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Foto: Elena Vásquez - Unimedios

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Fertilización bioorgánica mejora calidad del suelo

Por - 06 de Agosto 2020

Este método alternativo, que también mejoró la calidad del cultivo, se aplicó después de generar un indicador que permitió evaluar la calidad del suelo en 20 fincas del Valle del Cauca.


Este método alternativo, que también mejoró la calidad del cultivo, se aplicó después de generar un indicador que permitió evaluar la calidad del suelo en 20 fincas del Valle del Cauca.

La profesora Elena Velásquez Ibáñez, de la Universidad Nacional (UNAL) sede Palmira, es la autora principal de esta investigación, en la cual también se elaboró la “Guía técnica para la utilización sostenible de residuos orgánicos en cultivos perennes utilizando lombrices de tierra”. (Lea: Fertilización orgánica mejora calidad de los pastos)

Para enfrentar el desafío que implica para los sistemas alimentarios el aumento de la población mundial y el cambio climático, una de las opciones más viables es introducir nuevos sistemas agrícolas y tecnologías mejoradas.

En estos juega un papel fundamental la agricultura familiar, que produce más del 80 % de los alimentos del mundo. Sin embargo, como se explica en la nueva guía, se trata de agricultores a pequeña escala, expuestos a diversas limitaciones que no permiten su desarrollo económico y productivo.

En este contexto, se realizó una investigación en tres fincas con cultivos de plátano y banano en el Valle del Cauca, cuya característica, según lo contó la profesora Velásquez, era que tenían una calidad baja de suelo. Allí probaron la técnica de fertilización orgánica (FBO), la cual utiliza la biodiversidad de fauna del suelo como insumo. (Lea: Ventajas y clasificación de los abonos orgánicos)

Para desarrollar esta técnica se evaluó la macrofauna del suelo utilizando el método TSBF, que consiste en introducir en la tierra un cuadro metálico, el cual no tiene cobertura inferior ni superior. Dentro de los grupos taxonómicos más importantes que se pueden encontrar están los ingenieros del ecosistema (lombrices, termitas y hormigas) que contribuyen a modificar algunas propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.

La actividad de los invertebrados (bioestructuras) se puede medir con la técnica de morfología del suelo (monolitos de suelo de 10x10x10 cm), la cual también permite separar visualmente tanto los agregados del suelo –por su tamaño y origen (biogénico, de raíz o físico)– como las semillas, madera y hojas. Los agregados del suelo se relacionan directamente con la infiltración y el almacenamiento de agua y retención de carbono.

Para identificar los agregados del suelo, las muestras se pasan por un tamiz; lo que queda, indica que está macroagregado, es decir que tiene agregados de raíz y biológicos, hechos por los “ingenieros del ecosistema”. (Lea: Los 7 beneficios de utilizar abonos orgánicos en los cultivos)

Si el agricultor se encuentra con un porcentaje muy grande del suelo sin agregar, quiere decir que en su cultivo no están ocurriendo procesos biológicos adecuados y que se está destruyendo la estructura del suelo por el manejo que se le da con maquinaria pesada o porque su suelo no tiene cobertura vegetal”, explica la profesora Velásquez.

Esta técnica es muy práctica porque le permite al agricultor ver si su suelo tiene agregación, está almacenando carbono y si tiene altos contenidos de humedad y nutrientes para las plantas.

Implementación del método FBO

Después de evaluar las propiedades del suelo se hizo una zanja de 1 m de largo, 40 cm de ancho y 40 cm de profundidad, en la que se puso materia orgánica de lenta descomposición producida en la misma finca (vástagos del cultivo de plátano, palmas o residuos de la producción de café), y se agregó una capa de suelo. (Reportaje: Los abonos orgánicos sólidos)

Luego, en la parte superior se puso materia orgánica de rápida descomposición (en este caso compost) y se introdujeron 20 lombrices –reproducidas en la misma finca– las cuales mezclan el suelo y reproducen su dinámica de fauna.

Entre las conclusiones más importantes encontraron que este método restaura pequeñas islas de fertilidad en el suelo de alta funcionalidad y permite la transición de una producción convencional en el suelo degradado a una producción orgánica sin pérdida en producción desde el primer año.

Además, el aporte de materia orgánica les proporciona a las raíces los nutrientes requeridos. Las lombrices, por su parte, además de otros beneficios, liberan hormonas de crecimiento y controlan ciertas plagas como los nemátodos. (Lea: Producción de abonos orgánicos líquidos)

En la actualidad, muchos cultivos comerciales se ven afectados por el uso de agroquímicos, los cuales causan contaminación ambiental y perjuicios a la salud de trabajadores y a consumidores en general. El método FBO es una alternativa ecoeficiente, que no involucra organismos o sustancias externas y es una importante apuesta para la agricultura sostenible. 

Esta investigación se realizó dentro del proyecto “Desarrollo de tecnologías innovadoras para el manejo integrado de plagas y enfermedades limitantes del plátano y el banano en el Valle del Cauca”, financiado con recursos de regalías, y en el que también participó el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).

Fuente: Agencia de Noticias UN.

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