El ICA se ratifica como aliado estratégico de los ganaderos
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Por - 18 de Octubre 2022
Los viveros y los invernaderos se parecen mucho a simple vista, pues en ambos se cultivan plantas. Por eso, es importante no solo conocer cómo se clasifican, sino las estructuras básicas que los componen.
Los viveros y los invernaderos se parecen mucho a simple vista, pues en ambos se cultivan plantas. Por eso, es importante no solo conocer cómo se clasifican, sino las estructuras básicas que los componen.
María Mercedes Murgueitio Marín, Ariel Marcel Tarazona Morales, Adelina Vélez Marín y Luis Fernando Galeano Vasco explican, en el texto ‘Implementación de viveros forestales en campo. Guía para generar modelos ganaderos basados en árboles’, que la diferencia entre viveros e invernaderos radica en que en el primero no controlan de forma constante las condiciones ambientales como humedad, temperatura, y otros que favorecen al desarrollo de la planta. (Lea:¿Qué debe saber para establecer viveros?)
Además, en el vivero se busca producir plantas para luego ser trasplantadas a su lugar de plantación definitivo, es decir, son una estación de paso en el desarrollo de la planta para llegar a su destino final que es ser plantadas en el campo.
En este orden de ideas, es importante conocer los componentes y estructuras básicas de un vivero forestal que es de la siguiente manera:
Zona de almacenamiento: Es un espacio dedicado al almacenamiento de herramientas, semillas, insumos, agroquímicos y equipos. Todos deben estar rotulados y organizados para evitar accidentes o contaminación cruzada con productos químicos.
Este lugar debe tener condiciones de humedad y temperatura que garantice la conservación de las semillas en el tiempo, manteniendo intacta su capacidad de germinar.
Zona de siembra y germinación: Dicho espacio es solo para la germinación de las plantas, las cuales deben permanecer hasta que llegue el momento de trasplantarlas para culminar con su proceso de maduración. El material usado para la siembra puede ser sexual o vegetativo como estacas, ramas o esquejes.
En esta zona se hace la selección de semillas y los tratamientos pre-germinativos para romper la latencia de las semillas y maximizar su capacidad de germinación. Además, se ubican las bandejas, contenedores o camas, las cuales pueden contener material inerte, material orgánico o mezcla de ambas.
Zona de crecimiento: Aquí se hace el trasplante de semillas que germinan y alcanzan una altura promedio de 4cm a bolsas o recipientes llenos de tierras o camas. En esta zona las plantas inician su proceso de crecimiento.
Dependiendo de la especie y características de crecimiento y desarrollo, las plantas pueden estar en esta zona días o meses, hasta alcanzar la talla o condiciones para pasar a la siguiente. Por lo general, estas áreas ocupan el 10% del tamaño total del vivero. Lea: Los viveros hacen más productiva la ganadería bovina)
Zona de maduración y aclimatación: Área dedicada a que las plantas adquieran las condiciones de desarrollo necesarias para sobrevivir a campo abierto. Este sitio puede estar dentro o fuera del vivero.
Las plantas, dependiendo de su capacidad de crecimiento pueden estar en este espacio entre uno o tres meses, periodo en el que se debe vigilar si se presentan alteraciones en el follaje causado por el ataque de insectos o deficiencia de nutrientes.
Zona de preparación y mantenimiento del sustrato: Se procesa y almacena el material necesario para la siembra de las plantas en cada una de sus etapas. Dependiendo del espacio en el vivero, esta zona puede estar dentro o fuera de las instalaciones. Si está por fuera de la protección que da el techo del vivero, se recomienda cubrir el material para evitar la pérdida de nutrientes por proceso de lixiviación como consecuencia de la exposición a las lluvias.
Aquí se realizan actividades como la homogeneización del material usado como sustrato por medio tamizaje de la tierra con el uso de zarandas o tamices con el fin de extraer elementos como piedras, guijarros, pedazos de vidrio o plásticos y quebrar terrones para garantizar la homogeneidad en el tamaño de partículas.
Además de estas zonas mencionadas, se debe establecer un diseño de los senderos o calles de manejo, los cuales deben ser de un ancho que permita la entrada de maquinaria o equipos como carretas, coches, vehículos para transporte de plantas, manejo del sustrato o movimiento de insumos al interior de las instalaciones. (Lea: Por qué es importante el uso de viveros forestales en fincas)
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