Acortamiento de flexores en terneros, un problema económico para el ganadero

La retracción de los tendones es una patología con una importante repercusión económica para el ganadero, ya que requiere una inversión económica para el tratamiento, así como tiempo y mano de obra para completar el proceso de curación.

Sin embargo, esta curación no llegará a producirse en todos los casos. Así mismo, en el momento del parto se pueden producir distocias, y, por tanto, no solo puede afectarse el ternero, sino también la madre, sobre todo si es primípara.

Así se plantea en un trabajo de la facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en donde se indica que en caso de que los animales afectados sean terneros holstein no es aconsejable destinarlos a reposición, puesto que existe el riesgo de presentación de la patología en la descendencia debido al posible carácter hereditario de la misma, por lo que queda a elección del ganadero someter a los terneros afectados a tratamiento, o bien enviarlos a matadero en el momento de detección de la patología. (Lea: Aprenda a tratar lesiones en músculos de patas traseras de sus vacas)

En el ternero bravo hay que tener en cuenta la finalidad del mismo, ya que podría ser declarado como no apto en el reconocimiento previo a la lidia.

Por lo tanto, cobra vital importancia la prevención de la enfermedad en las explotaciones. En este sentido, y dado que una de las principales causas de esta patología es la falta de movilidad del feto durante gestación, que se ve favorecida por grandes tamaños de los fetos, se recomienda la utilización de semen no procedente de machos de gran tamaño para inseminar las hembras, especialmente en aquellas que sean primíparas.

La importancia de esta malformación también radica en el posible carácter hereditario o infeccioso de la patología y, principalmente, en las pérdidas económicas que supone el nacimiento de animales con esta alteración, ya que su movilidad se ve muy reducida y su tratamiento es lento y supone costos que, a veces, la explotación no está dispuesta a asumir.

Explica la nota que la retracción de tendones es una malformación congénita que aparece en terneros y consiste en el acortamiento de los tendones flexores de ambos miembros anteriores y, más raramente, de los posteriores. El grado de retracción es muy variable y dependiendo de este, el pronóstico también lo es.

Entre tanto, el médico veterinario Gabriel Calderón, representante técnico-Comercial de Ganadería de la empresa MSD Salud Animal Argentina en una charla sobre salud neonatal, señaló que las razones del acortamiento de tendones flexores son variadas y no muy claras. Se mencionan la falta de espacio uterino en las últimas semanas de gestación, coincidentemente con la mayor tasa de crecimiento del ternero in-útero.  (Lea: Artritis en bovinos: causas, síntomas y tratamiento)

Así mismo, desbalances minerales y de proteína en las dietas de las madres son mencionadas como posibles factores contribuyentes en la presentación de este problema, al igual que algunos genes autosomales recesivos.

Casos leves o moderados se resuelven por sí solos durante la primera semana de vida, y casos más severos requieren la aplicación de vendajes o férulas externas para ayudar a la extensión de los tendones contraídos, como también la aplicación de revulsivos locales, pero con resultados inconsistentes.

Por su parte, la nota de la Universidad señala que las causas etiológicas que pueden producir este fenómeno son varias, considerando como las más frecuentes la limitación de la movilidad del feto durante el último tercio de gestación, mutaciones espontáneas, toxinas teratogénicas, infecciones intrauterinas o deficiencias nutricionales durante la gestación.

Una terapia física es recomendada y generalmente suficiente en los casos congénitos más sencillos. La extensión frecuente del (los) dedo (s) para estimular los tendones poco a poco y la estimulación del ternero para que permanezca de pie sobre las extremidades afectadas para hacer ejercicio, es posible que sea todo el tratamiento recomendado.

En los casos congénitos graves, puede ser necesario un entablillado o enyesado, que resulta una opción en aquellos individuos que al parecer no tienen respuesta a la terapia física, pero que aún son capaces de soportar peso sobre los dedos. (Lea: 70 enfermedades pueden afectar las patas del bovino)

La aplicación de las tablillas es mediante la sedación del ternero y la colocación de la tablilla hecha de PVC sobre un almohadillado de algodón con el fin de evitar una nueva contractura. Se cambian las tablillas cada 3 a 4 días y los tendones se estiran manualmente para intentar aumentar un grado de extensión cada vez que se aplican las tablillas. Se obliga al animal a permanecer de pie y a que realice ejercicio varias veces al día.

En casos donde fracasan las medidas anteriormente señaladas, puede ser útil la tenotomía que consiste en el corte del tendón flexor digital superficial, del flexor digital profundo o de ambos. Las férulas serán necesarias durante varias semanas después de la intervención quirúrgica hasta que los tendones seccionados curen, sin embargo el pronóstico resulta desfavorable porque la reparación es tardada (± 8 semanas) por tener pocos capilares, sólo se recupera del 50 al 70 % de la fuerza después del daño.