El enemigo silencioso: Cómo las importaciones de queso han agravado la crisis lechera
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Por CONtexto ganadero - 01 de Abril 2024
Conozca los beneficios y el valor nutricional de estas dos especies de plantas conocidas en la región Caribe colombiana para alimentación del ganado bovino.
Las especies vegetativas como Yeramnus labialis (swart) y Centrosema molle mart. Ex benth ofrecen un potencial significativo en términos de aportes nutricionales para el ganado bovino. Estas son leguminosas que nativas forrajeras con un alto valor nutricional y agronómico.
De acuerdo a un manual de Agrosavia llamado «Modelo productivo de carne bovina en la región Caribe colombiana», esta es una especie originaria de América tropical que se distribuye en Cuba, Jamaica, Haití, Brasil, Paraguay, Argentina y Colombia.
Se adapta a «suelos con pH entre 5.5 y 8, precipitaciones desde 700 hasta 1.500 mm, altura sobre el nivel mar hasta 2.500 m y temperaturas entre 14 y 30°C», asegura el documento.
Estas son plantas perennes cuyo pastoreo puede ser asociado con pasturas rastreras, semierectas, erectas y decumbentes. (Lea en CONtexto ganadero: Bejuco Cansa Viejo o Mindaca, el dolor de cabeza de los ganaderos)
La corporación expone que tiene una proteína cruda de «20%, fibra 30%, digestibilidad >60%, calcio entre 1 y 1.2% y fosforo entre 0.2 y 0.3%».
El aporte de proteína de esta especie en los bovinos y los requerimientos de proteína para mantenimiento de ganancia de peso para ganar un kilogramo diario se estima en 127.7 kg ha/año.
Es una especie que se origina en México, América central y Sudamérica tropical. «Requiere suelos fértiles, pero se adapta a suelos de baja fertilidad y alta acidez. Desde el nivel del mar hasta 1.600 m y con precipitaciones desde 800 a 1.600 mm», sostiene Agrosavia. (Lea en CONtexto ganadero: 7 leguminosas para clima medio cálido)
Es una planta perenne que se enreda, arrastra y trepa. Requiere de un pastoreo asociado con gramíneas, corte y acarreo en fresco y conservado, en forma de heno y ensilaje.
La corporación describe que esta especie tiene un valor de 17 a 26% de proteína cruda, digestibilidad de la materia seca 45 a 65%, fibra 39.5%, 0.84% de fósforo, 0.24% de calcio y ceniza 56%.
Agrosavia señala que «el tributo de esta leguminosa en la producción de carne asociada con M.maximus cv. Agrosavia Sabanera es de 2.01 kg ha/año; en asocio con cv. Mombasa, su contribución en la producción de carne es de 1.17 kg ha/año».
El contenido de proteínas, minerales y vitaminas, junto con la capacidad para mejorar la fertilidad del suelo, convierte a estas dos especies en opciones valiosas para mejorar la salud y el rendimiento del ganado, así como para promover la sostenibilidad en la producción ganadera.
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