¿Cuánta carne de res consumen los colombianos?

En 2014 el consumo de carne de res en Colombia fue de alrededor de 19,3 kg por persona al año, mientras que el máximo histórico se ubicó, hace casi dos décadas, en 21 kg, aseveró Óscar Cubillos, jefe de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG.

En cambio, las cifras más recientes consolidadas por la Federación muestran que en 2023 el consumo se ubicó 17,7 kg por persona al año, 600 g más que en 2022, pero sin un repunte significativo. (Lea en CONtexto ganadero: La FAO pide aumentar la producción y consumo de carnes en el mundo)

Cubillos destacó que este valor proviene principalmente de fuentes formales y que existe una significativa presencia de sacrificio ilegal en las diferentes regiones del país, dificultando una cuantificación precisa.

«Hay una fuente importante de sacrificio clandestino que puede representar un consumo importante, pero dado que es clandestino, no se cuantifica. Ese es el principal problema de la cadena cárnica en Colombia, la clandestinidad, pues mucho consumo tiene su origen allí y eso afecta las cifras oficiales», anotó.

El jefe de Planeación señala que mejorar el ingreso de las personas es clave para aumentar el consumo de carne. Con un ingreso per cápita de 6.800 dólares al año, la capacidad de compra se ve limitada, y se resalta la necesidad de programas sociales que promuevan el consumo de cortes de carne asequibles, especialmente en poblaciones vulnerables.

La exportación no incide en el precio de la carne

Cubillos abordó la percepción según la cual la carne se ha encarecido por el incremento de las exportaciones. Como ha reiterado en varias ocasiones, las exportaciones apenas representan el 7 % de la producción total de carne vacuna del país y de hecho fueron menos en 2023. (Lea en CONtexto ganadero: Las tendencias del consumo de carne en Colombia)

Además, para exportar se envían los cortes traseros, que son más costosos y apetecidos en el exterior, mientras que el mercado interno se abastece principalmente de cortes delanteros que son más accesibles para la población colombiana, cuyos ingresos son mucho menos a los de otros países: el ingreso per cápita de 6.800 dólares no se compara con los USD 72.000 en Estados Unidos, por ejemplo.

«El tema es realmente la caída en nuestra capacidad de compra. Nuestro ingreso viene deprimido desde el año 2013, se cayó de manera importante por la pandemia, y en la medida en que no se recupere la economía en general, que no haya un mejor clima de inversión y que la producción sea mucho mayor, el consumo de carne se va a resentir», precisó.

Tampoco es cierto que el ganadero se quede con el 80 % del costo de la carne

El jefe de Planeación igualmente rebatió la afirmación de que el 80 % del costo de la carne se queda en el productor. Contrario a esta creencia, el informe elaborado por Fedegán-FNG en 2023 demostró que entre el 53 % y el 61 % del costo beneficia al productor, mientras que el resto se distribuye entre otros eslabones de la cadena, principalmente en la comercialización.

A su juicio, la industria cárnica en Colombia enfrenta desafíos de rentabilidad, pues los frigoríficos manifiestan que los costos para comprar ganado y producir carne son elevados pero la evidencia ha demostrado que el ganadero no está viendo mejores ingresos. (Lea en CONtexto ganadero: Fedegán demuestra que hay un comportamiento especulativo en la venta de carne bovina)

«El ganadero produce el animal, no es el encargado de producir carne. Él pone una materia prima y de ahí en adelante hay otros pasos: transporte, transformación, comercialización, más transporte, mayoristas, minoristas, en fin. Pero siempre el que es visible ante el cliente es el ganadero porque produce la materia prima más grande que es el animal, pero no por eso significa que se lleve toda la ganancia», precisó.

Cubillos concluyó resaltando la importancia de mejorar la economía, hacer el consumo más asequible y abordar las brechas de ingresos para impulsar el consumo de carne en Colombia. Para él, es importante la necesidad de entender y abordar los desafíos específicos que enfrenta la cadena cárnica de res en el país.