Científicas colombianas que triunfan en el mundo de la ciencia
Foto: CONtexto Ganadero

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Mentes brillantes al servicio de la ciencia y la innovación

Por - 25 de Octubre 2013


Con mucho en común, pero en especial su amor por la ciencia y una curiosidad tan grande como la trayectoria misma que las precede, estas cinco mujeres han marcado un referente en diferentes campos, además de mostrar que Colombia es un país con alta producción científica.

No ha transcurrido más de un siglo desde que la educación superior se convirtió en un derecho para las mujeres en Colombia. El Decreto 227 de 1933 le concedió a la población femenina el acceso al bachillerato y la universidad. Desde entonces, las colombianas empezaron a capacitarse en áreas como enfermería, odontología, filología, ingeniería y medicina.

Nombres como Lyla Carvajal de Peña, la primera compatriota que publicó una investigación científica, (1955 en la Universidad Soborna de Paris) o Inés Ochoa de Patiño, la primera colombiana que se graduó de medicina (Universidad Nacional en 1945) tal vez no reciban todo el despliegue mediático de expresidentes, futbolistas, músicos o líderes de opinión; pero han forjado su propia historia y abrieron el camino para que la ciencia y la academia se hayan podido nutrir hasta hoy del conocimiento y la experiencia de tantas mujeres que actualmente triunfan en la ciencia y han hecho de este mundo un lugar mejor.

CONtexto Ganadero rinde un homenaje a cinco colombianas que actualmente triunfan en el mundo de las ciencias agropecuarias, la innovación y las ciencias naturales, a través de sendos aportes en áreas como veterinaria, zootecnia, medio ambiente, biología y genética animal.

Alba Marina Cotes, el desarrollo agrícola como estilo de vida

Una trayectoria de 18 años como parte del grupo de investigadores del Corpoica, avalan el liderazgo que esta mujer ha ejercido en proyectos de alto impacto rural.

Gracias a sus investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos, trayectoria laboral, publicaciones, entre otros meritos, Alba Marina Cotes Prado, investigadora de Corpoica, recibió el título de Doctorado Honoris Causa de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas en agosto de 2009.

La nominación fue hecha por la Facultad de Planificación del Medio Ambiente, Horticultura y Ciencias Agrícolas de la Universidad Sueca, quienes propusieron el nombre de la investigadora colombiana, el cual fue estudiado por el Consejo Directivo de la Universidad y luego seleccionado entre otros nominados. “Hemos logrado desarrollar proyectos que han tenido resultados muy concretos, los cuales han logrado la financiación del Gobierno sueco y del colombiano”, señaló la investigadora, quien recibió una carta de felicitación en 2010 por el entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.

La investigadora Cotes Prado es la directora del Centro de Biotecnología y Bioindustria, CBB, de Corpoica; licenciada en Química y Biología de la Universidad Libre; con especializaciones en Control de Calidad Microbiológica de Alimentos y Microbiología Industrial de la Universidad de los Andes. Master en Microbiología de los Andes; Master en Biotecnología Agrícola de la Universidad de Gembloux, Bélgica, y Ph.D. en Ciencias Agronómicas con Énfasis en Fitopatología, de la misma universidad belga.

A lo largo de su trayectoria laboral también se ha desempeñado como docente de pregrado y posgrado en la Universidad de Los Andes y desde hace 15 años hace parte del grupo de investigadores de Corpoica, donde ha liderado varios proyectos de gran impacto nacional. Por esto, recibió el pasado mes de agosto un nuevo reconocimiento como Mujer de Éxito 2013 en la categoría de Ciencia y Tecnología que entrega la Fundación Mujeres de Éxito. (Lea: Ciencia y tecnología marcarán el futuro del sector agropecuario en Colombia)

Diana Bolaños, la bióloga del año en Colombia

Esta colombiana, quien además es profesora de la Universidad de Cartagena, se ha destacado por sus investigaciones sobre gusanos marinos, las cuales podrían ayudar al desarrollo de técnicas para remplazar o renovar estructuras o tejidos en los seres humanos.

Diana, quien dio sus primeros pasos para la ciencia en las aulas de la Universidad de Cartagena, Ganó en 2010 la beca para jóvenes científicas que otorga el programa de la Unesco y la Fundación L’Oreal para realizar su estudio sobre regeneración de tejidos humanos a partir de gusanos planos policlonados".

Posteriormente, en 2012, fue reconocida como Bióloga del Año en Colombia gracias a su tarea investigativa y contribución al desarrollo social y científico de la biología. "Desde el pregrado empecé a trabajar con gusanos marinos, un grupo bastante desconocido en el mundo. Y descubrí que si podemos entender sus mecanismos de regeneración, muy posiblemente podríamos aplicar estos conocimientos a organismos superiores como los seres humanos, por ejemplo, con el desarrollo de técnicas, curas o terapias génicas".

Sus estudiantes y compañeros de investigación  la describen como muy enérgica, persistente y guerrera, además de un poco terca. “En el área de la investigación trato de hacer lo que me gusta. Mi personalidad me ha ayudado un poco a lograr lo que he conseguido hasta el momento", dice Diana.

Su mayor logro profesional fue "obtener el postdoctorado con la beca de la Unesco-Fundación L’Oreal, pero además su labor al impulsar la investigación en el país en la Universidad de los Andes y en el alma mater que la vio crecer le ha permitido mantener contacto con las nuevas generaciones de profesionales del país. “Quiero generar nuevo conocimiento e inspirar nuevas generaciones", concluye la bióloga cartagenera.

Rocio Margarita Gamez, una mujer para la ciencia y el agro

Esfuerzo y dedicación son los calificativos que, según quienes la conecen, mejor definen a Rocío Margarita Gamez Carrillo, científica colombiana que a través de sus investigaciones ha desarrollado alternativas para la conservación del medio ambiente.

Esta investigadora de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, fue una de las ganadoras del Premio para las Mujeres de la Ciencia 2012. Un reconocimiento que hace pare del Programa Nacional de Becas L'Oréal Colombia y Comisión Nacional de Cooperación con Unesco que, con el apoyo de Icetex y Colciencias, fortalece e incentiva la vocación científica en las mujeres colombianas. (Lea: La innovación, común denominador del sector agropecuario en el mundo)

La propuesta presentada por Rocío, quien además cuenta con un Doctorado de la Universidad de la Sabana, está orientada al conocimiento y promoción de la biodiversidad microbiana del suelo. La investigación sugiere evaluar los diferentes mecanismos de control de bacterias en las plantas, tanto para aquellas que crecen bajo condiciones controladas de invernadero, frente a los controles absolutos de la producción extensiva.  

A través de la comparación de parámetros agronómicos (porcentaje de supervivencia, altura en metros, número de hojas y grosor de pseudotallo) se selecciona el mejor tratamiento, para posteriormente determinar el efecto del establecimiento de los microorganismos (bacterias) y hacer más resistentes a las plántulas. Según la investigadora, con este proyecto los pequeños y grandes productores se beneficiarán con una oferta de plántulas de alta calidad; reducción y/o sustitución de la fertilización química por biofertilizantes, así como la recuperación y conservación de su capacidad productiva, y uso de tecnologías con impactos negativos reducidos para el medio ambiente y los recursos naturales.

Ganar la beca fue un logro importante en mi vida y carrera científica, es un reconocimiento al trabajo de las mujeres colombianas que tratan de dar solución a los problemas del país desde diferentes áreas de la Ciencia. Gracias por apoyar a la mujer en la ciencia y por valorar el sacrificio de vida que es realizar un Doctorado.”, afirmó Rocío Gámez Carillo. (Lea: Fedegán y Corpoica prolongan la la innovación ganadera en el país)

Vanessa Restrepo, en la élite científica a los 20 años

Esta antioqueña, hija única y quien recibió de su abuela materna grandes enseñanzas desde niña, desde los 19 años hace parte de Mesa Redonda de Biotecnología de la Universidad de Oxford, el centro de investigación más prestigioso del mundo en esta materia. Se trata de una distinción sin precedentes, pues es la primera persona de todos los delegados mundiales que no es doctora y la primera delegada para Suramérica. Una experiencia que ella califica como algo maravilloso.

Esta meteórica carrera empezó en sus últimos años de colegio, en Medellín, cuando diseñó “El carro del futuro”, un vehículo a escala del tamaño de un carro de juguete que, por lo mismo, no requiere mucha energía para desplazarse, pero permite demostrar que a través de ciertos principios biológicos, que el agua puede hacer parte de reacciones químicas para la obtención de energía. (Lea: Los carros del futuro reemplazarían la gasolina por agua

“Desde lo personal, ha sido increíble vivir en una ciudad dedicada al conocimiento. En lo profesional, es estar en el epicentro de nuevas ideas y nuevos desarrollos que me permiten estar en una red importante para mi carrera. Y desde lo científico está es la cuna de avances que sin duda van a cambiar el mundo. Es un placer hacer parte de esto.”, asevera esta paisa que alterna la biología con el diseño.

De hecho, cuenta que sus estudios le han permitido complementar las investigaciones que lleva a cabo y pulir el invento que hoy pone a soñar a los expertos en sostenibilidad y medio ambiente. “La biología me cuenta historias, recuenta todo lo que ha logrado la naturaleza. La biología molecular me explica los mecanismos y la química biológica me explica cómo funcionan dichos mecanismos y el diseño me permite transformar la ciencia en tecnología”, dice.

El invento del “Carro del futuro” y otras investigaciones le han valido reconocimientos como ‘Mujer Joven Talento’ y ‘Start-Up of Your Student Fellowship’. Estas distinciones la han impulsado a trabajar en pro de diversas iniciativas para empoderar a los jóvenes y a la humanidad sobre la un futuro más promisorio. (Lea: Vanessa Restrepo, la colombiana de 20 años que triunfa en el mundo de la ciencia)

Martha C. Gómez, abatiendo los principios de la genética animal

“Todavía me impresiona lo que la tecnología logra hacer”, dice con la sencillez que la caracteriza, Martha Gómez, una investigadora nacida en Pereira, considerada una verdadera autoridad mundial en clonación, y quien ha desplegado su trayectoria en los pasillos del Centro Audubon para la Investigación de Especies en Peligro de Extinción, en el Reino Unido.

La Doctora Martha C. Gómez, que es valorada como una de las científicas más destacadas de América, estudió veterinaria en la Universidad de la Salle de Bogotá, es PhD de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Sydney, Australia; hizo su Post-Doctorado del Departamento de Ciencia Animal, Ag Center de la Louisiana State University, de New Orleans, de cual que hoy es Miembro Asociado y profesora asistente de Investigación.

Martha C., como le dicen sus colegas más cercanos y allegados, ya tiene un lugar de honor en la historia científica mundial, tras clonar al primer felino en el mundo: un gato salvaje llamado “Ditteaux”, y convertirse, con esto, en líder de clonación de gatos salvajes, con adelantos y logros consecutivos después de su primera gran creación. (Columna: Innovación genética como puerta a la mejora de la competitividad)

Martha Gómez se dedica actualmente, junto a su equipo científico, a dos áreas de investigación: 1. la producción de células madres derivadas de embriones de gato doméstico y, 2. a la producción de gatos clonados transgénicos que lleven en su DNA un gen humano. Según el periódico inglés Daily Telegraph, “Ella busca salvar hoy a otras especies de felinos salvajes en peligro de extinción”.

Además de esta destacada tarea científica, la Dra. Gómez continúa con el entrenamiento de estudiantes de doctorado y post-doctorado, entre los cuales hay varios colombianos, reunidos en torno a temas de clonación y transferencia de embriones. “La clonación es muy importante en la carrera contra la extinción de animales que no podrían reproducirse en otra forma natural, salvando sus genes”, le dijo la pereirana al Daily Telegraph en una reciente entrevista.

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