juan miguel jaramillo Manuelita Aceites y Energía S.A.
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Una charla informal con el gerente de Manuelita Aceites y Energía S.A.

Por - 04 de Junio 2015


A bordo de una camioneta, con una elevada temperatura y en el marco del Congreso de Fedepalma, Juan Miguel Jaramillo, gerente general de Manuelita Aceites y Energía S.A., respondió varias preguntas que ayudaron a clarificar un poco más el panorama del sector palmero, la producción de biodiesel en el país, los programas sociales que adelanta la compañía y las perspectivas que tienen pensando en el futuro próximo.   Entre otros datos, Jaramillo reveló que actualmente se exporta a algunos países de Europa, que el sector factura cerca de USD200 al año y que hay 5 plantas de calidad en territorio colombiano.   CONtexto ganadero (CG): ¿Cómo está distribuida la producción de palma en Colombia?   Juan Miguel Jaramillo (JMJ): Hay 4 grandes zonas dedicadas a ello: la Costa Atlántica, el Magdalena Medio, Tumaco y los Llanos Orientales, que es la zona con mayor  extensión de tierras dedicadas al cultivo, allí se produce cerca del 40 % del total del aceite de palma que se produce en Colombia   CG: ¿Qué participación tiene Manuelita en el negocio de la palma de aceite?   JMJ: Nosotros producimos menos del 2 % como tierra, solo que como nos beneficiamos tanto con terceros tenemos un poco más de participación ya como aceite. (Lea: Fedepalma premió la creatividad visual y el empuje femenino)   CG: ¿Qué tan importante es esta división al interior de la compañía?   JMJ: La división de aceites hoy en día puede equivaler a una tercera parte de la operación del grupo como facturación y está constituido por 2 plantas que se tienen, en una hay una hay 1.000 trabajadores y en la otra 600.   La facturación total de palma para este año debe estar alrededor de los USD200 millones   CG: ¿Todo el aceite que producen es para biodiesel?   JMJ: Hoy en día sí. Actualmente, Colombia produce cerca de un millón 100 y un millón 200 toneladas de aceite de palma de las que 500 mil se consumen en el programa de biodiesel que es la mezcla y entre 400 y 450 mil se consumen en alimentos como la margarina, aceites vegetales, incluso en jabonería, en donde hay un consumo importante,  y para alimentos concentrados de animales. El resto se exporta, a Europa, principalmente.   CG: ¿Pero Manuelita se enfoca en biodiesel?   JMJ: Así es. Hoy en día está enfocada netamente a ese tema. (Lea: El raquis, el elemento clave para fertilizar la palma de aceite)   CG: ¿Quiénes son los consumidores de biodiesel?   JMJ: Ese producto se mezcla con el petrodiesel que produce Ecopetrol y con el que se importa y de allí se provee a buses y camiones, que se mueven usando una mezcla de esas 3 cosas.   CG: ¿Es decir que el que le compra a Manuelita es el Gobierno?   JMJ: Podemos decir que la cadena de suministro está con nosotros como productores de biodiesel, Ecopetrol que produce e importa diesel y eso se va a las mayoristas que es en donde se hacen las mezclas; luego se va a un minorista que es quien se encarga de su distribución del combustible.   CG: ¿Cómo estamos en el país con respecto a las plantas?   JMJ: Hay 2 plantas que benefician aceite de palma de los Llanos Orientales para producción de biodiesel: una en Bogotá que queda en Faca, que se llama BioD, y la otra es la nuestra. (Lea: Productores de palma de aceite deben registrar predios ante el ICA)   En total, Colombia cuenta con 5 plantas de este tipo: 2 en la Costa Atlántica, una en Magdalena Medio y las que ya mencioné.   CG: ¿Cuáles son las perspectivas del sector?   JMJ: Hay varios puntos. Un pendiente es el tema de la reglamentación de tierras, un tema que ha sido muy sensible a nivel de los Llanos porque ha habido muchas interpretaciones de la Ley 160 que se han prestado para confusiones. Eso ha dejado un poco en stand by los proyectos y negocios en muchas partes del país y en los Llanos Orientales. Esperamos que se pueda lograr tener claridad jurídica sobre esa Ley por parte del Estado.   CG: ¿Y la Ley de Zidres?   JMJ: Esa Ley es importante. Lo que pasa es que hay muchas zonas que ya no califican como zidres porque ya la empresa privada lleva hasta 50 años trabajando en ellas, y aunque su desarrollo es muchas veces precario no pueden tildarse como marginales.   CG: ¿Qué le hace falta a este clúster palmero?   JMJ: La palma tiene una bondades muy grandes y es un gran generador de empleo formal, que por cada 9 hectáreas sembradas genera un trabajo.   El crecimiento de la palma en Colombia en los últimos 10 años ha sido muy importante. Pasamos de tener 200 o 250 mil hectáreas a tener casi 500 mil, es decir logramos doblarnos gracias precisamente al desarrollo de temas como precisamente el biodiesel y porque el Gobierno ha visualizado que es un gran generador de empleo  y desarrollo agrícola. (Lea: Cultivares híbridos de palma de aceite muestran alto grado de precocidad)   Durante este desarrollo de la palma en los últimos 10 años hemos bajado nuestra productividad y eso enciende las alarmas. Eso se debe a que se siembras áreas muy grandes que bajan los promedios mientras se van dando resultados, segundo porque en entraron nuevos palmeros a algunas zonas y eso tiene un costo de aprendizaje.   CG: ¿En qué va el proceso de la palma orgánica?   JMJ: Esa certificación requiere unos requisitos especiales y solamente alguna palma de la que se exporta desde la costa cumple con ellos, pero sí hay producto saliendo al mercado europeo. (Lea: Fedepalma y el PTP capacitan a 1.000 palmicultores sobre la PC)   CG: ¿Qué programas de tipo social maneja la compañía?   JMJ: Para el cultivo de la palma se necesitan guantes porque tiene espinas, las mujeres tiene un taller donde los hacen y también hacen sandalias. Nosotros lo que hacemos es facilitarles un capital semilla para que inicien su proceso   En estas poblaciones hay mucho machismo y esto de que las señoras logren cierta independencia económica es muy importante, aportan al hogar y trabajamos en todos los frentes: salud, vivienda, educación e ingresos complementarios.   En vivienda nueva y en el mejoramiento de la actual, en salud hacemos campañas en todos los poblados en alianzas con la cruz Roja y las EPS y adicionalmente se tiene un programa de cobertura para que afilien a toda la familia. Hoy en días todas las comunidades cuentan con ella. (Lea: A los colombianos nos apena decir que consumimos lo propio)   En educación se ayuda a que nuestros trabajadores terminen el bachillerato y también tenemos un esquema que trabajamos de forma conjunta con el ICBF y la Caja de Compensación del Meta que se llama ‘Los hogares agrupados’ en los que juntan varias madres comunitarias, se les da una capacitación y se monta como un colegio de infantes. Son puros niños chiquitos que están en un poblado pequeño llamado Dinamarca, en donde construimos una instalación para 100 niños y que hoy en día atiende a 65.