Colombia hay cinco establecimientos autorizados para sacrificar caballos con motivos comerciales: uno en Cundinamarca, dos en Santander, uno en Nariño y dos en Antioquia, según el Invima. Pero, recientemente CONtexto ganadero conoció en Popayán un caso que conmocionó a los habitantes al hallar más de 100 cabezas y restos de caballos en un matadero clandestino. De acuerdo con versiones de la misma comunidad, los equinos habrían sido raptados para matarlos y vender su carne en una supuesta plaza de mercado.

A pesar de que Colombia cuenta con el decreto 1500 de 2007 que establece el reglamento técnico por el cual se crea el sistema oficial de inspección, vigilancia y control de la carne, los productos cárnicos comestibles y todos los derivados cárnicos destinados para el consumo humano, donde se menciona los requisitos sanitarios y de inocuidad que se deben cumplir durante su producción, y donde los mataderos de animales quedaron bajo inspección y vigilancia. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Es legal la comercialización de carne de caballo para el consumo humano?)

La importancia radica en que con este decreto se mejoran todas las condiciones sanitarias y de inocuidad de la carne, evitando residuos químicos veterinarios y el desarrollo de microorganismos o bacterias que afectan gravemente a los humanos.

Carneo de caballos

Pero no se trata sólo de sacrificio legal. También los equinos han sido víctimas del carneo. Recientemente se registró en una finca del municipio de Albán, Cundinamarca, un caso en el que cinco caballos fueron robados y brutalmente sacrificados para obtener su carne. Hasta la publicación de este reportaje las autoridades no habían logrado esclarecer el caso (Lea en CONtexto ganadero: Masacre de caballos en hacienda de Cundinamarca devela el alto nivel de criminalidad que afecta al sector rural)