Cultivos de arroz colombia
Foto: Unal.

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Cambio climático en 2013 afectó rendimientos del sector arrocero

Por - 18 de Diciembre 2013

Las lluvias y temporadas secas afectaron la disminución de los precios del cereal, problema que se convirtió en un escenario amenazante para la estabilidad económica y social de las familias que dependen de la agricultura.


Las lluvias y temporadas secas afectaron la disminución de los precios del cereal, problema que se convirtió en un escenario amenazante para la estabilidad económica y social de las familias que dependen de la agricultura.

Gracias a un estudio desarrollado por la Universidad Nacional de Colombia, se logró evidenciar que los centros de investigación del país deben volcar sus esfuerzos a producir plantas muy tolerantes a la sequía, porque el problema de siembra en las regiones del territorio nacional no será solo por el agua, sino también por los periodos secos muy prolongados.

Así lo evidenció Héctor Fabio Ramos, profesor y agrónomo en la sede del claustro universitario en la ciudad de Palmira, Valle del Cauca, quien expresó que el efecto invernadero puede modificar visiblemente la calidad del agua.

Al realizar esto, las aguas pueden convertirse en ricas en hierro, salinas o abundantes en bicarbonato que van a afectar los cultivos”, agregó el catedrático.

Frente a esto, el gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, explicó que el cambio climático influyó en el desempeño del sector arrocero durante el año 2013, lo que afectó seriamente los rendimientos de la producción. (Lea: ‘Ola blanca’ de Fedegán beneficia a damnificados por invierno)

A esto, se le sumó la disminución de los costos, un escenario crítico y amenazante para la estabilidad económica y social de las familias que dependen del cultivo del tubérculo en el país”, agregó Hernández Lozano.

Las zonas más afectadas

Según lo expresó el dirigente gremial, en los Llanos Orientales y, en especial, en el departamento del Meta, la mala distribución de las lluvias y el cambio extraño de las temperaturas máximas, junto con altos niveles de humedad relativa, fueron los encargados de afectar la fisiología de la planta.

Lo anterior causó vaneamiento: la enfermedad que no permite que las espigas se llenen de granos, y propició, de igual forma, la aparición y exacerbación de plagas y enfermedades que para algunos productores del cereal significó un aumento en los costos de producción.

En demás regiones del país, el cambio climático se manifestó con la disminución de la diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas, lo que, combinado con los bajos niveles de radiación solar, afectó negativamente la productividad. (Lea: Semillas forrajeras: clave para contrarrestar invierno en Putumayo)

Héctor Fabio Ramos añadió que el arroz para el trópico se escribe con A de agua, puesto que este, para doblar su productividad, requiere prácticamente que el 80% de su tiempo esté sobre el agua en la superficie.  

Cuando se siembra arroz, es necesario realizar una preparación que destruye la estructura del suelo, porque se necesita que el agua no se filtre sino que se empantane. Se deben hacer unas parcelas con rebordes, para que la planta del cultivo tenga una lámina de 3 o 4 centímetros permanente del líquido y solo se drene cuando se va a hacer la fertilización”, concluyó el experto.

Es decir que un arroz con riegos de inundación, como en la actualidad tiene Colombia, puede pasar producciones por encima de las siete toneladas por hectárea, mientras que un cereal de secano puede producir entre dos y cuatro toneladas por hectárea.

Clima también afectó a la ganadería en 2013

Durante el trascurso del año, el cambio climático también afectó la productividad ganadera del país. Los fuertes veranos desde la mitad del año y hasta el mes de octubre, dejaron un elevado número de reses muertas. Asimismo, los inviernos que se vivieron en el último trimestre de 2013 también perjudicaron la producción bovina en Colombia. (Lea: Semillas importadas de Brasil, un gran beneficio para los ganaderos del país)

Ante esto, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, adelantó programas como las Bodegas ganaderas y la entrega de semillas para reactivar los cultivos, con el objetivo de mejorar la calidad de los hatos.