Aprenda sobre el síndrome neuroparalítico bovino y sus afectaciones

En una cartilla divulgada por Agrosavia se expone que el síndrome neuroparalítico bovino afecta principalmente hembras mayores de dos años de edad, enfocadas en novillas, vacas preñadas, vacas lecheras de razas mejoradas que se encuentren en buen estado de carnes, las cuales consumen carroña, huesos o material orgánico en descomposición. (Lea: Consumo de minerales aumentan la reproducción bovina)

El término neuroparalítico se refiere a que los animales presentan una parálisis principalmente del tren posterior que impide que se mantenga de pie, permaneciendo echado entre dos y tres días, hasta que finalmente mueren.

Un punto que destacan los expertos es que la sintomatología se presenta principalmente en época de invierno.

El conjunto de síntomas que caracterizan este síndrome son funciones vitales normales a excepción de la hipotonía ruminal, deshidratación, alteraciones del sistema nervioso central con perturbaciones motoras, de las cuales se destaca la parálisis flácida del tren posterior y cola sin alteración de la conciencia, disminución de la sensibilidad superficial de la piel en la región lumbosacra, espacios interdigitales, corona del caso y cara ventral de la cola.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son aquellas causas que se asocian a la presentación de mortalidad y que están relacionados con el animal o con las medidas de manejo que se utilizan en la finca.

Investigadores de Agrosavia comprobaron que la mortalidad se asocia principalmente con las deficiencias de minerales imperante en la región que hace que los animales consuman huesos. (Lea: 5 factores que aumentan la predisposición de minerales en el suelo)

Los suelos de la zona se caracterizan por ser de baja fertilidad, muy pobres en fósforo, calcio y energía, ricos en aluminio, elemento que impide la absorción del fósforo.

El mejoramiento genético de los animales, sumado a la baja fertilidad del suelo, provoca un desequilibrio entre el animal y el recurso alimenticio, obligando al consumo de material extraño como suelo, piedra, plásticos y huesos, aumentando la probabilidad de muerte de los animales.

El factor de riesgo más importante relacionado con la mortalidad por el síndrome neuriparalítico bovino es el consumo de huesos por parte de los ganados. Los animales consumen huesos que encuentran en los potreros para suplir las deficiencias minerales.

Esta condición predispone a los animales a sufrir muchas condiciones patológicas porque allí se multiplican muchas bacterias que producen sustancias tóxicas que matan a los bovinos.

Esta es la razón por la que expertos recomiendan que se evite que se entierren cadáveres de animales, teniendo en cuenta que se deben recoger los huesos que hay en los potreros.